Las últimas palabras de John Hummel, el exmarino ejecutado en Texas por matar a su hija y esposa

TEXAS llevó a cabo su segunda ejecución del año al aplicarle la pena de muerte a un preso que asesinó a tres miembros de su familia, entre los que se encontraba su esposa embarazada.

La tarde del miércoles, John William Hummel, exmarino de 45 años, en la penitenciaría estatal de Huntsville recibió una inyección letal por los asesinatos que cometió en 2009.

Hummel pronunció una breve plegaria mientras era sujetado a la camilla de la cámara de ejecución.

"Sí, cuando me pongan a dormir, ya que voy a morir por justicia, que el Señor reciba mi alma. Estaré con Jesús cuando despierte", dijo, según una transcripción realizada en la prisión y proporcionada a Newsweek.

John Hummel fue ejecutado en la penitenciaría de Huntsville por haber asesinado a su esposa embarazada, su hija y su suegro. (Foto: Departamento de Justicia Penal de Texas/AP)
John Hummel fue ejecutado en la penitenciaría de Huntsville por haber asesinado a su esposa embarazada, su hija y su suegro. (Foto: Departamento de Justicia Penal de Texas/AP)

En su última declaración mostró arrepentimiento por los asesinatos. "Realmente me arrepiento de haber asesinado a mi familia", dijo. "Agradezco todos los pensamientos y oraciones por mi familia durante los últimos días. Amo a todos y cada uno de ustedes".

Respiró una media docena de veces mientras la dosis letal de pentobarbital hacía efecto, y luego comenzó a roncar suavemente, informó Associated Press. Todos sus movimientos cesaron alrededor de un minuto después, pero sus ojos no estaban totalmente cerrados. Hummel fue declarado muerto a las 18:49 horas, en el horario de verano del centro de Estados Unidos, 15 minutos después de recibir la inyección letal.

Según las autoridades, Hummel apuñaló a su esposa, Joy Hummel, 35 veces la noche del 17 de diciembre de 2009. Luego golpeó hasta la muerte con un bate de beisbol a su hija, Jodi Hummel, de cinco años de edad, y a su suegro, Clyde Bedford, que estaba confinado a una silla de ruedas.

Después incendió su casa, ubicada en el suburbio de Kennedale, en Fort Worth, y huyó a California. Los fiscales dijeron que Hummel, que era guardia de seguridad de un hospital, asesinó a su familia porque quería estar con una mujer a la que conoció en una tienda de conveniencia.

Tras los asesinatos huyó a California, pero fue arrestado. Más tarde confesó los crímenes, indicaron las autoridades.

Durante su juicio, los fiscales presentaron pruebas de que Hummel había tratado de matar a su familia en una ocasión anterior poniendo veneno para ratas en la cena. El plan se frustró cuando la familia tiró la comida asumiendo que olía muy mal.

En 2011, Hummel fue condenado a la pena capital por la muerte de su esposa y de su suegro. No fue juzgado por el asesinato de su hija.

Cecil Bedford, el hermano de Clyde Bedford, vio morir a Hummel este miércoles. “Fue demasiado fácil. Fue como si se fuera a dormir”, declaró posteriormente a AP.

Añadió que habría sido más apropiado aplicar una pena más severa a Hummel, como ejecutarlo “con una soga, una guillotina, un pelotón de fusilamiento”.

“Existen todo tipo de cosas útiles para matar a la gente”, dijo Cecil Bedford. “Deberían tener lo que merecen. Ojo por ojo. Lo siento. Estoy chapado a la antigua”.

EJECUCIONES POSPUESTAS POR LA PANDEMIA

La ejecución de Hummel estaba programada para el 18 de marzo de 2020, pero fue pospuesta debido a la pandemia del coronavirus.

Él fue el segundo preso en ser ejecutado desde que el estado de Texas retomó las ejecuciones en mayo pasado, después de casi un año.

Quintin Jones fue ejecutado el 19 de mayo por el asesinato, cometido en 1999, de su sobrina nieta Berthena Bryant, pero los expertos y opositores a la pena de muerte criticaron a las autoridades por seguir adelante sin que estuviera presente ningún testigo de los medios.

La semana pasada, el Departamento de Justicia Penal de Texas anunció que, en una investigación sobre la ejecución de Jones, se encontró que “una combinación de factores” había provocado ese error “prevenible e inexcusable”, entre los que está la incorporación de nuevo personal y procedimientos. El departamento indicó que se han dado distintos pasos para garantizar que no vuelva a ocurrir un error como ese.

La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos había solicitado una suspensión de 30 días para Hummel, argumentando que ejecutarlo en miércoles sería “irresponsable y cruel”.

EN VIDEO: Virginia se convierte en el primer estado sureño en abolir la pena de muerte

—∞—

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek