Gigante cubano tropieza de nuevo con la misma piedra del grappling y vuelve a generar dudas en la UFC

Si la primera derrota de Robelis Despaigne fue recibida con cierta sorpresa, esta segunda viene seguida de un gran signo de duda. Una vez más, el gigante cubano no pudo encontrar la respuesta adecuada para el grappling de Austen Lane.

Si la primera derrota de Robelis Despaigne fue recibida con cierta sorpresa, esta segunda viene seguida de un gran signo de duda. Una vez más, el gigante cubano no pudo encontrar la respuesta adecuada para el grappling de su oponente y lo pagó con el fracaso.

Austen Lane, un peleador que para nada puede considerarse de élite, superó este sábado en el Apex Center de Las Vegas a Despaigne por la vía de la decisión unánime al imponer su tren de pelea, apoyado en una lucha contra la cual el antillano exhibió alguna mejoría, pero no un cambio fundamental.

Aún no se sabe cuál es el próximo paso de Despaigne ni su futuro en la UFC, pero no cabe duda de que luego de tres peleas y a sus 36 años el momento no luce muy promisorio para el hombre que llegó a la empresa bajo la promesa de nocauts impresionantes.

Si en su primera presentación cumplió su palabra al disponer de Josh Parisian en la UFC 299 efectuada en Miami, luego fue expuesto por Waldo Acosta-Corttez, quien anuló el juego de pie de Despaigne al mantenerlo pegado a la lona del octágono.

Despaigne intentóe expandir sus herramientas y para eso viajó al gimnasio American Top Team en busca de mejores sparrings para redondear su grappling, y unque exibió ciertos elementos de defensa algo efectivos, no fueron suficientes para detener el plan de Lane.

Los tres jueces otorgaron boletas idénticas de 29-28, 29-28, 29-28 que reflejan claramente lo sucedido en el Apex, pues Lane se llevó el primer y tercer asaltos con la presión contra la jaula y los derribos, mientras que Despagine ganaba el segundo con golpes efectivos.

A diferencia de otras ocasiones en que Despaigne salía a buscar el nocaut de inmediato, ahora se le vio más paciente, pero eso también le dio tiempo a Lane para fijar sus derribos, aprovechando ciertos titubeos de su oponente para ir sumando minutos de control.

No se puede negar que Robelis tuvo cierto éxito en levantarse y pegarse contra la cerca, pero al final Lane sabía que esa era su única vía de triunfo y siguió insistiendo en los derribos para sacar la ventaja necesaria, sobre todo en el último asalto, cuando el takedown llegaba a mitad del round.

Habrá que ver, ahora, qué designios tiene la UFC para Despaigne, pero si realmente desea permanecer dentro de la organización por un tiempo largo, deberá trabajar mucho más para evitar que cualquiera de esos agarres de grappling estrangule sus sueños de guerrero.