Atendió a su hija en un trágico accidente sin saber que era ella y no pudo salvarla

Hace diez días Jayme Erickson, una paramédica de Alberta (Canadá), acudió a una llamada de emergencia tras un grave accidente de tráfico en el que atendió a una adolescente que resultó ser su única hija, aunque no lo descubrió hasta pasado un tiempo y una vez en casa. Montana, de 17 años, fallecía poco después en el hospital al que había sido trasladada, informa CTV News.

Atendió en el lugar del accidente a una joven con heridas muy graves. Al llegar a casa descubrió que era su hija. (Foto: Getty Images)
Atendió en el lugar del accidente a una joven con heridas muy graves. Al llegar a casa descubrió que era su hija. (Foto: Getty Images)

En una carta escrita por esta paramédica y publicada en la página de GoFundMe abierta por el entorno de la familia para pagar los gastos del funeral, Erickson ha contado cómo sucedió todo y cómo se siente tras la pérdida. “Es con un corazón apesadumbrado y una tristeza profunda e inimaginable que debo escribir esto para informar a mis amigos y familiares de la repentina y horrible pérdida de mi hija, Montana. Estamos abrumados por el dolor y absolutamente destrozados. El dolor que siento no se parece a ningún dolor que haya sentido nunca, es indescriptible”, comienza el texto.

Después relata cómo su “peor pesadilla como paramédico se ha hecho realidad”. Según su testimonio, acudió a atender un accidente de tráfico a primera hora de la tarde del pasado 15 de noviembre y al llegar al lugar encontraron “a dos pacientes con heridas, quedando el pasajero atrapado y gravemente herido. Me senté en el auto y atendí a la paciente críticamente herida, haciendo todo lo que pude mientras los bomberos la sacaban”.

La chica fue trasladada por aire al hospital y ella, habiendo acabado su turno, regresó a casa. “Minutos después de llegar, sonó el timbre de mi puerta. Mi vida cambió para siempre”, ha contado. Y ahí fue cuando descubrió que la paciente gravemente herida a la que acababa de atender era su hija. Les llevaron al hospital y allí les informaron de que “sus heridas no eran compatibles con la vida”.

Según informa CTV News, Montana volvía de un paseo con los perros por el Parque Provincial Big Hill Springs junto a un amigo cuando el conductor del coche, que sobrevivió al accidente, perdió el control en un tramo de la carretera que estaba helado. El vehículo fue arrollado por un camión que circulaba por la misma vía y Montana quedó atrapada en el asiento del acompañante. Las heridas sufridas fueron tan graves que impidieron a su madre reconocerla en el momento de atenderla.

Ante los medios, Erickson comentó que se sentían “felices” de saber que dos de los órganos de su hija habían encontrado receptor y habían servido para salvar a otras personas.

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