El papa Francisco intercedió para un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania

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El Papa, en abril, con una bandera ucraniana recolectada en la ciudad de Bucha, blanco de una masacre rusa - Créditos: @HANDOUT

ROMA.- Según reveló en una conversación que tuvo con 19 jesuitas de la denominada «Región rusa» el 15 de septiembre pasado, durante su viaje a Kazjistán, el papa Francisco intercedió para un intercambio de más de 300 prisioneros que tuvieron Ucrania y Rusia.

“Algunos enviados ucranianos vinieron a verme. Entre ellos estaba el vicerrector de la Universidad Católica de Ucrania, acompañado por el consejero del presidente para asuntos religiosos, un evangélico. Hablamos, discutimos. También vino un jefe militar encargado del intercambio de prisioneros, de nuevo con el consejero religioso del presidente [Volodomir] Zelensky. Esta vez me trajeron una lista de más de 300 presos. Me pidieron que hiciera algo para hacer un intercambio. Llamé inmediatamente al embajador ruso para ver si se podía hacer algo, si se podía acelerar un intercambio de prisioneros”, contó el Papa, en una conversación publicada hoy por La Civiltá Cattolica, revista jesuita que dirige el padre Antonio Spadaro.

Aunque el Papa no dijo nada más ni dio detalle alguno del intercambio, el 22 de septiembre Ucrania anunció la liberación de 215 personas, incluidas 188 que habían defendido la acería Azovstal en Mariupol, símbolo de la resistencia a la invasión rusa. Se trató del mayor intercambio de prisioneros militares entre Ucrania y Rusia desde el comienzo de la guerra, en el cual fue entregado a los rusos, entre otros, el oligarca ucraniano filorruso Viktor Medvedchuk.

El Papa, durante su visita a Kazajistán
El Papa, durante su visita a Kazajistán - Créditos: @HANDOUT

En la misma conversación Francisco, de 85 años y que en los últimos meses hizo público su deseo de viajar a Kiev, dejó en claro que eso no está en sus planes inmediatos. “Me parece que la voluntad de Dios es que no vaya en este preciso momento; veremos más adelante qué sucede”, dijo, al recordar, por otra parte, que desde el inicio de la guerra tuvo muchas palabras y diversos gestos para manifestar su cercanía a Ucrania, que consideró “la víctima de este conflicto”.

En este sentido, recordó que al día siguiente del comienzo de la guerra fue a ver al embajador ruso ante la Santa Sede. “Fue un gesto inusual: el Papa nunca va a una embajada. Sólo recibe personalmente a los embajadores cuando presentan sus credenciales, y luego al final de su misión en una visita de despedida. Le dije al embajador que me gustaría hablar con el presidente [Vladimir] Putin, para que me dejara una pequeña ventana para el diálogo”, evocó. “También recibí al embajador ucraniano y hablé dos veces con el presidente Zelensky por teléfono. Envié a Ucrania a los cardenales [Michael] Czerny y [Konrad] Krajewski, que llevaron la solidaridad del Papa. El Secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor [Paul] Gallagher, visitó el país. La presencia de la Santa Sede en Ucrania tiene el valor de aportar ayuda y apoyo. Es una forma de expresar que estamos presentes”, aseguró.

El arzobispo Paul Richard Gallagher durante su visita a Kiev
El arzobispo Paul Richard Gallagher durante su visita a Kiev - Créditos: @Efrem Lukatsky

Como ya había hecho anteriormente, Francisco, que habló con jesuitas que viven en Rusia, Bielorrusia y Kirguistán, dijo que en esta guerra no hay buenos ni malos y que, más que una conflicto entre dos Estados, es una guerra mundial. “Hay una guerra y creo que es un error pensar que se trata de una película de vaqueros, en la que hay buenos y malos. Y también es un error pensar que esto es una guerra entre Rusia y Ucrania y nada más. No: esto es una guerra mundial”, afirmó.

Como ya había hecho meses atrás en una entrevista que generó polémicas, volvió a considerar que hubo “factores internacionales que contribuyeron a provocar la guerra”. “Ya he mencionado que un jefe de Estado, en diciembre del año pasado, vino a decirme que estaba muy preocupado porque la OTAN había ido a ladrar a las puertas de Rusia sin comprender que los rusos son imperiales y temen la inseguridad fronteriza. Expresó su temor de que esto provocara una guerra, que estalló dos meses después. Por lo tanto, no se puede ser simplista al razonar sobre las causas del conflicto. Veo imperialismos en conflicto. Y, cuando se sienten amenazados y en declive, los imperialismos reaccionan pensando que la solución es iniciar una guerra para compensar, y también vender y probar armas”, explicó.

Consciente de que ha sido criticado en los últimos meses porque como nunca mencionó a Putin con todas las letras, algunos lo acusaron de filorruso, Francisco recordó las decenas de veces que habló del tema. “Califiqué la invasión de Ucrania como una agresión inaceptable, repugnante, insensata, bárbara y sacrílega… ¡Lean todas las declaraciones! La Sala de Prensa las ha conservado”, dijo. “Pero quiero decirles que no me interesa que ustedes defiendan al Papa, sino que el pueblo se sienta acariciado por ustedes, que son hermanos del Papa. El Papa no se enfada si se le malinterpreta, porque conoce bien el sufrimiento que hay detrás”.

El Papa, en agosto, con el embajador de Ucrania ante la Santa Sede
El Papa, en agosto, con el embajador de Ucrania ante la Santa Sede - Créditos: @HANDOUT

En otro orden y ante una pregunta sobre su experiencia durante la dictadura militar en la Argentina, finalmente, Jorge Bergoglio elogió la valentía de las madres de desaparecidos.

“Los gobiernos dictatoriales son crueles. Siempre hay crueldad en la dictadura. En la Argentina, tomaban presa a la gente, la metían en un avión y luego la tiraban al mar. ¡Cuántos políticos he conocido que fueron apresados y torturados! En situaciones como esta se pierden los derechos, pero también la sensibilidad humana. Lo sentí en ese momento”, evocó Y siguió: “Cuántas veces escuché a católicos, incluso buenos católicos, decir: «¡Se lo merecían estos comunistas! ¡Se lo buscaron!». Es terrible cuando las ideas políticas superan los valores religiosos. En Argentina, fueron las madres las que crearon un movimiento para luchar contra la dictadura y buscar a sus propios hijos. Fueron las madres las que fueron valientes en Argentina”.