Pancho Céspedes: ‘Cualquier atentado contra la libertad del ser humano me hace reaccionar’
Francisco “Pancho” Céspedes es como un huracán de pasiones, y a veces esas pasiones y sus palabras sin filtro lo meten en problemas.
El cantautor cubano una vez estuvo envuelto en una polémica con Amaury Gutiérrez, que lo retó a duelo. Céspedes criticó a Amaury, autor de temas como Balsero, por dedicar canciones “a héroes que no le tiran una escupía a nadie”. Eso fue en el 2016, y resultó en la cancelación de un concierto de Pancho en un club de Miami ya desaparecido.
En el 2014, Céspedes se presentó en uno de los escenarios más importantes de Cuba, después de 24 años sin hacerlo, en el teatro Karl Marx, hoy en lamentable estado de abandono. Un año antes, a su regreso de un viaje a Cuba, dijo en una rueda de prensa en México, que en la isla “se percibía y respiraba otro ambiente: el de la esperanza y la posibilidad de un verdadero cambio de vida”.
Pero en marzo del 2021 Céspedes dio un giro en su actitud al apoyar a los artistas del movimiento San Isidro y a los opositores de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). El cantautor se sumó a un ayuno en México en solidaridad con miembros de la UNPACU, que llevaban una semana en huelga de hambre en la isla.
“Quiero contribuir, desde el privilegio de que soy un cantante y compositor que la gente conoce por mis éxitos y canciones, para modestamente denunciar a un gobierno dictatorial”, dijo entonces Céspedes, a quien le habían prohibido la entrada a Cuba, y como consecuencia, impedido ver a su hermano enfermo, el cantante Miguel Angel Céspedes, que falleció en noviembre de ese año.
Céspedes criticó a López-Obrador
La polémica más reciente surgió en México, donde el cantautor reside desde 1993, compartiendo también estancias en Miami. En junio pasado, después de un concierto en Hermosillo, Céspedes criticó al presidente Manuel López Obrador por su invitación y agasajo al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, a quien López-Obrador entregó la orden del Aguila Azteca, la más alta condecoración que se da a un jefe de estado extranjero en el país.
“Cuando uno viene a un país que tiene mucha necesidad, cuando hay un presidente que invita el 15 de septiembre a un dictador cubano y lo pone por encima, no sé, o sea, tú puedes invitar a cualquier presidente, pero no ponerlo como el máximo, porque por eso entonces me cae muy mal ese tipo y ojalá que se muera”, dijo Céspedes sobre López Obrador, uno de los mayores defensores del régimen de Cuba en foros internacionales.
El comentario desató ataques y halagos. Los haters se despacharon en las redes sociales del cantautor, y también los que coincidían con sus puntos de vista lo halagaron, sobre todo por las experiencias vividas en Cuba. La esposa del presidente mexicano, Beatriz Gutiérrez Müeller, se fue a Instagram a recordarle a Céspedes que “México te ha dado todo”.
Un mes después de sus declaraciones en Hermosillo, Céspedes puso solo un post en sus redes sociales con relación al tema, al que remitió a esta periodista cuando le preguntó qué lo motivó a hacer el comentario sobre el presidente mexicano.
“Parece que el presidente de México debe estar muy delicado de salud y sus feligreses adoctrinados temen que se vaya al otro mundo por un simple deseo de este mortal. La esposa se lo tomó particularmente en serio y de paso se apoderó de todo el territorio mexicano con alma dictatorial al decir ‘México te lo ha dado todo’, siendo tan desafortunada la frase para crear contrarios”, escribió Céspedes en Facebook, afirmando que no se dejaría intimidar con cancelaciones de conciertos.
“Yo me busco y hasta hoy he conseguido TRABAJO en cada continente de este planeta, así literal. No soy ni seré jamás un cobarde pues mi libertad personal está por encima de mi vida”, concluyó su declaración.
Desde entonces Céspedes ha estado ofreciendo conciertos en España, prepara presentaciones en Costa Rica para el 22 y 23 de septiembre y planea una gira por varias ciudades de México en octubre.
El poeta Carlos Pintado, con quien Céspedes comparte charlas de música y poesía –una de ellas se dio el año pasado en la Feria del Libro de Miami–, comentó sobre la experiencia de trabajar con el cantautor y anunció proyectos en conjunto.
“Trabajar con Pancho es un deleite y un desafío porque es un gran lector”, dijo Pintado a el Nuevo Herald. “Cualquier cosa que uno escriba no se queda en la suave contemplación. Tiene una cultura literaria muy vasta y una curiosidad que se refleja en sus canciones, y en la sensibilidad que les pone”.
Pintado adelantó que escribieron juntos un guion para una película relacionada con la vida de Céspedes, que también actuaría en el filme. Trabajan además en el material para una docuserie sobre el cantautor.
Céspedes, de 66 años, contestó este cuestionario para el Nuevo Herald sobre el origen de su tema más popular, Vida loca, con el que tomó el mercado musical en los años 1990; reconoció que es apasionado, y se refirió sobre todo a una de sus obsesiones, la libertad personal.
También habló de su reciente versión de Bésame mucho acompañado al piano por el músico cubanoamericano Carlos Camilo, y sobre la eterna seducción del tema escrito en 1940 por la compositora mexicana Consuelo Velázquez, curiosamente antes de que cumpliera 20 años.
Por allá por 1997 nos volvimos locos con tu canción, ¿por qué crees que caló tan hondo ‘Vida loca’? ¿Y qué reflejó de ese momento?
En 1995 hice la canción y en el 1997 grabé el disco. Lo que sucedió, para darle alguna alguna explicación, es que tuve 41 años para hacerla. Era como un resumen de mi vida.
Por quién era ‘esa lejanía que dolía cada día’ en ‘Vida loca’. ¿Cómo estaba tu mente entonces?
La canción Vida loca parte de la sinceridad, casi espontánea, del momento que estaba yo pasando con el desencuentro con la madre de mis hijos, que era entonces la gran ilusión de mi vida. Puede ser que esa sea la explicación, aunque también, sabes que el arte es impredecible.
Y ‘la lejanía que dolía cada día’ es que estábamos casados y separados. Yo fui a Cuba, la conocí, luego regresé y nos casamos, Y hasta ahí todo muy bien. Luego vinieron las fronteras, las decisiones gubernamentales. Yo no era una persona grata. Sencillamente, en ese instante no me pronunciaba mucho políticamente, pero cuando hay alguien que afuera del territorio nacional hace algo contra estos gobiernos liberticidas, eso les produce una reacción defensiva, con respuestas ofensivas, y trataron de que ella no viniera.
Y para decir algo mágico, que puede ser algo tonto, la música tiene mucho poder para mí, y así en el 1995 la compuse y se la canté por teléfono el día de su cumpleaños, porque no le podía dar directamente su regalo, un 17 de agosto. Y hasta febrero duró toda la lejanía, que dolía cada día.
Y apareció un 14 de febrero, el Día de los Enamorados, al fin ella estaba conmigo acá en México, y tuvimos dos hijos y nos sirvió para la unión, durante el tiempo que estuvimos juntos, que fue bastante.
Todavía vivimos juntos en la misma casa, a pesar de no ser marido y mujer. Ahí te doy un dato más allá.
Has colaborado con tantos artistas y hay muchas versiones de tus temas, incluso una fabulosa de Aldo el Aldeano cantando ‘Vida loca’. ¿Cuéntanos algunas anécdotas de esos trabajos?
Por lo general esas colaboraciones ellos las han escogido, y a mí me ha maravillado, porque es como la música puede volar, y en versiones tan disímiles. Hablando de esta canción, sobre todo, mi Vida loca, y otras que han hecho versiones, es lo que hace que trasciendan.
Yo sé, por ejemplo, que Bésame mucho es la canción más versionada en el mundo, y además de su belleza, eso colabora mucho para que una canción que se hizo en los años 1950, esté presente, vivísima en estos tiempos. Así que [las versiones] son una distinción a lo que yo hago.
No me gusta decir lo que yo soy, pero sí lo que yo hago, y es una muestra de la naturaleza de cada cual.
Cuando un artista tiene una carrera tan larga como la tuya, uno se pregunta, ¿qué hace ahora, cómo son sus días, dónde pasa más tiempo?
Cantando llevo 51 años, pero como carrera desde este disco, Vida loca, que salió en el 1998 y fue bastante generoso.
Ahora yo hago algunas cosas que siempre he hecho, y otras ya no las hago, por la edad, por conciencia, por un poco de sabiduría que dan los años.
Queda el leer, estar con mis hijos, con la familia, un poco más que como estaba antes. A la vez trato de hacer otras cosas que no he hecho. Carlos Pintado te puede decir los proyectos que tenemos de cine, de ligar la poesía de él con la música mía. Carlos ha logrado que sus poemas lleguen a un alto nivel, los ha musicalizado.
Eso es lo que puede haber cambiado, tengo otros intereses. No me gusta aburrirme.
¿Cómo surgió la colaboración con Carlos Pintado?
Surgió por el amor al arte, por la empatía, porque me gusta elevarme, ponerme a unas alturas que yo no alcanzo. Podría ser hasta oportunismo mental. Me gusta estar envuelto en el espíritu de Carlos Pintado, en la sabiduría de sus poemas, y nos queremos mucho, somos amigos, como se dice, hermanos. Creo que por ahí es más sencillo. En lo simple está la maravilla, como puede ser en este caso.
¿Cuál es tu principal característica como persona? Algo nos dice que eres muy apasionado...
Soy un poco impredecible. Los amigos sí pueden predecirme un poco. Uno siempre dice: ‘No me gusta ser predecible’. Ahora, con los amigos sí, porque los amigos te pueden salvar con esas predicciones.
Soy apasionado en muchas cosas de la vida, sobre todo cuando se atenta contra la libertad del ser humano. Estoy hablando de la libertad en todo sentido, la verdadera, la individual, no solamente circunscrito esto a la política. Cualquier atentado contra la libertad del sur humano me hace reaccionar, y a veces lo hago también sin esa sabiduría que debería tener. No me gusta ser políticamente correcto, frase actual que no comparto.
Si mis padres me estuvieran viendo, si yo fuera católico y creyera en eso del cielo, creo que por el amor que me tenían me seguirían bendiciendo, pero estarían un poco inquietos con mi reacción. Aunque así eran ellos un poco, pero de otra época y más decentes.
Y ahora un juego: cuando piensas en La Habana, dos palabras; otras dos para Miami y otras para México.
Cuando pienso en La Habana, en México y en Miami, pienso que son ciudades donde he vivido y he compartido con las personas.
No soy patriota. Mi patriotismo está en los amigos, en mi casa, en mis hijos, en la música, en el arte. Ahí hago patria. Ahí trato de hacerla todos los días. Pero siempre pienso en las personas que viven en esos lugares. No pienso en La Habana, sino en ciertas personas que viven en esos lugares. No todas las personas que viven en esos lugares son de mi agrado. Y la característica que los une a todos es que son seres humanos, que necesitan desde hace tiempo –siglos, diría yo– un poquito más de aire puro.