Peregrinos musulmanes se congregan en monte Arafat, Arabia Saudí, y el haj alcanza su punto álgido

MONTE ARAFAT, Arabia Saudí (AP) — Siguiendo los pasos de los profetas bajo un sol abrasador, más de 1,83 millones de musulmanes de todo el mundo se congregaron el sábado en una colina sagrada de Arabia Saudí para rendir culto y reflexionar en medio de un calor sofocante.

El ritual en el monte Arafat, conocido como la Montaña de la Misericordia, se considera la cumbre de la peregrinación del haj. Suele ser el más memorable para los peregrinos, que permanecen juntos pidiendo a Dios misericordia, bendiciones, prosperidad y buena salud. La colina está a unos 20 kilómetros (12 millas) al sureste de La Meca.

Miles de peregrinos caminan hasta aquí en la oscuridad previa al amanecer. En las laderas de la colina rocosa y sus alrededores, muchos alzaban las manos en señal de adoración con lágrimas cayendo por sus rostros.

“Sin duda es algo grandioso. Es el mejor día del año para los musulmanes, y la mejor sensación que cualquiera puede experimentar”, dijo Hussein Mohammed, un peregrino egipcio, mientras se encontraba en las laderas al amanecer. “Es el mejor lugar para cualquiera que espere estar (aquí) en este día y en este momento”.

Se cree que el profeta Mahoma pronunció su último discurso, conocido como el Sermón de la Despedida, en el monte Arafat hace 1.435 años. En el sermón, el profeta hizo un llamamiento a la igualdad y la unidad entre los musulmanes.

Ali Osman, un peregrino español, se sintió abrumado al bajar de la colina. Dijo sentir que había ganado fuerza espiritual y física en el lugar sagrado.

“El lugar, gracias a Dios, (da) muy buena energía”, dijo. “He venido aquí, gracias a Dios. Es mi primera vez. Espero volver en el futuro”.

El haj es una de las mayores concentraciones religiosas del planeta. Los rituales comenzaron oficialmente el viernes, cuando los peregrinos se trasladaron de la Gran Mezquita de La Meca a Mina, una llanura desértica a las afueras de la ciudad.

Más de 1,83 millones de musulmanes participaron en el haj de 2024, según el ministro saudí de Haj y Umrah, Tawfiq bin Fawzan al-Rabiah. Esta cifra es ligeramente inferior a la del año pasado, cuando 1,84 millones realizaron el ritual.

La peregrinación es uno de los Cinco Pilares del Islam. Todos los musulmanes deben realizar el haj, de cinco días de duración, al menos una vez en la vida si están en condiciones físicas y económicas de hacerlo.

Los rituales conmemoran en gran medida los relatos del Corán sobre el profeta Ibrahim, su hijo el profeta Ismail y la madre de Ismail, Hajar, o Abraham e Ismael, como se les llama en la Biblia.

El haj de este año tuvo como telón de fondo la guerra entre Israel y Hamás, que puso a Oriente Medio al borde de un conflicto regional.

Los palestinos de la Franja de Gaza no pudieron viajar a La Meca para el haj este año debido al cierre del paso fronterizo de Rafah en mayo, cuando Israel extendió su ofensiva terrestre a la ciudad fronteriza con Egipto.

Para evitar posibles protestas o cánticos sobre la guerra durante el haj, las autoridades saudíes dijeron que no tolerarán que se politice la peregrinación.

En su sermón del sábado en la mezquita de Namera, de seis minaretes, en Arafat, el clérigo saudí Maher Bin Hamad al-Mu’wiqly también advirtió sobre la politización del haj.

Sin embargo, instó a los peregrinos a rezar por los palestinos que han sido “dañados y lastimados por su enemigo” que los mató y “los privó de lo que necesitan de alimentos, medicinas y ropa”. No mencionó a Israel en su sermón.

La guerra ha matado allí a más de 37.000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza, y otros cientos han muerto en operaciones israelíes en Cisjordania. Comenzó después de que milicianos dirigidos por Hamás atacaran Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y tomando a unas 250 como rehenes.

La época del año en que tiene lugar el haj varía, ya que se fija en cinco días de la segunda semana de Dhu al-Hijjah, el último mes del calendario lunar islámico.

La mayoría de los rituales del haj se celebra al aire libre, con poca o ninguna sombra. Cuando cae en los meses de verano, las temperaturas pueden dispararse por encima de los 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit). El Ministerio de Salud ha advertido que las temperaturas en los lugares santos podrían alcanzar los 48 grados centígrados (118 grados Fahrenheit) y ha instado a los peregrinos a utilizar sombrillas y beber más agua para mantenerse hidratados.

La mayoría de los peregrinos del monte Arafat llevaba sombrillas, mientras que otros se sentaban a la sombra. A muchos se les vio echarse agua en la cara y el cuerpo. Al igual que en Mina y la Gran Mezquita, las estaciones de refrigeración situadas en las carreteras que conducen a la colina y en sus alrededores rociaron a los peregrinos con agua para ayudarles a combatir el calor, que ya había alcanzado los 47 centígrados (116,6 Fahrenheit) en el monte Arafat, según las autoridades meteorológicas saudíes.

El ministro saudí de Salud, Fahd bin Abdurrahman Al-Jalajel, indicó a The Associated Press que más de 150 peregrinos habían sido tratados por agotamiento debido al calor. Instó a los peregrinos a beber agua y llevar paraguas mientras realizan los rituales del haj.

Mientras los peregrinos realizan sus cultos, limpiadores inmigrantes contratados con monos de color verde lima recogían botellas de agua vacías y otros desperdicios en los alrededores del monte Arafat.

Al atardecer del sábado, los peregrinos abandonaron el monte Arafat, dirigiéndose a un lugar cercano conocido como Muzdalifa para recoger guijarros que utilizarán en la lapidación simbólica de pilares que representan al diablo de vuelta en Mina. Muchos iban a pie, mientras que otros eran transportados hasta allí en autobuses.

Los peregrinos regresan a Mina durante tres días, coincidiendo con la festividad del Eid al-Adha, en que los musulmanes de todo el mundo con posibilidades económicas sacrifican ganado y distribuyen la carne entre los pobres. Después, regresan a La Meca para una circunvalación final, conocida como Tawaf de Despedida.

Una vez finalizado el haj, los hombres deben afeitarse la cabeza y las mujeres cortarse un mechón de pelo en señal de renovación. La mayoría de los peregrinos abandonan entonces La Meca para dirigirse a la ciudad de Medina, a unos 340 kilómetros de distancia, para rezar en la tumba del profeta Mahoma, la Cámara Sagrada. La tumba forma parte de la mezquita del profeta, que es uno de los tres lugares más sagrados del Islam, junto con la Gran Mezquita de La Meca y la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén.

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