Que pase unas Navidades de miedo: Explicamos el folclore europeo más extraño

Que pase unas Navidades de miedo: Explicamos el folclore europeo más extraño

Es posible que haya oído hablar del Grinch, el Yin malvado del Yang benévolo de Papá Noel, pero hay algunas tradiciones navideñas muy extrañas en Europa que podrían haber pasado desapercibidas.

He aquí cinco de nuestras favoritas. En este caso, por favoritas nos referimos a las que provocan pesadillas y no son abiertamente racistas. Así que, en esta ocasión, la figura del Zwarte Piet de los Países Bajos, no se encuentra en esta lista. No obstante, incluimos una tradición más afable, por aquello de la alegría.

Le Père Fouettard (Francia - Bélgica - Suiza)

Le Père Fouettard.
Le Père Fouettard. - Wikimedia Commons

El 'Père Fouettard', literalmente 'Padre Azotador', es un personaje encapuchado y barbudo que actúa como el terrorífico ejecutor de San Nicolás. Cada 6 de diciembre, castiga a los niños traviesos con trozos de carbón y tocatas. Además, le encanta el ruido, ya que su presencia suele ir acompañada de chasquidos de látigos, campanas, cascabeles y sonido de cadenas.

PUBLICIDAD

La tradición se remonta a 1252, cuando un posadero capturó a tres niños ricos que iban a matricularse en un internado religioso. Deseosos de robarles, él y su mujer los drogaron, asesinaron y descuartizaron, guisándolos después en un barril. Al descubrirlo, San Nicolás resucitó a los niños y volvió a reunirlos.

Patrón de los niños y mago en lo que a hilo y aguja se refiere, San Nicolás maldijo entonces al posadero y lo condenó a una eternidad de penitencia por los asesinatos, transformando su cuerpo en una figura sombría destinada a servir a su lado. Así nació el 'Père Fouettard'.

El cuento tiene sus variantes y sus lagunas argumentales, ya que castigar a un asesino de niños haciéndole maltratar a niños que se portan mal, durante toda la eternidad, suena un poco disparatado y poco propio de una maldición. ¿No habría sido mucho más fácil evitar que fueran drogados y desmembrados, desde el principio? Desde entonces, el cuento ha aparecido en la cultura popular en películas, libros y en la famosa canción de Jacques Dutronc, 'La Fille du père Noël', que describe el enamoramiento del hijo del 'Père Fouettard' por la hija de Papá Noel.

La bruja Befana (Italia)

La bruja Befana.
La bruja Befana. - X

En Italia, una bruja montada en una escoba, llamada Befana, reparte dulces y regalos a los niños buenos y castiga a los malos. Cuenta la leyenda que la bruja se perdió el nacimiento de Jesús y, desde entonces, sale de ronda del 5 de enero, víspera de la Epifanía, como penitencia.

PUBLICIDAD

Se la representa con los ojos ardientes, los dientes afilados, una lengua cortante y la cara llena de hollín, ya que baja por las chimeneas para llevar a cabo su labor. Muchos creen que el nombre de Befana deriva de la versión italiana de la palabra griega 'epifania' o 'epiphaneia', y se queman efigies suyas para burlarse de ella. De nuevo, una pena muy dura. Todo esto, porque se perdió una cita señalada.

Krampus (Austria - Alemania)

Imagen de la 'Carrera de Krampus' en Austria.
Imagen de la 'Carrera de Krampus' en Austria. - Ronald Zak/AP

Mitad cabra, mitad demonio, este personaje de terror, antropomórfico, es el homólogo de San Nicolás y el hijo de Hel, el dios nórdico del inframundo. Krampus, cuyo nombre procede de la palabra alemana que significa garra, aparece el 5 de diciembre y es conocido como Krampusnacht. Golpea a los niños traviesos e incluso los secuestra.

La Iglesia católica intentó prohibirlo por su parecido con el diablo, y los nazis llegaron a prohibirlo por sus orígenes paganos. A día de hoy, todavía se celebran desfiles tradicionales en honor a Krampus, especialmente la Krampuslauf (carrera de Krampus), en la que personas disfrazadas con el atuendo del personaje intentan asustar a los más pequeños con sus payasadas.

PUBLICIDAD

Krampus también ha resurgido culturalmente en la televisión, el cine y los videojuegos. El personaje ha aparecido en episodios de Scooby Doo y American Dad!, en la película de terror de 2015, 'Krampus', protagonizada por Adam Scott y Toni Collette, así como en una serie de secuelas, para algunos mediocres, como 'Krampus: The Reckoning', 'Krampus Unleashed', 'Krampus: The Devil Returns', e incluso 'Mother Krampus'.

Jólakötturinn (Islandia)

 Jólakötturinn.
Jólakötturinn. - reykjavik.is

En el centro de Reikiavik, en la plaza Lækjartorg, hay una gigantesca escultura iluminada de un gato llamada Jólakötturinn. Parece una figura encantadora, pero este 'Gato de Navidad', que se come a los niños, tiene una oscura historia de fondo. Según cuenta la leyenda, el felino gigante se come a los niños que no reciben ropa nueva por Navidad. Su historia se remonta a 1932, cuando Jóhannes úr Kötlum, poeta islandés, escribió sobre el 'Gato de Navidad' en su libro 'Jólin koma' ('Se acerca la Navidad').

Su poema describe a un gran minino de ojos brillantes que vaga por el campo, yendo de casa en casa en busca de niños a los que comerse, en caso de que estos no lleven puesta la ropa nueva que les regalaron por Navidad. Para evitar este destino, los niños deben hacer sus tareas para que se les considere lo bastante buenos como para recibir ropa nueva, aunque sea un modesto par de calcetines nuevos, para permanecer entre los vivos. Además, deben agradecer los regalos que reciben.

PUBLICIDAD

Con el tiempo, se convirtió en un cuento moral que afirma que todos debemos ayudarnos unos a otros en el espíritu de esta temporada, no olvidar los lujos que podríamos estar dando por sentados, y ayudar a los menos afortunados con gestos pequeños pero vitales. De lo contrario, asistiremos al macabro festín de Jólakötturinn.

Los Kallikantzaroi (Grecia - Bulgaria - Serbia)

Los Kallikantzaroi son pequeños duendes peludos que viven bajo tierra la mayor parte del año, donde intentan provocar el apocalipsis serrando el 'Árbol del Mundo', o 'Yggdrasil' en la mitología nórdica. Esta puede parecer una historia nefasta, pero todo el mundo necesita un pasatiempo.

El día de Navidad y las doce noches siguientes, los duendes tienen permiso para vagar por la Tierra, donde intentan entrar en las casas de la gente y gastarles bromas. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de evitar encontrar restos de sus defecaciones en nuestras camas o en una casa, ahora desordenada? La tradición indica que hay que colgar un hueso de mandíbula de cerdo en el marco de la puerta.

Otra opción es poner un colador en el umbral de la puerta, ya que esto distraerá a los Kallikantzaroi cuando se paren a contar los agujeros. Al parecer, solamente pueden contar hasta dos. Así que, eso los mantendrá ocupados durante las doce noches antes de que sean enviados de vuelta a un 'Árbol del Mundo' que está curado, y comiencen su infructuoso empeño de cortar su tronco durante otro año. Ante estas historias poco afables, siempre hay sitio para una costumbre más amable y popular en algunas zonas del sur de Europa.

El tronco que defeca caramelos y regalos

Tió de Nadal.
Tió de Nadal. - Wikimedia Commons

El 'Tió de Nadal' es un tronco de madera decorado con una cara que se alimenta de golosinas durante todo el mes de diciembre. En Nochebuena, en Cataluña y Andorra, los niños golpean el tronco con palos y cantan canciones tradicionales para que defeque dulces y regalos. Una de las canciones dice así: "¡Caga tió, caga torrons, d'avellanes i pinyons. No caguis arengades, que són massa salads. Caga torrons, que són més bons"! Aunque suene extraño, no es muy raro.

Paseando por los mercados navideños de Cataluña, acabará tropezando con un 'Caganer', una figura de un hombre al que se le ve el trasero, que lleva un gorro rojo tradicional catalán, conocido como barretina. La figura del 'Caganer' representa tradicionalmente a un campesino en cuclillas, con los pantalones bajados y el trasero al descubierto, en posición de defecar. En Navidad, esta figura en miniatura se colocan en los tradicionales 'Portales de Belén' cerca de María, José y el Niño Jesús.

Las heces y la defecación son habituales en el folclore catalán, incluida la popular frase catalana que suele decirse antes de una comida: "Menja bé, caga fort i no tinguis por a la mort!", que se traduce como: "¡Come bien, defeca fuerte y no tengas miedo a la muerte!". Esta tradición no pretende ser blasfema, sino más bien, trata de representar una fuente de suerte y prosperidad para el nuevo año. Una teoría sugiere que el 'Caganer' representa la fertilidad y la fecundación de la tierra, por lo que es símbolo de prosperidad y buena salud.

Así, resulta que a Europa le encantan las figuras de personajes en posición de defecar, ya que el 'Caganer' no es el único personaje de este tipo que se puede encontrar en el Viejo Continente. En Italia, concretamente cerca de la zona de Nápoles, se puede tropezar con el 'Cacone' o 'Pastore che caca', una figura similar. Situado, también, en el belén napolitano, es símbolo de buena suerte y del milagro del nacimiento. Del mismo modo, los franceses tienen al denominado 'Père la Colique' y los portugueses al 'Cagões'.