Peña cumple primer mes en el poder con nuevo estilo en lo interno y desencuentros externos

Asunción, 15 sep (EFE).- El presidente de Paraguay, Santiago Peña, cumple este viernes su primer mes en el poder con una mayor presencia mediática que su antecesor y un estilo de Gobierno apuntalado en lo interno por un equipo de tecnócratas y marcado externamente por las discrepancias con Argentina.

Peña juró el pasado 15 de agosto como el décimo presidente de la era democrática del país. Se trata del tercer Gobierno consecutivo del Partido Colorado, que ha estado en el poder desde 1947, salvo durante la gestión del izquierda Fernando Lugo (2008-2012) y su sucesor Federico Franco (2012-2013).

Respaldado por la facción Honor Colorado, que comanda el expresidente Horacio Cartes (2013-2018), Peña, un economista, exministro y exfuncionario de organismos internacionales, ha marcado distancia de su antecesor, Mario Abdo Benítez, de un talante más discreto y menos proclive a la exposición en medios.

Caras conocidas y nuevas estructuras

El nuevo gobernante definió en los días previos a su investidura un equipo de ministros al que advirtió que no tiene "margen de error".

Entre los designados destacan la economista y exministra Lea Giménez, actual jefa del Gabinete Civil; el exsenador y antiguo ministro Enrique Riera -titular del Ministerio del Interior-, y el economista y diplomático Rubén Ramírez, al frente por segunda ocasión en su carrera del despacho de Relaciones Exteriores.

También está el economista y exdirector del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos, quien asumió el Ministerio de Hacienda, hoy ministro de Economía y Finanzas.

Ha sido precisamente en el área económica donde Peña ha buscado imprimir un nuevo cariz.

La nueva cartera de Economía y Finanzas, por ejemplo, unificó las funciones del Ministerio de Hacienda, la Secretaría de la Función Pública y a la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social.

Por otra parte, fue creada la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, que fusionó la Dirección Nacional de Aduanas y la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).

También el Ministerio de Relaciones Exteriores emprendió un proceso "de revisión de perfiles" y "reestructuración institucional", por el cual fueron retirados 85 funcionarios consulares y entraron bajo análisis otros 319 cargos.

Con el mandatario al frente, el Ejecutivo llegó a un acuerdo con los otros poderes del Estado para elaborar una estrategia nacional contra la corrupción que será presentada en noviembre próximo.

De igual forma, Peña anunció que la estatal Petróleos Paraguayos (Petropar) bajó el precio de los combustibles y del gas licuado de uso doméstico, una de sus principales promesas de campaña.

Además, su Gobierno presentó el 31 de agosto un presupuesto para 2024 por 112,5 billones de guaraníes (unos 15.400 millones de dólares), superior en un 7 % al actual.

Este martes, remitió al Congreso un proyecto de medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas, que prevé, entre otros, nuevos financiamientos para saldar deudas y elevar el déficit fiscal hasta un máximo del 4,1 % del producto interior bruto (PIB).

Turbulencias externas

Sin embargo, el panorama externo se ha visto agitado por la disputa con Argentina a raíz del peaje en la hidrovía Paraguay-Paraná, por donde atraviesa un 80 % de la carga paraguaya.

El Gobierno de Peña ha protestado por la retención de embarcaciones en esa arteria fluvial y anunció que acudirá a instancias internacionales junto con Brasil, Bolivia y Uruguay en busca de revertir la medida.

De igual forma, aumentó el retiro de la energía producida por la hidroeléctrica de Yacyretá, que ambos países comparten.

En estas semanas han visitado Asunción los ministros de Economía y Transporte de Argentina, Sergio Massa y Diego Giuliano, y una comitiva encabezada por la secretaria de Energía de ese país, Flavia Royon.

Para la historiadora Milda Rivarola, las relaciones internacionales constituyen "el aspecto más preocupante" del nuevo Ejecutivo.

En diálogo telefónico con EFE, Rivarola señaló que el Gobierno paraguayo ya tenía "problemas" con el Departamento de Estado de EE.UU. a raíz de las sanciones contra dirigentes como Cartes y el exvicepresidente Hugo Velázquez por presuntos hechos de corrupción, así como con la Unión Europea (UE) por la posible derogación de un acuerdo de cooperación.

"Y ahora entra un conflicto con la Argentina", apuntó.

Rivarola consideró que esto está acompañado por "discurso ultranacionalista" y de "revisionismo histórico" que "da la impresión de que es más un discurso para adentro que para afuera".

En todo caso, aclaró que es muy poco el tiempo para hacer una evaluación, ya que los ministros "apenas se están sentando en sus sillones".

Laura Barros

(c) Agencia EFE