El Líbano logra un jefe de Estado dos años y una guerra después

Noemí Jabois

Beirut, 9 ene (EFE).- Tras más de dos años de vacío en la Presidencia del Líbano, el hasta ahora jefe del Ejército, Joseph Aoun, fue nombrado este jueves para un mandato de seis años, que arrancó comprometiéndose a reconstruir el país tras la guerra con Israel y a no permitir armas en manos de actores no estatales.

El Parlamento, que no había sido convocado para una votación presidencial desde junio de 2023 pese a la urgencia de la decisión, realizó esta mañana un primer intento fallido de elección, pero consiguió otorgar votos suficientes a Aoun en una segunda vuelta apenas dos horas más tarde.

El comandante militar, de 60 años, logró recabar entonces el apoyo de 99 de los 128 diputados de la Cámara, sobrepasando holgadamente la mayoría de dos tercios necesaria para salir elegido.

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Según el recuento en directo sobrepasó esa marca mínima, el Parlamento erupcionó en aplausos, y fuegos artificiales y tiros al aire comenzaron a resonar por Beirut para celebrar un hito que el país esperaba como agua de mayo desde que expirara el mandato del anterior presidente en octubre de 2022.

Promesas de reconstrucción

Aoun asume la jefatura de Estado a apenas dos semanas de que expire un acuerdo de alto el fuego con Israel, que puso fin a la intensa campaña de bombardeos que golpearon amplias zonas del Líbano entre el 23 de septiembre y la entrada en vigor del pacto el pasado 27 de noviembre.

Según sus estipulaciones, el grupo chií Hizbulá debe retirarse de las áreas fronterizas del sur del Líbano en un plazo de 60 días y el Ejército libanés debe reforzar su presencia allí para, entre otras cosas, velar por que ningún actor no estatal posea armas en la sensible región.

"Como presidente del Consejo Supremo de la Defensa, mi trabajo es enfatizar el derecho del Estado a tener el monopolio de las armas", sentenció el nuevo mandatario durante un discurso en el Parlamento, donde estaban presentes los legisladores del movimiento político y armado.

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A la espera de ver si las partes cumplirán con su compromiso en el acuerdo antes de finales de enero y entre expectativas de que se renueve por otros dos meses, Aoun también anunció su intención de trazar una nueva política de seguridad para disuadir al Estado judío en la próxima etapa.

"Discutiremos una estrategia de defensa completa a nivel diplomático, económico y militar que permita al Estado libanés destituir a la ocupación israelí y disuadir su agresión”, dijo en su intervención, nada más salir elegido.

Asimismo, se comprometió a reconstruir las zonas destruidas durante la campaña israelí, principalmente el sur del país, el oriental Valle de la Bekaa y los suburbios capitalinos del Dahye.

Consenso in extremis

La votación de este jueves tuvo lugar en medio de una fuerte presión internacional para que los bloques políticos libaneses dejaran de lado las diferencias que impidieron acordar un candidato de consenso en dos años, y nombraran a un presidente antes del final del cese de hostilidades.

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El nombre del jefe del Ejército había estado sobre la mesa desde el inicio, considerado un postulante neutro y aceptado por Estados Unidos.

Sin embargo, no estuvo entre los tres principales candidatos que los partidos trataron de sacar adelante durante más de una decena de sesiones fallidas en los primeros ocho meses de vacío, entre los que destacaba el candidato preferencia de Hizbulá, Suleiman Franjieh.

Franjieh acabó retirándose ayer de la carrera, mientras tenían lugar intensas negociaciones in extremis con intervención de Francia o Arabia Saudí que finalmente derivaron en la elección de Aoun, un militar entrado a la institución castrense como voluntario con apenas 19 años.

Líbano tiene tendencia a nombrar a antiguos generales como jefes de Estado y, de hecho, su predecesor inmediato, Michel Aoun, también había comandado el Ejército.

Se cree que la carrera militar del nuevo presidente podría ser beneficiosa en esta etapa sensible con Israel, pero al Líbano aún le queda otro gran escollo por delante antes de poder contar con instituciones de plenos poderes para enfrentarse a ella.

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El Gobierno de Najib Mikati está en la interinidad desde las elecciones parlamentarias de mayo de 2022 y será Aoun quien deba designar a un nuevo primer ministro, que a su vez afrontará la ardua tarea de lograr un reparto de carteras aceptable para todo el fragmentado espectro político.

Por ahora, el hasta ahora jefe militar se dirigió nada más terminar su discurso a ocupar el Palacio Presidencial que había estado cogiendo polvo en Baabda desde hacía 26 meses, tal y como confirmó la recién reactivada cuenta de la Presidencia libanesa en X.

(c) Agencia EFE