“Palabras desde un lugar llamado Miami”, nota breve sobre un libro que devolvió la esperanza
El viernes 1 de diciembre del 2023 debe guardarse, para los anales literarios de la ciudad, como el “Día de excelencia para la poesía de Miami”. La Fundación Cuatrogatos presentó en Artefactus Cultural Arts Center, sede teatral y de muchas otras actividades, su creación digital Palabras desde un lugar llamado Miami, una publicación de descarga gratis, con textos de 20 escritores hispanos e ilustraciones de Alexis Lago.
Los autores incluidos en la muestra son Ena Columbié, Lleny Díaz, Lizette Espinoza, Ramón Fernández Larrea, Ximena Gómez, Oneyda González, Germán Guerra, María Elena Hernández, Rosie Inguanzo, Francisco Larios, Julio Llerena, Kelly Martínez-Grandal, Claudia Noguera Pensó, Carlos Pintado, Reina María Rodríguez, Legna Rodríguez Iglesias, César Segovia, Lourdes Vázquez, María Juliana Villafañe y Omar Villasana Cardoza. Hasta ahí parece un hecho intrascendente que se repite con frecuencia, pero ahora comienza lo mejor.
En la antología se reúne la representación de siete naciones: Perú, México, Puerto Rico, Nicaragua, Venezuela, Colombia y Cuba. No había libros, sino una hermosa tarjeta con un código QR, acorde con los tiempos tecnológicos, que se regaló a todos los presentes, en cantidades, para ser regadas por el mundo, para que todos los que quieran puedan leer el material gratis; un hecho de desprendimiento y bondad que demuestra el trabajo de la fundación en su carrera de promoción y enseñanza de la lectura, su empeño por “difundir el trabajo de los poetas de nuestra ciudad que utilizan el español, su idioma materno, para crear su literatura”. Un invaluable regalo en los días de espera de un nuevo año, en el que se desea fervientemente que la libertad y la paz predominen.
Cada poeta presente leyó dos de sus obras, en un encuentro informal en el que prevaleció la buena energía y el intercambio de abrazos y palabras. Pero la nota más importante la dio el público que llenó la casa, un viernes en la noche, para escuchar durante un par de horas diferentes voces, con disímiles acentos y distintos temas y opiniones sobre la vida, la muerte y sus rumbos, que dedicó parte de su preciado fin de semana, sólo a escuchar la poesía.
Allí estaba el pequeño Cemí de unos 5 años, Alejandro de unos veinte y Oscarito con unos 80, todos atentos y receptivos disfrutaron las lecturas y regalaron aplausos de aceptación y cariño. Hoy se demostró que se puede tener esperanza.
A ese hermoso público que hizo la diferencia, a los Cuatrogatos Sergio y Tony, a Eddy y Carlos de Artefactus, la poesía les agradece.