Los Pericos repasaron sus grandes éxitos con un autoconcierto en la costanera

Casi no mediaron palabras. Fue una hora y media de música. Un hit detrás del otro. Y bocinazos, claro, porque la pandemia Covid-19 no deja lugar, por ahora, a otro tipo de shows presenciales y masivos que no sean los autoconciertos. Son los únicos que garantizan la diversión y el distanciamiento social. Arriba del escenario del Mandarine Park, Los Pericos; en los coches y camionetas, todos sus fans.

Mientras que en algunos predios que ofrecen autoconciertos el formato es una adaptación de los autocines (una gran pantalla y un escenario que se coloca delante), lo que propone este espacio para sus espectáculos de stand up y música es un escenario diseñado con las mismas estructuras y características de los conciertos al aire libre. En ese sentido, quien va a ver recitales de bandas o solistas no extrañará más que la cercanía a los músicos y al resto del público. Todo lo demás estará garantizado en la medida que los artistas puedan romper imaginariamente la barrera representada por los parabrisas de los automóviles. Aunque (ya se sabe y está totalmente asumido como una costumbre en este tipo de recitales) la gente se mantiene dentro del auto tocando bocina o baja la ventanilla y se sienta en el marco de la puerta de su coche, con los codos apoyados sobre el techo. Esa es una postal que se viene repitiendo en cada show y este no fue la excepción.

A pesar de que los grandes éxitos de la banda comenzaron a sonar ya en los primeros minutos, a Los Pericos les costó cuatro canciones para llegar a "romper" los parabrisas que los separaban de su público. Recién con "Waitin'" todo el público estaba totalmente conectado con el show. Las primeras canciones fueron una especie de precalentamiento, con algunas luces y bocinas, con las banderas que llevaron "Los de siempre", que se destacan entre los más fans de la banda.

Absoluta puntualidad, una hora y media de show, algo más de veinte canciones y melodías que, en algunos casos, son hits desde la década del ochenta y siguen conservando su frescura, a fuerza de un trabajo sumamente profesional, que no tiene fisuras. "Sin cadenas", "Pupilas lejanas", "Boulevard", "Complicado y aturdido", "Mucha experiencia", "Jamaica Reggae", "Casi nunca lo ves" o "Ritual de la banana", entre otra docena que encuentra en la madurez de esta banda su propio punto de madurez.

Porque también habrá que decir que los cambios que, con el paso de los años, el grupo fue haciendo en la manera de tocar su repertorio pudieron haber tenido una mutación natural (para nada forzada tras la idea de querer hacer versiones de las versiones) que promedia en la sofisticación de muchos temas, sin desvirtuar su toque original. Si "Pupilas lejanas" adquirió con el tiempo un pulso discotequero de la década del ochenta, "Sin cadenas" se renueva en su interludio y crece en matices. En cambio, "Hacé lo que quieras" conserva ese groove ska que la banda no deberá jamás abandonar y que el público siempre querrá seguir escuchando. La elección, el cambio o la conservación se han convertido en una virtud que Pericos ha conseguido en varias décadas de carrera.

Claro que siempre habrá un nuevo desafío. Tocar para autos, por ejemplo, y romper esa barrera de dos limpiaparabrisas para llegar a la gente. La respuesta del público fue excelente y, probablemente haya superado, incluso, la expectativa de los propios músicos. "Jamaica reggae" quizá pueda ser postulada como una de las mejores sincronizaciones de bocinazos de 2020.

Muy activos

Los Pericos vienen con bastante actividad a pesar de la prolongada pausa por la pandemia Covid-19 y los primeros meses de cuarentena. Por un lado, fueron el primer grupo argentino que ofrecieron un recital en vivo, con protocolo de distanciamiento, en el marco de un festival. Una semana antes de que se realizara el Cosquín Rock Online, la banda fue la encargada de hacer el show anticipado de ese festival. Fue el 1° de agosto, desde La Trastienda. Y una semana después volvieron a participar, ya con el resto de las bandas y solistas en una de las dos jornadas que se realizaron vía streaming.

A mediados de octubre presentaron otro streaming desde la casa de Marcelo Blanco, percusionista de la banda, un lugar con mucho espacio al aire libre. El grupo planteo un especial con cuatro escenarios diferentes, con música, charla con anécdotas y un asado para culminar el encuentro. Anoche fue el momento del primer vivo "presencial" y ahora les queda por delante, en su agenda, otra transmisión que será exclusiva para el público chileno.

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