La periodista italiana Cecilia Sala llega a Roma tras semanas detenida en una prisión iraní

La periodista italiana Cecilia Sala fue puesta en libertad y regresó el miércoles a la capital italiana tras semanas en una prisión iraní. Un avión con Sala, de 29 años, aterrizó en el aeropuerto romano de Ciampino. Fue recibida por sus familiares y su pareja. A su llegada, Sala corrió a abrazar a su novio, Daniele Raineri.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también estuvo presente para dar la bienvenida a Sala junto a su familia. El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, también estuvieron presentes.

Meloni y Sala se reunieron en el interior del edificio, donde ambos se estrecharon la mano y conversaron brevemente. Se oyó a la primera ministra italiana elogiar a Sala diciéndole: "Has sido fuerte".

Sala permaneció detenida en Irán durante tres semanas, la mayor parte de ellas en régimen de aislamiento, después de que su destino se entrelazara con el de un ingeniero iraní detenido en Italia y buscado en Estados Unidos.

Su detención en Teherán el 19 de diciembre se produjo sólo tres días después de que el empresario iraní Mohammad Abedini fuera detenido en Milán en virtud de una orden de detención estadounidense. Washington buscaba la detención de Abedini y de otro ciudadano iraní por el presunto suministro de piezas de aviones no tripulados que, según la Casa Blanca, se utilizaron en un atentado perpetrado en 2024 en el que murieron tres militares estadounidenses en Jordania. Irán negó su implicación en el atentado del año pasado.

Tras aterrizar en Italia, la periodista publicó un mensaje de agradecimiento en su cuenta de X: "Tengo la fotografía más hermosa de mi vida, el corazón lleno de gratitud, pensando en aquellos que, cuando miran hacia arriba, aún no pueden ver el cielo. Nunca pensé, en estos 21 días, que hoy estaría en casa. Gracias".

Acusada de violar las leyes de la República Islámica

Sala, que trabaja como reportera para el diario 'Il Foglio', fue detenida apenas una semana después de su llegada a la capital iraní con un visado de periodista. Fue acusada de violar las leyes de la República Islámica, según la agencia de noticias estatal IRNA.

Analistas italianos habían especulado con la posibilidad de que Teherán detuviera a Sala como moneda de cambio para garantizar la liberación de Abedini. Funcionarios iraníes rechazaron estas acusaciones y subrayaron que la detención de Sala no era en modo alguno una maniobra para presionar a Roma para que liberara a Abedini.

Abedini, detenido el 16 de diciembre en el aeropuerto milanés de Malpensa, permanece recluido en Italia. Ha pedido a un tribunal de Milán que le conceda el arresto domiciliario mientras espera la vista de extradición.

La oficina de Meloni afirma que la primera ministra italiana informó personalmente a los padres de Sala de la liberación de su hija. Meloni atribuyó su liberación al "intenso trabajo del Gobierno en los canales diplomáticos y de Inteligencia".

La liberación de Sala supuso una importante victoria diplomática y política para Meloni. La dirigente italiana, cuya reciente visita al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su finca de Mar-a-Lago, realzó enormemente su importancia internacional en un momento en que Italia negociaba su liberación.

La llegada de Sala fue recibida con vítores en Italia, donde su difícil situación había acaparado los titulares durante semanas. Legisladores de todo el espectro político elogiaron el resultado. La líder de la oposición demócrata, Elly Schlein, agradeció expresamente al Gobierno su esfuerzo por garantizar el regreso de la periodista italiana.