¿Por qué los perros mueven la cola? La ciencia cree haberlo descubierto


Mucha gente cree que los perros mueven la cola cuando están felices. Pero este comportamiento animal en realidad tiene muchos más matices que eso, según un nuevo estudio.

En una investigación reciente, publicada en la revista científica Biology Letters de la Royal Society, un equipo de investigadores europeos revisó docenas de estudios sobre este comportamiento esquivo para proponer dos teorías clave sobre por qué evolucionó.

Muchos animales tienen cola y la usan para moverse (por ejemplo, un caimán al nadar), para mantener el equilibrio (un gato al caminar a lo largo de una cerca estrecha) o para eliminar plagas (un caballo que aplasta una mosca lejos de su cuerpo)”, explica a Newsweek Silvia Leonetti, principal autora del estudio y asistente de investigación en bioacústica comparada en el Instituto Max Planck de Psicolingüística, en Países Bajos.

“Pero esos ejemplos contrastan con los perros domésticos, que parecen usar la cola principalmente para comunicarse, más que para cualquier otra función”, añade la experta.

Cuando a un perro se le da un estímulo asociado a una emoción positiva, como ser saludado por su dueño, tiende a mover la cola más hacia la derecha. Sin embargo, cuando se exponen a estímulos que podrían provocar retraimiento, como un ser humano desconocido o cuando se enfrentan a un perro más dominante, tienden a moverla más hacia la izquierda.

LOS PERROS SE FIJAN EN LA COLA DE OTROS

Curiosamente, los perros pueden percibir estas asimetrías en otros perros e incluso en robots que mueven la cola, lo que añade más evidencia de que este comportamiento tiene algún tipo de función comunicativa.

A pesar de estos matices, el movimiento de la cola se asocia frecuentemente con algún tipo de excitación, ya sea positiva o negativa. Esto, escriben los autores, sugiere que puede estar correlacionado con hormonas y neurotransmisores vinculados con la excitación en los cuerpos de los perros.

Para ello los expertos citaron evidencia indirecta que vincula la oxitocina, la hormona del “amor”, y el movimiento de la cola, especialmente cuando los perros se reúnen con sus dueños.

También podría haber una asociación entre el movimiento de la cola y la hormona del estrés, el cortisol, aunque los estudios sobre esta hormona son menos concluyentes debido a la variabilidad entre las diferentes razas e historias de vida.

En comparación con sus parientes más cercanos, los lobos, los perros mueven la cola con mucha más frecuencia y desde una edad mucho más temprana. Esto sugiere que su comportamiento de movimiento evolucionó en consonancia con su domesticación por parte de los humanos, lo que respalda la teoría de que el movimiento de la cola puede haber surgido para permitir a estos animales comunicarse con sus amos humanos.

TAMBIÉN ES UNA SEÑAL DE SOLICITUD

“Un estudio encontró que, durante situaciones de negación de alimentos, los perros meneaban más la cola cuando había un humano presente que cuando no, lo que sugiere que mover la cola también puede funcionar como una señal de solicitud”, narran los autores.

Pero quizás esta evolución no fue intencional. Por ejemplo, los autores sugieren que el movimiento de la cola pudo haber surgido como subproducto de otro rasgo seleccionado, como la docilidad o la afabilidad.

Y esto parece ser el caso en un experimento a largo plazo con zorros plateados, diseñado para replicar el proceso de domesticación de los mamíferos en tiempo real.

En este estudio se crio a un grupo de zorros plateados a lo largo de 40 generaciones y se seleccionó para que tuvieran rasgos como domesticabilidad y docilidad, similares a los rasgos que probablemente se eligieron en los ancestros del perro moderno.

El movimiento de la cola no se seleccionó directamente, pero con el tiempo los zorros domesticados también comenzaron a mostrar un comportamiento de movimiento de la cola similar al de los perros.

“Basándonos en esto, planteamos la hipótesis de que el proceso de domesticación pudo haber conducido a cambios a nivel anatómico y de conducta que alteraron el comportamiento de movimiento de la cola en los perros”, escriben los autores.

LA EVOLUCIÓN DEL MOVIMIENTO DE COLA EN LOS PERROS ES UN MISTERIO

Alternativamente, plantean la hipótesis de que los humanos pudieran haber seleccionado activamente ese comportamiento, tal vez debido a una atracción inconsciente hacia la conducta rítmica y nuestra capacidad innata para detectar patrones en tales ritmos. Si bien estas teorías podrían explicar por qué evolucionó el movimiento de la cola en los perros, todavía quedan muchas preguntas sin respuesta.

“Apenas estamos arañando la superficie”, dice a NewsweekAndrea Ravignani, una de las autoras principales del estudio. Quedan dudas sobre cómo los perros pueden controlar este comportamiento, qué tan bien pueden descifrar el significado de este movimiento entre perros y cómo las razas de cola más corta pueden verse frenadas por una capacidad reducida para realizar este comportamiento.

“Hacemos eco de las preocupaciones de otros investigadores de que estos procedimientos pueden afectar el repertorio comunicativo de un animal (aunque esto debería probarse empíricamente comparando razas) y limitar qué tan bien un perro puede expresar sus sentimientos y comunicarse”, añade Ravignani.

Por ello se deben realizar estudios más profundos para confirmar estos orígenes evolutivos y responder a las preguntas restantes, pero el equipo espera que su revisión estimule la investigación continua sobre el tema.

“Tras resaltar la complejidad de este comportamiento y la importancia de estudiar todos los diferentes componentes que lo constituyen, invitamos a nuestros colegas a continuar usando y desarrollando tecnologías avanzadas y no invasivas para abordar un estudio multidisciplinario no solo del comportamiento canino, sino también de las interacciones entre perros y entre perros y humanos”, concluye Leonetti. N

(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)

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