Este pelotero cubano no jugó en Grandes Ligas, pero le robó el show a Babe Ruth en su histórico viaje a La Habana

Cuba fue la segunda potencia del béisbol profesional y la primera en el campo amateur desde principios del pasado siglo hasta que un día del año 1961 a Fidel Castro se le ocurrió eliminar lo que era la más grande tradición deportiva, la Liga Invernal Cubana con sus famosos equipos Leones del Habana, Alacranes del Almendares, Elefantes de Cienfuegos y Tigres de Marianao.

En la isla jugaron estrellas de las Ligas Negras de Estados Unidos y del béisbol de Grandes Ligas; entre ellos Ty Cobb, Jimmy Fox, Josh Gibson, Cool Papa Bell, Ted Williams, Buck Leonard, Oscar Charleston, Mel Ott, Duke Snider y Jackie Robinson, por solo mencionar a 10 de ellos.

También visitaron la capital cubana equipos famosos de Grandes Ligas que iban a entrenar todos los años y celebraban partidos amistosos frente a elencos profesionales del país: Tigres de Detroit, Gigantes de Nueva York, Atléticos de Filadelfia, Medias Rojas de Boston y Dodgers de Brooklyn, entre otros.

El desarrollo beisbolero era tan grande que no solo se limitaba a la presencia de equipos y peloteros.

Cuba también tuvo sus propias novenas jugando en las Ligas Negras de Estados Unidos (Cuban Stars, New York Cubans), en Ligas Menores con los Havana Cubans en Clase A’ donde conquistaron varios torneos y en nivel Triple A con los Cubans Sugar Kings que fueron campeones en 1959 bajo la dirección de Preston Gómez.

La sede de los juegos de los Cubans Sugar Kings fue el Estadio del Cerro inaugurado el 26 de octubre de 1946. El lema de este equipo fue: “Un paso más y llegamos’.Al eliminarse el profesionalismo en 1961 se perdió la oportunidad de tener un propio equipo en Ligas Mayores que se le iba a llamar “Havana’’.

La franquicia se le otorgó a Canadá en las ciudades de Toronto y Montreal.

Aquí se inició el declive beisbolero de la que fue la segunda potencia del mundo en este deporte, que con el paso del tiempo dicha crisis fue creciendo hasta llegar al momento actual donde no ocupa ni la sexta posición como potencia a nivel de torneo nacional.

Y aunque Cuba sigue teniendo grandes estrellas, la mayoría de esos jugadores tienen que abandonar la tierra donde nacieron en busca de mejoramiento económico y profesional en Grandes Ligas; y los que no lo hacen en este béisbol tratan de lograr un contrato en la pelota de Japón.

LA VISITA DE BABE RUTH A CUBA

Hoy, también queremos recordar en breve síntesis la primera visita a La Habana de uno de los más grandes bateadores de todos los tiempos, Babe Ruth, el llamado “Sultán de la Estaca”.

Ocurrió en 1920 cuando el promotor cubano Abel Linares invitó a Ruth para que actuara en 10 partidos en Cuba por la suma de $20,000, además de todos sus gastos, los de su esposa y su agente personal John Igoe.

¿Cuáles equipos pasan a playoffs y quiénes se llevan los grandes premios? Una mirada al final de temporada en Grandes Ligas

Ruth aceptó la oferta y llegó a La Habana como refuerzo de los Gigantes de Nueva York dirigido por John McGraw, equipo que jugó otros dos partidos en Santiago de Cuba.

En su tiempo libre en La Habana, Ruth visitó el Hipódromo Oriental Park ubicado en la ciudad de Marianao, así como el Jai Alai situado entre las calles Concordia y Lucena.

Los Gigantes celebraron sus partidos frente a los equipos Habana y Almendares en el viejo Almendares Park.

Los choques en Santiago de Cuba se efectuaron en el Cuban Park. Ruth llegó a Cuba el 30 de octubre y se alojó en la habitación número 216 del Hotel Plaza, en La Habana.

Según la información que consta en este momento, dicha habitación se mantiene igual a como Ruth la encontró y sirve de atracción turística para los visitantes.

En total se jugaron nueve juegos en el Almendares Park, el otro fue cancelado por la lluvia.

Ruth terminó esta serie con average de .345 (29-10), con dos cuadrangulares, un triple y un doblete.

Tras su show en Miami muchos ubican a Ohtani como el mejor pelotero de la historia. ¿Merece esa corona el japonés?

El público llenó por completo el Almendares Park para ver a Ruth, quien era el más grande jonronero de la época y que había dado 54 en la temporada de 1920 con los Yankees de Nueva York.

Pero el protagonista más destacado fue el cubano Cristóbal Torriente que tuvo un promedio de .400 (35-14) y conectó cuatro jonrones.

Mientras que en el pitcheo el más destacado fue José de la Caridad Méndez, conocido como “El Diamante Negro’’.

Al concluir la serie el mánager de los Gigantes dijo lo siguiente: “Si pintamos de blanco a Cristóbal Torriente y a José Méndez, ambos serían grandes estrellas de Grandes Ligas’’.

Mientras que Ruth indicó: Con Méndez y Torriente en mi equipo de los Yankees, ganamos el campeonato un mes antes de terminar la temporada y nos vamos a pescar en espera de jugar la Serie Mundial’’.

Torriente, conocido también como “El Bambino Cubano’’ por las dimensiones y fortaleza de sus batazos, fue un jardinero central que poseía las cinco herramientas de un jugador considerado superestrella: poder, tacto, velocidad, brazo poderoso y defensa excelente.

¿Quiénes son los mejores peloteros por posición en la historia de los Yankees? Un vistazo a la selecta lista

Nació en la ciudad de Cienfuegos y está considerado uno de los más grandes bateadores cubanos de todos los tiempos, tanto en la isla donde mantiene el récord de mejor promedio del béisbol profesional, como en Estados Unidos (Ligas Negras) donde brilló con los Chicago American Giants y Monarcas de Kansas City.

Por su brillante labor fue elegido en el 2006 al Salón de la Fama en Cooperstown compartiendo honores en este recinto sagrado con otros cinco cubanos: Martín Dihigo (1977), Tany Pérez (2000), José Méndez (2006), Tony Oliva (2022) y Orestes Miñoso (2022).