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El Papa llega a la inestable Sudán del Sur para una "peregrinación de paz"

Foto del viernes de gente reaccionando a la llegada del Papa Francisco a Sudan del Sur

Por Philip Pullella y Estelle Shirbon

YUBA, 3 feb (Reuters) -El Papa Francisco inició el viernes una visita a Sudán del Sur, con un apasionado llamamiento a sus díscolos líderes para que den la espalda a la violencia, el odio étnico y la corrupción que han impedido al país más joven del mundo alcanzar la paz y la prosperidad.

Sudán del Sur se separó de Sudán para independizarse en 2011 tras décadas de conflicto, pero estalló una guerra civil en 2013. Pese a un acuerdo de paz de 2018 entre los dos principales antagonistas, la violencia y el hambre siguen asolando el país.

Decenas de miles de personas cantaron, tocaron tambores y gritaron cuando el líder católico romano llegó el viernes a la capital, Juba, para una "peregrinación de paz" conjunta sin precedentes con sus homólogos anglicano y presbiteriano escocés.

"Os ruego, de todo corazón, que aceptéis cuatro sencillas palabras: no las mías, sino las de Cristo... ¡No más de esto!", dijo el Papa en su primer discurso, ante una multitud que incluía al presidente Salva Kiir y otras figuras del Gobierno.

"No más derramamiento de sangre, no más conflictos, no más violencia y recriminaciones mutuas sobre quién es responsable de ella", añadió.

La víspera de la llegada del Papa, 27 personas murieron en el estado de Ecuatoria Central, donde se encuentra la capital del país, Yuba, en un enfrentamiento entre pastores de ganado y una milicia local.

Por primera vez, el Papa realizaba su visita conjuntamente con el arzobispo de Canterbury Justin Welby, líder de la Comunión Anglicana mundial, y con Iain Greenshields, Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia.

Juntos, los tres líderes representan las principales tradiciones religiosas activas en Sudán del Sur, una nación predominantemente cristiana.

Enormes multitudes recorrieron el trayecto del Pontífice, de 86 años, desde el aeropuerto hasta la ciudad, y muchos ondearon las banderas de Sudán del Sur, el Reino Unido, Escocia y el Vaticano.

El Papa viajó en un pequeño coche Fiat blanco, saludando por la ventanilla, rodeado de coches más grandes y hombres de seguridad. La multitud le aclamaba y saltaba a su paso.

"Deseo recibir las bendiciones del Papa y también de Dios. También deseo la paz en Sudán del Sur ahora que el Santo Padre nos visita", dijo John Banga, un católico de 27 años residente en Juba que se encontraba entre la multitud jubilosa.

DINERO DEL PETRÓLEO

Posteriormente, el Papa mantuvo un encuentro privado con Kiir en el palacio presidencial, antes de pronunciar un discurso ante autoridades, diplomáticos y representantes de la sociedad civil.

"Hemos emprendido esta peregrinación ecuménica de paz tras escuchar la súplica de todo un pueblo que, con gran dignidad, llora por la violencia que soporta, su persistente falta de seguridad, su pobreza y los desastres naturales que ha experimentado", dijo.

Francisco afirmó que Sudán del Sur ha sido bendecido con abundantes recursos naturales, pero que éstos deben repartirse, no restringirse a unos pocos mediante la corrupción.

"La distribución desigual de los fondos, los planes secretos para enriquecerse, los tratos de favor, la falta de transparencia: todo esto contamina el cauce de la sociedad humana", afirmó.

Sudán del Sur posee algunas de las mayores reservas de crudo del África subsahariana, pero se han desviado cantidades escalofriantes de dinero de las arcas públicas, según denunció Naciones Unidas en 2021.

El Gobierno de Sudán del Sur ha negado las acusaciones de corrupción generalizada.

El Papa llevaba años queriendo visitar Sudán del Sur, pero cada vez que se iniciaba la planificación del viaje había que posponerlo debido a la inestabilidad sobre el terreno.

En uno de los gestos más notables de su papado, Francisco se arrodilló para besar los pies de los anteriormente enfrentados líderes de Sudán del Sur durante una reunión en el Vaticano en abril de 2019, instándoles a no volver a la guerra civil.

El presidente Kiir recordó ese momento en su discurso ante el Papa el viernes. "Ese raro gesto de humildad no fue en vano", dijo, antes de prometer reanudar las conversaciones con los grupos armados retenidos que no firmaron el acuerdo de paz de 2018.

Más temprano el viernes, Welby se declaró horrorizado por los últimos asesinatos ocurridos y tuiteó que "es una historia que se oye con demasiada frecuencia en todo Sudán del Sur. Hago de nuevo un llamado a una vía diferente: que Sudán del Sur se una por una paz justa".

El sábado, los tres líderes cristianos se reunirán con un grupo de desplazados internos y escucharán sus historias. El domingo, el pontífice celebrará una misa antes de volar de regreso a Roma.

(Editado en español por Carlos Serrano y Aida Peláez-Fernández)