El papa Francisco lamentó el fin de la tregua en Gaza y pidió un nuevo cese del fuego lo antes posible
ROMA.- Aunque está mejor de la bronquitis, por segundo domingo consecutivo el papa Francisco no se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para la tradicional oración dominical del Ángelus, que recitó desde la capilla de Santa Marta sin leer las reflexiones que la acompañan y en la que aprovechó para lamentar el fin de la tregua en Israel.
“En Israel y Palestina la situación es grave. Duele que la tregua se haya roto: esto significa muerte, destrucción, miseria”, dijo, al destacar que “muchos rehenes han sido liberados, pero muchos otros siguen aún en Gaza”. “Pensemos en ellos, en sus familias que habían visto una luz, una esperanza de volver a abrazar a sus seres queridos”, pidió, al señalar, por otro lado, que “en Gaza hay mucho sufrimiento, faltan los bienes de primera necesidad” y al lanzar un nuevo llamado a la comunidad internacional para que trabaje para ponerle fin a la guerra comenzada el 7 de octubre pasado, en respuesta al brutal ataque del grupo terrorista Hamas en el sur de Israel que causó 1200 muertos. “Auspicio que todos aquellos involucrados puedan alcanzar cuanto antes un nuevo acuerdo para el cese del fuego y encontrar soluciones distintas con respecto a las armas, intentando recorrer valientes caminos de paz”, exhortó. Según fuentes del ministerio de salud de Gaza, 200 personas murieron allí desde cuando terminó la tregua, el viernes último y desde que comenzó la represalia israelí, al menos 15.200, el 70%, mujeres y niños.
Como la semana pasada, el papa Francisco anunció que no iba a leer él la catequesis que acompaña la plegaria mariana, sino que lo hizo por él monseñor Paolo Braida. “También hoy no podré leer todo: estoy mejorando, pero todavía la voz no va”, dijo al principio.
El Vaticano ya ayer había informado que, si bien las condiciones de salud del papa Francisco, que cumplirá 87 años en dos semanas, estaban mejorando, no tenía fiebre y seguía con su terapia de antibióticos, para evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura iba a recitar el Ángelus desde Santa Marta, que volvió a transmitirse en directa en las pantallas gigantes de la Plaza de San Pedro ante miles de fieles.
Debido a la bronquitis aguda el Papa debió cancelar “con pesar” el viaje que tenía previsto hacer este fin de semana a Dubai, Emiratos Árabes Unidos, para la COP 28, la cumbre sobre el cambio climático de Naciones Unidas, que también mencionó tras el Ángelus. “También a la distancia sigo los trabajos” de la cumbre, “estoy cerca”, aseguró el Papa, que renovó su llamado a que a los cambios climáticos “se responda con cambios políticos concretos”. “Salgamos de los particularismos y de los nacionalismos, esquemas del pasado y abracemos una visión común, comprometiéndonos todos ahora, sin postergar, para una conversión ecológica y global”, pidió.
Aunque viajó a Dubai en su lugar el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, el Papa envió este domingo un videomensaje para la inauguración de un pabellón religioso por primera vez montado adentro de una COP. “Gracias porque esto atestigua la voluntad de trabajar juntos. Hoy el mundo tiene necesidad de alianzas que no sean contra alguien, sino a favor de todos. Y es urgente que las religiones, sin caer en la trampa del sincretismo, den el buen ejemplo trabajando juntas; no por los propios intereses o los de una parte, sino por los intereses de nuestro mundo. Entre estos, los más importante ahora son la paz y el clima”, dijo. Y lanzó un llamado: “Demos ejemplo, como representantes religiosos, para mostrar que un cambio es posible, para manifestar estilos de vida respetuosos y sostenibles, y pidamos encarecidamente a los responsables de las naciones que la casa común sea preservada. Nos lo piden, en particular, los pequeños y los pobres, cuyas oraciones llegan hasta el trono del Altísimo. Por el futuro de ellos y el futuro de todos, custodiemos la creación y protejamos la casa común; vivamos en paz y promovamos la paz. Gracias”.
Después del Angelus el Papa también aseguró sus oraciones para las víctimas de un atentado ocurrido esta mañana en el sur de Filipinas, donde una bomba estalló durante una misa: “estoy cerca de las familias y del pueblo de Mindanao que ya ha sufrido tanto”, dijo. La explosión ocurrió en la mañana, durante una misa en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao, en Marawi, la mayor ciudad musulmana del país y causó 4 muertos y cincuenta heridos en una zona con presencia de grupos insurgentes, según se informó. El ataque podría haberse producido en represalia de una serie de operaciones militares llevadas a cabo contra grupos islamistas en los últimos días, según fuentes de prensa locales. El presidente Ferdinand Marcos condenó el ataque, que atribuyó a “terroristas extranjeros”.