Pentagón Jr, el luchador sin miedo que se atrevió a tomar un nombre maldito
Pentagón Jr. no siente temor sobre la lona, su terreno más preciado. No lo tuvo cuando recibió la encomienda de encarnar a un personaje que, históricamente, estaba condenado a la tragedia y el fracaso. Tampoco, luego de convertirse en uno de los referentes de la lucha libre mexicana a nivel internacional. Demostró que el miedo es nulo en la ruta hacia el estrellato.
El oriundo de Ecatepec, Estado de México figura como la versión más reciente y popular de Pentagón, uno de los rudos por excelencia en la historia de Lucha Libre Triple A. Durante la década de los noventa, la compañía se estableció en el pancracio de la mano de Octagón. El apodado como Amo de los Ocho Ángulos fungía como su estandarte; un ninja carismático, cobijado por el furor de las masas.
Y sí, como en cada trama de conflicto en el deporte-espectáculo, el chico bueno necesita a un antagonista para hacerse querer. Entonces, Triple A creó a Pentagón para competir con su gladiador privilegiado. Lo que la empresa jamás imaginó es que cargaría con la desgracia: iba encaminado hacia la gloria, aunque los diversos portadores del traje mantuvieron desenlaces fatales.
Jesús Andrade, el primer hombre en darle vida al personaje, sufrió una mala caída dentro de los encordados que derivó en un paro cardíaco; casi queda parapléjico, mas el retiro tocó temprano a su puerta. José Mercado, el continuador del nombre, gozaba de los reflectores como ningún otro. Incluso luchó frente a Los Gemelos Brenan, celebridades de la época, sólo que su chispa se esfumó sin razón aparente.
Ricardo Moreno, el último en adquirir la batuta, perdió la máscara contra su rival más odiado: Octagón. Bernabé García, que lucía la equipación de Pentagoncito en la categoría de luchadores minis, fue acusado de homicidio y encarcelado en Ciudad de México. El común denominador de Pentagón giraba en torno a la decepción y el sufrimiento, hasta que Triple A relanzó el concepto en 2012.
La promotora revivió la gresca entre sus ninjas, en virtud de sus juniors. ¿Quién en su sano juicio querría comprometerse a ampliar el legado de un personaje tan polémico? Era una moneda al aire. Implicaba una nueva posibilidad de quedar en el olvido. En su defecto, lo nunca antes visto: el triunfo, por encima de las adversidades y los infortunios.
Bajo el lema “Cero Miedo”, un joven que inició su carrera con los motes de Zairus y Dark Dragon fue el elegido para cumplir con la hazaña. El tiempo revalidó su decisión; no solo logró ser más prestigioso que sus antecesores, sino que culminó con una maldición que perduró por casi diecisiete años. Pentagón Jr. se consagró como un rudo de alto calibre en los cuadriláteros de México y Estados Unidos.
“Mucha gente me decía que no tomara el personaje porque era un nombre maldito, que me iba a pasar algo malo. Quería hacer algo corto que insinuara que no tenía miedo a lo que todo el mundo me decía. Como me gustan los corridos, hay un grupo (Los Buitres de Culiacán) que dice ‘Cero Miedo’. Se me quedó mucho esa frase”, aseguró en entrevista con El Escorpión Dorado.
El mantra de 'Cero Miedo', característico en sus apariciones, traspasó las fronteras del ring. Llegó a los emparrillados y las canchas de futbol. George Kittle, jugador de los 49ers de San Francisco, lo adoptó como parte de sus festejos después de ver las batallas del mexicano. Koke Resurrección, del Atlético de Madrid, replicó a Kittle. No conocía su origen, pero lo ejecutó en sus celebraciones de gol.
Pentagón Jr. no tuvo pánico de soñar. Dio un vuelco al pasado para concretar su destino. Pasó de ser el muchacho que vendía máscaras afuera de la Arena México junto a su hermano, el también luchador Rey Fénix, a extender su trabajo en promotoras extranjeras como Lucha Underground e IMPACT Wrestling. Había alguien más que el mítico Rey Mysterio allí afuera.
Su magnitud fue tan grande que peleó de manera simultánea en las archienemigas Triple A y el Consejo Mundial de Lucha Libre en 2018. Hoy es uno de los elementos constantes en las funciones de la corporación estadounidense All Elite Wrestling, además de un profeta en su tierra. Su lazo con la disciplina va más allá de sus presentaciones, pues también inauguró un gimnasio en su municipio natal.