Pandillero de la MS-13 se declara culpable del homicidio de 4 jóvenes en NY en 2017

CENTRAL ISLIP, Nueva York, EE.UU. (AP) — Un integrante de la pandilla MS-13 ha reconocido haber participado en el homicidio de cuatro jóvenes en Long Island en 2017.

Edwin Rodriguez, de 24 años, se declaró culpable el miércoles de cargos de delincuencia organizada con relación a las muertes de Justin Llivicura, Michael Lopez, Jorge Tigre y Jefferson Villalobos en Central Islip el 11 de abril de 2017.

Rodriguez, que en ese entonces tenía 17 años y que según las autoridades era apodado “Manicomio”, huyó del país tras los homicidios pero fue arrestado en El Salvador en 2019 y extraditado a Estados Unidos en 2022.

Luego de la audiencia en un tribunal federal de Central Islip, el abogado de Rodriguez, Glenn Obedin, dijo en un comunicado por correo electrónico que su cliente se sintió “aliviado” de alcanzar un acuerdo de culpabilidad y está “listo ahora para pasar a la siguiente fase del proceso y a la próxima fase de su vida”. Rodriguez podría ser sentenciado hasta a cadena perpetua por sus delitos.

Los fiscales dijeron que Rodriguez era integrante de la camarilla Normandie Locos Salvatruchas, de la MS-13, que mataba a miembros de pandillas rivales que se consideraba le habían faltado al respeto a la MS-13 en sus publicaciones en redes sociales.

Rodriguez y otros pandilleros atrajeron a los cinco jóvenes a un parque arbolado en Central Islip bajo el pretexto de que iban a fumar marihuana, dijeron fiscales. En lugar de ello, casi una docena de miembros y socios de la MS-13 armados con machetes, cuchillos, un hacha y palos los atacaron bajo el amparo de la noche.

Los fiscales dijeron que una de las víctimas logró escapar, pero las otras cuatro fueron tasajeadas, apuñaladas y aporreadas hasta la muerte y sus cadáveres fueron descubiertos la noche siguiente.

Más de una docena de miembros de la MS-13 y socios han sido imputados con relación a los homicidios, parte de una serie de muertes relacionadas con pandillas que conmocionaron a los residentes y pusieron de relieve el agravamiento del problema de la violencia de pandillas en los suburbios al este de la ciudad de Nueva York.

La MS-13 se inició como una pandilla en un vecindario de Los Ángeles, pero creció hasta convertise en una banda delictiva internacional con sede en El Salvador. Tiene miembros en Honduras, Guatemala y México, y miles de integrantes en diversas partes de Estados Unidos, con numerosas ramificaciones, o “camarillas”, según autoridades federales.