Muchos pensaron que entrenador de gimnasia de Key Biscayne se pasó de la raya. ¿Por qué hablaron tan pocos?

Durante años, antes que Oscar Olea, entrenador de gimnasia de Key Biscayne, fuera arrestado por cargos de abuso sexual de menores, quienes pasaban tiempo a su alrededor se dieron cuenta de la forma a menudo inapropiada en que interactuaba con las menores a las que enseñaba.

Algunas de estas conductas eran sutiles: un vecino del complejo de apartamentos en el que Olea vivía con su madre contó a la policía que el entrenador, que entonces tenía veintitantos años, compraba café a sus alumnas y las llevaba a comer pizza, lo que parecía sobrepasar los límites de lo que él consideraba una relación normal entre el entrenador y las alumnas.

Pero otras veces, el vecino convertido en amigo dijo que Olea era mucho más descarado. En una ocasión, el vecino dijo que después de llamar a la puerta de Olea, este le respondió y le guiñó un ojo cuando se dio cuenta de que había una niña de 13 o 14 años en la cama de Olea, que estaba en la sala. Cuando el vecino se detenía en el parque Village Green, donde Olea era entrenador, dijo que veía a Olea “manipulando sus manos” y tocando indebidamente a las jóvenes en sus zonas genitales, “justo delante de los padres”.

“No sé cómo demonios se salía con la suya con este comportamiento porque realmente hacía alarde de ello. Quiero decir, literalmente caminaba por Crandon Boulevard con [una de las presuntas víctimas] de la mano”, dijo el vecino a la Policía de Key Biscayne en una entrevista en marzo.

Añadió en la entrevista que Olea se había jactado de tener relaciones sexuales con una de sus alumnas y que una vez le dijo que le habían sorprendido teniendo relaciones sexuales con una chica en su auto detrás de su edificio de apartamentos.

“Me lo confesó”, dijo el vecino a la Policía.

Oscar Olea entrenando al equipo de gimnasia competitiva en Leyva Gymnastics, en Kendall, el viernes 12 de enero de 2024.
Oscar Olea entrenando al equipo de gimnasia competitiva en Leyva Gymnastics, en Kendall, el viernes 12 de enero de 2024.

La entrevista del vecino, que fue dos semanas después del arresto de Olea, forma parte de la evidencia en el caso penal en curso y fue obtenida recientemente por el Miami Herald a través de una solicitud de registros públicos. El testimonio es la primera entrevista de este tipo realizada a alguien que pertenecía al círculo íntimo de Olea, y no a sus presuntas víctimas, sus padres u otras estudiantes que admiraban al entrenador. El Herald no da el nombre del ex vecino porque los reporteros no pudieron ponerse en contacto con él para que hiciera declaraciones.

Reportajes anteriores del Herald han documentado las fallas de la Policía y de los funcionarios de la villa en Key Biscayne a la hora de emprender acciones decisivas contra el entrenador, provocando un debate más amplio sobre cómo y por qué Olea se salió con la suya con el supuesto abuso durante tanto tiempo. Pero el vecino de Olea es uno de los muchos adultos que observaron el comportamiento inapropiado del entrenador con las menores y no intervinieron ni emprendieron acciones.

De los adultos que han hablado con el Herald, ninguno dijo haber visto abusos sexuales explícitos. Muchos tenían sospechas, pero nunca informaron del comportamiento a la Policía o a la línea directa para reportar abuso en de la Florida. Activistas a favor de sobrevivientes de abuso dicen que hay muchas razones por las que la gente no habla en estos casos, como la desconfianza en la Policía, los estereotipos sobre el aspecto de un depredador y las dudas o incredulidad que llevan a cuestionar la naturaleza de lo que vieron u oyeron.

Olea, acusado de seis delitos graves relacionados con abusos sexuales a menores, se ha declarado inocente. Su ex abogado negó previamente que hubiera incurrido en conducta sexual indebida; sus abogados actuales no respondieron a las solicitudes de declaraciones para este artículo.

Captura de pantalla de un post de Instagram de Flipout Workout. Estudiantes de gimnasia en la playa durante un entrenamiento con Oscar Olea.
Captura de pantalla de un post de Instagram de Flipout Workout. Estudiantes de gimnasia en la playa durante un entrenamiento con Oscar Olea.

Tras el escándalo de abuso sexual infantil en el que se vio involucrado el entrenador de football de Penn State, Jerry Sandusky, legisladores de la Florida aprobaron una ley en 2012 que imponía a la gente común una mayor responsabilidad a la hora de denunciar abusos a menores conocidos o sospechosos.

La Ley de Protección de Personas Vulnerables convirtió a todas las personas del estado en informantes obligatorios que deben llamar a la línea directa del estado o reportar electrónicamente el abuso infantil, incluido el abuso sexual, cuando sepan o sospechen razonablemente que está ocurriendo. La ley estatal permite a la mayoría de los informantes civiles realizar una denuncia de forma anónima.

El vecino de Olea, quien conoció al entrenador alrededor de 2011, dijo a los detectives que no se presentó en ese momento porque no confiaba en la Policía, una razón común por la que las personas no denuncian presuntos incidentes de abuso sexual infantil, según activistas.

“No podíamos hablar con la Policía de Key Biscayne en ese entonces porque no confiábamos en ellos”, dijo el vecino.

La gente también puede sentirse desincentivada para hacer denuncias debido a un sistema fallido que a menudo descuida investigar a fondo los reportes de agresión sexual, según Lauren Book, fundadora de Lauren’s Kids, una organización sin fines de lucro que trabaja para combatir el abuso infantil y que presionó a los legisladores para que aprobaran la legislación de 2012. Book, una senadora estatal demócrata, dijo que ha trabajado en campañas públicas con el Departamento de Niños y Familias (DCF), pero dijo que tenía que haber más conciencia en torno a la ley de 2012.

Debido a que el abuso sexual infantil es uno de los delitos menos denunciados, Book dijo que es imperativo que la gente haga denuncias.

“No hay margen de error cuando se trata de algo así”, dijo. “Es solo una llamada para salvar la vida de un niño”.

Jenny Coleman, directora de Stop It Now!, una organización sin fines de lucro comprometida con la prevención de los abusos sexuales a menores, dijo que la mayoría de la gente tiene prejuicios sobre el aspecto de un depredador y podría pasar por alto a alguien que no se parece al tipo “en un vehículo reteniendo al niño con la gabardina”.

“Ven a alguien, quizá con autoridad, alguien que es realmente simpático y amable y servicial y que se preocupa por los niños. Nunca pudiera ser alguien que abusa”, dijo Coleman.

Las personas también podrían ser escépticas sobre si alguien en una posición de autoridad, como un entrenador, realmente está abusando de un menor y podrían cuestionarse a sí mismas por qué sospechan de esa persona.

El vecino de Olea contó a la Policía algo parecido sobre lo que se le pasaba por la cabeza cuando se cruzaba con Olea en el Village Green: “Lo observaba en la forma en que tocaba sutilmente a esas chicas”, relató el vecino.

“Y seguía cuestionándome —lo es— no soy gimnasta, pero sé que si tocas los genitales de una mujer para equilibrarlas o para hacer lo que sea que estén haciendo, eso no suena bien”.

El parque Village Green en 450 Crandon Blvd. en Key Biscayne, donde Oscar Olea enseñaba gimnasia.
El parque Village Green en 450 Crandon Blvd. en Key Biscayne, donde Oscar Olea enseñaba gimnasia.

Señales de advertencia

En septiembre y octubre de 2023, dos alumnas de Olea —una de 7 años y otra de 4— se quejaron con sus padres de que Olea las tocaba de forma indebida mientras les enseñaba gimnasia en su estudio. Las familias de las dos niñas llevaron las quejas a la Policía y se abrió una investigación sobre el asunto, pero no se presentaron cargos. Para entonces, los rumores sobre los presuntos abusos se habían extendido y Olea había cerrado su estudio de Key Biscayne, Flipout Workout.

Tras el cierre de ese caso, el Herald publicó en enero una investigación basada en entrevistas con tres mujeres que dijeron haber sufrido abusos por parte de él en el pasado. Días después, las tres mujeres que habían hablado con el Herald acudieron a la Policía de Key Biscayne para denunciar los abusos. El 28 de febrero, Olea fue arrestado.

Muchos adultos han dicho que presenciaron u oyeron hablar de conductas inapropiadas por parte de Olea durante años antes de su arresto.

Camilo Sánchez, propietario de American Gymsters, donde Olea trabajó anteriormente, dijo que una vez vio a Olea estirando a una joven estudiante de manera sexual. En ese momento, le dijo a Olea que no volviera a hacerlo.

Geysa Guarconi, quien era gerente del mismo gimnasio, dijo al Herald que veía a adolescentes esperando en el gimnasio a que Olea saliera del trabajo para pasar el rato con él. Dijo que los padres sospechaban que Olea proporcionaba alcohol a las jóvenes y que otros pensaban que era demasiado cariñoso con las estudiantes.

“No hice nada al respecto porque lo oí de otra persona pero no lo vi”, dijo.

Sánchez dijo que más tarde despidió a Olea por cargar a una adolescente de manera indebida.

Antes de abrir su propio estudio en 2021, Olea entrenó en tres escuelas religiosas dee Key Biscayne. Hubo un incidente en la Key Biscayne Community Church School, donde un padre dijo que Olea había actuado indebidamente con su hija mientras tomaba clases. El padre pidió que se despidiera a Olea. Pero la entonces directora Diane Cellura dijo al Herald que revisó la grabación de la cámara y no vio nada indebido.

Padres de estudiantes recientes de Olea también dijeron al Herald que se sentían incómodos cuando veían a Olea con chicas jóvenes sentadas en su regazo antes y después de clase. Varios dijeron que le hicieron saber que se sentían incómodos con eso.

Coleman, la directora de Stop It Now!, dijo que es importante establecer ese tipo de límites y decirle a una persona cuando se pasan del limite, ya que da a un posible agresor aviso de que está siendo observado y debe adaptar su comportamiento en consecuencia.

Coleman también dijo que es importante que los lugares de trabajo, especialmente aquellos en los que hay niños, tengan normas explícitas sobre el comportamiento adecuado para que los empleados sepan claramente cuál es el comportamiento correcto y cuál el incorrecto.

Flipout Workout en 971 Crandon Blvd, en Key Biscayne, el miércoles 3 de enero de 2024.
Flipout Workout en 971 Crandon Blvd, en Key Biscayne, el miércoles 3 de enero de 2024.

El vecino que habló con los detectives sobre Olea dijo a la Policía que le parecía alarmante que Olea nunca pareciera salir con mujeres de su edad y solo pasara tiempo con chicas mucho más jóvenes. En su entrevista, el vecino, que ahora tiene 53 años, dijo que Olea alardeaba de mantener relaciones sexuales con una de las presuntas víctimas del caso, que previamente había declarado al Herald que tenía 12 años cuando comenzaron los abusos.

“De hecho, me decía que no podía parar. Que era adictivo, las diferentes posiciones sexuales en que ... él la ponía porque ella era muy flexible”, dijo el vecino, “así que, ¿cuál es la frase que estoy buscando? Ágil, supongo, porque era gimnasta”.

El vecino dijo que vio a Olea con la niña a menudo, incluyendo la vez en el apartamento de Olea, donde vio a Olea abrazando a la niña en su cama, ambos vestidos. Pero dijo que nunca vio nada explícitamente sexual entre los dos.

“No presencié ningún contacto sexual”, dijo. “Pero contacto inapropiado. Sí”.

Sin embargo, Olea sí le contó que una vez lo sorprendieron teniendo relaciones sexuales con la chica en su auto, declaró el vecino a la Policía. Era la misma menor que el vecino había visto en la cama de Olea.

La chica a la que se refirió el vecino dijo al Herald que no recordaba claramente ese suceso, pero sí recuerda varias ocasiones en que Olea abusó de ella dentro de su auto. Dijo que ha estado tratando de no pensar en todo lo que le pasó hasta que tenga que hacerlo por el caso.

“Siento que inconscientemente olvidamos, o intentamos olvidar”, dijo.

El vecino dijo a los investigadores que Olea lo intimidaba y que sentía que no podía decir nada. Dijo que en ese entonces no confiaba en la Policía de Key Biscayne, aunque no explicó porqué.

La ley de denuncia obligatoria de la Florida exige que toda persona que tenga conocimiento o sospechas razonables de un abuso lo denuncie a las autoridades. Quienes denuncian no tienen la misión de investigar los abusos, pero se les anima a denunciar las sospechas aunque no haya evidencia clara. A partir de las denuncias, las autoridades pueden iniciar su propia investigación.

Aunque los sistemas de denuncia no son perfectos, es esencial que las personas denuncien los abusos cuando los presencien o sospechen que se están produciendo, dijo Book.

“Todos tenemos que pensar que cuando vemos algo que nos incomoda, tenemos que denunciarlo”, dijo.

Al final de su entrevista con los detectives, el vecino dijo a la Policía que esperaba que gestionaran adecuadamente el caso penal pendiente.

“Por favor, no lo estropeen. Porque, en serio, acabo de leer en el Herald un reportaje de lo ocurrido. Y el Herald parece estar recibiendo muchas noticias últimamente. Y los está haciendo quedar mal. Acabemos con esto, hombre. ... No estropeemos esto”.