Perfil astrólogico y psicológico de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell | Alina Rubi

Plutón en Capricornio desenmascaró a unos cuantos. Muchas personas con poder fueron acusadas de acciones despreciables como es el caso de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell. Plutón en Capricornio nos enseñó que el mundo está controlado por una elite abusiva.

Jeffrey Epstein, quien nació el 20 de enero de 1953, y Ghislaine Maxwell quien llegó al mundo el 25 de diciembre de 1961, mantuvieron una relación inusual. Dicha relación se transformó en una sociedad de negocios. Ghislaine hizo un trato con el diablo y aceptó el papel de reclutar jóvenes, para que Epstein abusara de ellas sexualmente, a cambio de que él le proporcionara el estilo de vida al que estaba acostumbrada.

Desde el punto de vista astrológico la carta que muestra cómo era la dinámica de la relación y los temas principales de la misma, hay muchos aspectos que revelan que Ghislaine trató de comercializar su relación como legítima, aunque muchos la cuestionaron. Hay aspectos, como la cuadratura de Marte con Neptuno, que enseñan que ambos tenían “ilusiones” absurdas, o simplemente irreales, y todos sabemos que Jeffrey y Ghislaine se salieron con la suya durante muchos años, pero que, aunque tomó algún tiempo, todo se les desmoronó.

Marte y Quirón, muestran que el sexo entre los dos era considerado una fuente de curación. Este aspecto también significa daños a través del sexo, ya sea mentir, fantasear con otro o cualquier cosa basada en la realidad sexual que provoca que otra persona salga lastimada. Otro aspecto que influyó en los esquemas en los que se involucraron estos dos es la oposición de Marte a Urano. Todos los aspectos entre Marte y Urano en una carta compuesta sugieren que la pareja es atípica. Este aspecto es difícil de manejar porque existe la posibilidad de abundantes peleas dándole una tonalidad de inestabilidad a la relación, como si siempre estuviera en terrenos movedizos. Esta energía puede ser bastante errática y, en última instancia, demoledora. Venus en oposición a Urano, provoca el mismo efecto, pero también indica una relación difícil de definir.

Ghislaine, entregando su alma al Diablo, obtuvo muchas de las cosas que anhelaba en la vida con Epstein. Desde el punto de vista psicológico su caso revela unos cuantos desperfectos psicológicos críticos. Ella jugó el papel de facilitadora. Los facilitadores son manipuladores, practican la coerción y tienen una ávida sed de poder y control. Ella es narcisista porque mostró egocentrismo, y una perturbadora falta de empatía hacia sus víctimas. Además, sus actos se enfocaban en torno a su gratificación personal, olvidándose del sufrimiento que ocasionaba. Su participación en la explotación sexual denota una personalidad oscura y un inquietante desprecio por el bienestar de los demás.

Epstein era un depredador siniestro, un sociópata -psicópata- maquiavélico, que disfrutaba lastimando, específicamente a las mujeres jóvenes. Ganó miles de millones de dólares con actividades ilícitas, esencialmente con el tráfico sexual. Entre sus clientes se encontraban algunas de las personas más influyentes y ricas del mundo.

Epstein y Maxwell estuvieron involucrados en un “esquema piramidal de abuso”, un sistema destinado a crear un flujo constante de niñas menores de edad para sus hazañas sexuales. Desde una perspectiva emocional, todo esto es devastador, pero más triste es que Epstein, cuya muerte pronunciada suicidio en el 2019, nunca encarará sus cargos.

Los asociados con Epstein, participantes en su pedofilia y tráfico sexual respiraron tranquilos con su muerte, pero ahora se ha vuelto a abrir la Caja de Pandora con la publicación de los documentos que estuvieron sellados. Hasta la fecha, ninguna de las personas mencionadas en las “listas” ha sido acusada penalmente, justicia demorada es justicia denegada.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell son la fachada cruel de la presencia de una élite impenetrable y tenebrosa que dirige las cosas detrás del telón. Lamentablemente, el poder y la riqueza otorgan ventajas que permiten evitar consecuencias legales, razón por la cual muchos traficantes y consumidores de sexo, de todas los categorías, frecuentemente evaden la justicia.