Paquito D’Rivera y Chucho Valdés en el Arsht Center: ‘Perfecto no; mejor todavía’

La noticia es grande: Paquito D’Rivera y Chucho Valdés juntos de nuevo en disco y en concierto bajo el título de “I Missed You Too” (Yo también te extrañé). A la pregunta de por qué a cada uno se le oye hablar tantas veces del padre del otro como semilla de la amistad que los une, Valdés responde que ahí está el valor de la familia.

“Yo trabajé con el papá de Paquito en el Teatro Martí” de La Habana, “y lo conocí antes de conocer a Paquito”, cuenta Valdés, ganador de cuatro premios Grammy y dos Grammy Latino. “Después Paquito conoció a Bebo [Valdés] y se querían; yo quería mucho a Tito [D’Rivera], y Paquito sentía mucho cariño por Bebo; así que fuimos y somos los hijos de esos dos grandes músicos”.

Chucho y Paquito, que a su vez empezaron a trabajar juntos muy temprano y que se consagraron en el grupo Irakere, volverán a reunirse el sábado 18 de junio a las 8:00 p.m. en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht, del downtown de Miami, acompañados por Diego Urcola, Armando Gola, Dafnis Prieto y Roberto Vizcaíno Jr.

“Esto no es una celebración de Irakere, esto viene de muchísimo antes”, aclara D’Rivera, que acumula cinco premios Grammy y siete Grammy latinos. “Esto empezó un domingo por la tarde en el que el pianista Samuel Téllez me llevó a una descarga en el Habana 1900, que estaba al lado del Canal 2; yo tenía 12 o 13 años, y ahí vi a Chucho tocar por primera vez: era un jovencito tocando como Oscar Peterson”, cuenta el saxofonista, refiriéndose al pianista canadiense de jazz nacido en 1925 y fallecido en 2007.

“Donde primero trabajamos juntos fue en el Teatro Musical de La Habana, después pasamos a la Orquesta Cubana de Música Moderna y luego vino Irakere”, recuerda Valdés. Cuando D’Rivera decidió exiliarse en 1980 se abrió “un gran espacio” en la relación profesional, dice, “pero nos veíamos esporádicamente, como aquella vez del Festival de Marciac, en Francia”.

Hasta que un buen día, a principios del año pasado, Valdés escuchó una composición suya grabada por su amigo.

“Era ‘Chorriño’, como la música folclórica de Brasil; hizo un arreglo lindo, lo tocaba con el cuarteto de clarinete”, relata el pianista. “Le pasé un mensaje en el que le decía: ‘Eres un fenómeno, compadre, todavía te extraño. El me contesta: ‘I missed you too’, y ahí decidimos hacer algo juntos”.

“Para mí, Paquito es el más grande intérprete de clarinete, y uno de los más grandes intérpretes de saxofón de todos los tiempos”, declara Chucho Valdés.

Le pregunto si ahora tuvieron que ensayar mucho para acoplarse al cabo de tanto tiempo en rumbos distintos.

“Para mí, Paquito D’Rivera es el más grande intérprete de clarinete, y uno de los más grandes intérpretes de saxofón de todos los tiempos”, declara Chucho Valdés.
“Para mí, Paquito D’Rivera es el más grande intérprete de clarinete, y uno de los más grandes intérpretes de saxofón de todos los tiempos”, declara Chucho Valdés.

“En lo que respecta al dúo nuestro, eso fue ya”, contesta Valdés. “Podíamos hacer un disco sin ensayar, nada más que ta, ta, ta, ta… Y eso iba a salir perfecto, o mejor todavía”, dice, con la mayor naturalidad del mundo. “Porque también uno va madurando con el tiempo: Paquito ha madurado mucho, y yo también; éramos muy jóvenes y hacíamos muy buenas cosas, creo que ahora podemos hacerlas mejores”.

Valdés asegura que, para él, el legado de su padre, Bebo Valdés, “es absoluto” no solo en su música, sino en su forma de ser. Por cierto: fue precisamente D’Rivera quien sacó del ostracismo a Bebo en 1994 al producir el disco “Bebo Rides Again”.

“En todo: para mí, siempre fue mi papá el gran ídolo, el super maestro, el amigo, porque éramos amigos”, asegura. “Creo que he heredado de mi papá en lo personal, en el respeto y en lo que tiene que ver con la exigencia, todo. Tengo a Bebo presente cada vez que me siento al piano; es como que lo tengo ahí”.

Siempre que grababa algo se lo mandaba a Bebo para que le diera su opinión, “desde la Orquesta Cubana de Música Moderna, y antes de eso, desde los discos que hice con Guapachá”, revela Chucho refiriéndose al cantante Amado Borcelá, conocido por ese sobrenombre y al cual incorporó a su combo en 1965. “Yo se los mandaba a Bebo y le decía: mira a ver Bebo, qué te parece”.

Hasta que después estuvo en Suecia varias veces, “y entonces iba a su casa, tocábamos juntos… Hice un concierto en un festival que organizó un club de Estocolmo y lo invité a tocar conmigo, creo que fue en los 90”, agrega Chucho. “Siempre Papá y yo estuvimos en conexión”.

“Esto no es una celebración de Irakere, esto viene de muchísimo antes”, asegura el maestro Paquito D’Rivera.
“Esto no es una celebración de Irakere, esto viene de muchísimo antes”, asegura el maestro Paquito D’Rivera.

El repertorio del concierto en el Arsht Center será el mismo del disco “I Missed You Too”. “Desde ‘Mambo Influenciado’ hasta ‘Claudia’, con temas nuevos de Paquito y míos; hemos hecho una mezcla”, adelanta el pianista.

D’Rivera subraya que propuso abrir el disco con “Mambo influenciado” porque esa fue la pieza en la que ambos grabaron juntos por primera vez, cuando el que luego se haría famoso como Chucho lideraba “Jesús Valdés y su Combo”. Ahora, Valdés no descarta un nuevo disco en el que graben ellos dos solos.

“Ese disco puede ser increíble, porque cuando estábamos en el Teatro Musical ensayábamos él y yo solos, montábamos cosas para nosotros y para después ir a descargar a los jam sessions”, relata el pianista. “Yo quisiera hacer un disco de él y yo solos, a dúo”.

Le pregunto a Valdés si recuerda algo que una vez me contó D’Rivera: que para poder fundar Irakere cuando el jazz estaba proscrito en Cuba por motivos políticos, tuvieron que “disfrazar” musicalmente las interpretaciones de Paquito.

“El problema es que todos tocábamos jazz”, responde Chucho. “Nos estaban diciendo: ‘eso es jazz, música americana’, y dijimos, ‘está bien: vamos a ponerle los tambores; tú tocas Charlie Parker, tú tocas el jazz, nosotros ponemos la rítmica afrocubana, y entonces ya no pueden decir que eso es jazz, y así pasó. Le pusimos la etiqueta: tocar el jazz con ese estilo es como hacer un jazz cubano. Entonces ya no podían decir que era un jazz puro, que era batería solamente y todas esas estupideces”.

Le pregunto si lo que lograron al final fue algo equivalente a lo que habían hecho en Nueva York en los años 40 Machito y Mario Bauzá cuando fundaron lo que luego se conocería como latin jazz.

“Era eso mismo de otra forma, porque nosotros usábamos la cosa yoruba, la cosa más folclórica”, explica Valdés. “Incorporamos los tambores batá, los tambores yuka, arará, lo enriquecimos todo rítmicamente. Machito y Mario fueron los creadores de eso, que es para la historia; nosotros quisimos hacerlo, pero añadiéndole la lengua yoruba, el folclor, y funcionó de una manera que fue el éxito de Irakere”.

Para Paquito D’Rivera, este disco y este concierto eran inevitables, “y tarde o temprano las cosas que tratan de impedir lo inevitable se j…”, comenta. “Trabajamos muy bien a dúo porque nos divertimos mucho, tenemos mucha afinidad; más o menos sabemos lo que el otro va a hacer, pero también nos sorprendemos”.

I Missed You Too, concierto único de Paquito D’Rivera y Chucho Valdés, sábado 18 de junio, 8:00 p.m., Adrienne Arsht Center for the Performing Arts, 1300 Biscayne Blvd, Miami, FL 33132. Entradas: $45, $55, $75 y $125, llamando al (305) 949-6722, o en arshtcenter.org.

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