El papa Francisco nombró a una víctima de abusos en una comisión del Vaticano para menores

Juan Carlos Cruz, un defensor internacional de las víctimas de la Iglesia, fue abusado cuando era adolescente en Chile por el padre Fernando Karadima, protagonista de varios casos de pedofilia
AP

ROMA.- En una designación que causó mucho clamor, el Papa nombró hoy a Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de abusos sexuales más conocida del exacerdote pedófilo chileno Fernando Karadima, como nuevo miembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores (PCTM). Cruz no es la primera víctima designada en este organismo, que creó Francisco en diciembre de 2013 para ser ayudado a combatir y prevenir un flagelo que dañó como nunca la credibilidad de la Iglesia. Antes estuvo la sobreviviente irlandesa Marie Collins, que dio un portazo en 2017 aduciendo resistencias de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) a las recomendaciones de la PCTM, que preside el cardenal estadounidense Sean O’Malley, arzobispo de Boston, ciudad especialmente azotada por el escándalo por abusos sexuales a menores por parte del clero.

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La designación de Cruz, que es gay y vive en Estados Unidos, donde trabaja como ejecutivo de una gran empresa, es significativa. Junto a sus amigos James Hamilton y Andrés Murillo, también víctimas de abusos, desde siempre luchó para que saliera a la luz todo el daño que sufrieron y se hiciera justicia.

Cruz en mayo de 2018 fue invitado a pasar unos días en Santa Marta, junto a Hamilton y Murillo, en un gesto sin precedente del Papa que quiso, así, pedirles perdón. Meses antes, durante el traumático viaje papal a Chile, marcado a fuego por el escándalo de abusos allí estallado, pero encubierto por las altas jerarquías, el Papa había acusado a Cruz de decir calumnias sobre el cuestionado exobispo de Osorno, Juan Barros. Un error que quedó claro luego de la misión especial a Chile del arzobispo maltés, Charles Scicluna, máximo experto en pedofilia, que junto el reverendo español Jordi Bertomeu, realizó un informe demoledor, que luego llevó el Papa a pedir perdón por el error cometido y a la renuncia en masa del episcopado chileno.

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DPA/Massimiliano Migliorato/CPP/Polaris


Durante el viaje del Papa a Chile en 2018, Cruz criticó a Francisco por defender a un obispo a quien Cruz y otras víctimas acusaron de haber presenciado los abusos de Karadima y de encubrirlo (DPA/Massimiliano Migliorato/CPP/Polaris/)

Desde ese encuentro en 2018 con el Papa en Santa Marta, para Cruz, católico pese a sus padecimientos, todo cambió. El Papa no solo le pidió perdón por haberlo acusado de calumnias, sino que tuvo palabras de consuelo ante las discriminaciones que había sufrido por ser homosexual. “El Papa me dijo ‘Juan Carlos, el hecho de que seas gay no importa. Dios te ha hecho así y te quiere así, el Papa te quiere así y tú tienes que quererte a tí mismo’”, contó.

Siempre muy activo en las causas por abusos sexuales cometidos por el clero, autor de un reciente libro junto a sus dos amigos –Abuso y poder; nuestra lucha contra la Iglesia católica-, expositor en seminarios y charlas, en los últimos años Cruz se convirtió en uno de máximos defensores de la pastoral abierta de Francisco. Cuando el Papa convocó a una inédita cumbre anti-abusos a los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo, en el que participaron por primera vez víctimas, a principios de 2019, dio un testimonio estremecedor. “Ustedes son los doctores de las almas y, sin embargo, con excepciones, se han convertido en algunos casos, en los asesinos de los almas, en los asesinos de la fe”, dijo al auditorio, sin pelos en la lengua.

Consternación

El lunes de la semana pasada, Cruz no ocultó su consternación ante la salida a la luz de un documento de la CDF que prohibió las bendiciones a las parejas del mismo sexo. Al respecto, acusó a la CDF de no seguir el camino trazado por Francisco. Hace unos días escribió una columna volviendo a criticar muy fuerte al “responsum” de la CDF para La Tercera de Chile.

“El mundo evoluciona y la Iglesia también debería hacerlo. ¿Por qué se sienten estos hombres con el derecho a discriminar en forma tan ofensiva a la comunidad LGTB con palabras como ‘La Iglesia no puede bendecir el pecado’? ¿Perdón? ¿Prohibido bendecir? ¿No vimos a los obispos de Karadima en una foto bendiciéndolo a él? ¿No hemos visto a curas bendiciendo a torturadores? Los ejemplos abundan”, escribió.

“Sin embargo, hoy, la CDF consideró oportuno insultar a millones de personas que tienen el mismo derecho a amar que cualquier ser humano, junto a sus familias, amigos y a todos los que los apoyan. Católicos que hoy huyen de esa barbaridad. No hay católicos ni personas de segunda categoría, ni en la iglesia, ni fuera de ella ni en ninguna parte. Somos – como lo dice la misma doctrina – hijos e hijas de Dios, creados a su imagen y semejanza y Dios nos ama como nos hizo porque Dios ‘no comete errores’. Los que sí los cometen son los prefectos de la CDF que intentan ‘derogar’ esa verdad del porte de una catedral. Tengo muchas razones para salirme de esta iglesia, sin embargo, me quedo para luchar desde dentro porque la quiero. Es tiempo de renovación y de cambio. La iglesia somos todos los que quieran estar y no la de unos pocos que deciden por nosotros. Yo prefiero quedarme con la frase del Papa Francisco ¿Quién soy yo para juzgar?”, concluyó.

Al enterarse hoy de la designación como nuevo miembro de la PCTM, por tres años, Cruz no ocultó su sorpresa, emoción y enorme satisfacción. “Lo más importantes es agradecerle al Santo Padre”, dijo a LA NACION, al asegurar, por otro lado, su “compromiso a trabajar por eliminar esta lacra del abuso de la Iglesia y el mundo”.