Sin Pelé el fútbol en Estados Unidos no sería lo que es hoy

El fútbol en Estados Unidos jamás hubiera alcanzado el gigantesco desarrollo que luce ahora sin la presencia de Pelé, expresó Tom Mulroy, exorganizador de la Copa Latina y uno de los principales difusores del balompié en el sur de la Florida, tras conocerse la muerte del mítico jugador este jueves a los 82 años.

“Si ahora la MLS se encuentra en plena bonanza, si millones de niños practican el fútbol en Estados Unidos y si este deporte es uno de los de mayor impacto en el país todo eso se debe a Pelé”, explicó Mulroy, de 66 años.

“Cuando él llegó en 1975 nadie jugaba fútbol en Estados Unidos y él lo convirtió en un pasatiempo nacional”.

El entonces secretario de Estado Henry Kissinger fue uno de los artífices de la contratación de Pelé por el Cosmos de Nueva York.

Foto de archivo. Pelé firma una foto suya para una publicidad relativa a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, en el estudio Wynwood de Romero Britto en Miami, el 28 de abril de 2014.
Foto de archivo. Pelé firma una foto suya para una publicidad relativa a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, en el estudio Wynwood de Romero Britto en Miami, el 28 de abril de 2014.

Muchos años atrás, ante la avidez de los grandes clubes de fútbol mundial por contratar al astro, el gobierno de Brasil lo había declarado Patrimonio Nacional y el Santos FC no podía transferirlo a ningún club del extranjero.

Según documentos oficiales recién desclasificados por la CIA, Kissinger allanó las barreras bajo el argumento de mejorar las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, que entonces estaban en un punto bajo.

Pelé debutó con la camiseta del Cosmos en un partido de exhibición contra el Tornado de Dallas, en Nueva York. Todos los periódicos del país, la radio y televisión empezaron a ocuparse del fútbol.

Tom Mulroy, de los Toros de Miami, marca a Pelé, del Cosmos de Nueva York, en una partido de la NASL, el 10 de agosto de 1976 en Nueva York.
Tom Mulroy, de los Toros de Miami, marca a Pelé, del Cosmos de Nueva York, en una partido de la NASL, el 10 de agosto de 1976 en Nueva York.

“En estos momentos estoy escribiendo un libro sobre mi trayectoria en el fútbol y gran parte de este trabajo lo dedico a lo mucho que Pelé influyó en mi vida”, comentó Mulroy. “En realidad, todos los niños de mi época se sintieron impactados por Pelé”.

Mulroy jugaba con los Toros de Miami, que luego se convertirían en los Strikers de Fort Lauderdale, en la North American Soccer League, la primera liga de fútbol profesional de Estados Unidos que se formó con la contratación de grandes astros, además de Pelé, como Franz Beckenbauer, Giorgio Chinaglia, Johan Cruyff, Carlos Alberto, Gerd Muller, Gordon Banks, George Best, Ramón Mifflin, Teófilo Cubillas, Elías Figueroa y Marinho, entre muchos otros.

“Tengo muy frescos todos los hechos y fechas del paso de Pelé por Estados Unidos porque he estado revisando los archivos para mi libro”, comentó Mulroy. “Y recuerdo vivamente cuando lo enfrenté con los Toros contra el Cosmos el 10 de agosto de 1976, en Nueva York”.

Era un partido en el que Cosmos se jugaba su clasificación a los playoffs. El estadio lucía un lleno total. Cuenta Mulroy que en encuentros anteriores la gente esperaba el pitazo final para meterse a la cancha y despojar a Pelé de su camiseta, las medias, etc. y dejarlo virtualmente en calzoncillos. A veces, incluso, se ponía en peligro la integridad del brasileño.

Para evitar esas angustias, a falta un par de minutos para el pitazo final, Pelé se acercaba a la línea más cerca a la vía que conducía a los camerinos y cuando todos pensaban que iba a hacer un saque de banda se escapaba de la cancha para evitar a la multitud.

“Esa noche Pelé nos marcó un gol al primer minuto de juego y el entrenador me llamó y me dijo que lo siguiera a donde fuera”, recordó Mulroy. “Mis compañeros me decían: ‘pégale, patéalo’’’.

Mulroy confiesa que no hizo nada de eso.

“Hubiese sido desleal, no lo dejé respirar, es cierto, pero no lo golpeé y aún así Pelé hizo un golazo de bicicleta”, afirmó Mulroy.

Con la selección, Pelé dejó su imagen más perdurable

“La gente estaba enloquecida. Dos minutos antes del final, Pelé se arrimó a un costado para escapar del público que le aguardaba. Yo estaba cerca y me llamó. Me acerqué, se sacó su camiseta rápidamente, me la entregó y se fue corriendo a los camerinos ante la sorpresa de la gente y yo me quedé paralizado”.

Muchas veces Mulroy afirma que piensa en ese gesto de Pelé y cree que se debió a un acto de aprecio por el hecho de que había sido marcado de manera leal.

“Pelé era un caballero dentro y fuera de la cancha”, aseguró Mulroy.

“Era un auténtico embajador. No solo respetaba a los compañeros y rivales. También a la gente que trabajaba en el club, desde el operario de asuntos básicos hasta el más alto ejecutivo. Por eso su muerte duele tanto, aunque su legado lo sobrevivirá por siempre”.