Países Bajos prevé un largo diálogo de gobierno bajo la sombra euroescéptica de Wilders
La Haya, 24 nov (EFE).- El líder de la extrema derecha de los Países Bajos, Geert Wilders, admitió este viernes que las negociaciones para formar gobierno “podrían llevar meses”, en lo que coinciden analistas consultados por EFE, que prevén un diálogo complicado y un resultado imprevisible, bajo la sombra del euroescepticismo y la islamofobia del candidato a primer ministro.
El partido de extrema derecha PVV comenzó a tantear el terreno de negociación después de las elecciones del miércoles, pero la liberal de derechas Dilan Yesilgöz (VVD) declinó formar parte de su coalición y ofreció, eso sí, apoyo parlamentario o “tolerancia” a un gobierno de centroderecha, por lo que Wilders admitió que “esto no lo hace más fácil, y el proceso puede tardar meses”.
La opción que está sobre la mesa es una coalición con 37 escaños del PVV, 20 del demócrata cristiano NSC, y 7 del partido de los campesinos BBB, que sumarían 64 de 150 diputados. El apoyo táctico del VVD supondría un respaldo a lo que Yesilgöz calificó de “propuestas constructivas”, un compromiso de respaldar la legislatura en puntos comunes.
Esto permitiría a Wilders ser el primer ministro, pero sin ministros liberales. En 2010, Mark Rutte usó la misma fórmula, con el apoyo táctico de la extrema derecha, pero, en 2012, Wilders lo abandonó y forzó nuevas elecciones.
“El VVD no excluye realmente a Wilders, pero el NSC fue crítico porque el PVV no respeta el Estado de Derecho, aunque ahora diga que está dispuesto a estar en el gobierno. Wilders promete guardar en la nevera las cuestiones más radicales, pero siguen en su programa”, señaló a EFE Ruud Koole, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Leiden y exsenador laborista.
Cree que “será muy difícil entrar en un gobierno con el PVV, si no renuncia públicamente a sus opiniones contrarias a la ley”, y aseguró que no le “sorprendería” que en un año haya nuevas elecciones. No hay un plazo límite para ese diálogo y el récord fueron casi 300 días para formar el último gobierno de Rutte.
El experto neerlandés Diederik Brink, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de La Haya, coincide en que “se necesitará mucho tiempo” y “no están claras las circunstancias bajo las cuales” VVD y NSC apoyarían a Wilders. Recuerda que los liberales ya no tienen las artes de negociación de Rutte, quien gobernó con varias ideologías en 13 años.
La Unión Europea
Durante la campaña, hubo un silencio absoluto sobre política exterior y Unión Europea, a excepción del partido proeuropeo Volt, a pesar de que el Países Bajos de Rutte ha estado muy activo, junto a Bruselas, en Ucrania, Israel y Gaza.
Aunque la política exterior no parece jugar un papel significativo en las negociaciones de gobierno, el próximo junio se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo, lo que incluye a los neerlandeses.
El PVV de Wilders no tiene ningún escaño europeo. Su único eurodiputado cambió a otro grupo de ultraderecha en las últimas elecciones y pertenecía a Identidad y Democracia, donde militan partidos como la Agrupación Nacional de Marine le Pen, Alternativa para Alemania o la Liga italiana.
Los socios de Wilders en Países Bajos difieren en su posición hacia la UE. Wilders quiere un referéndum sobre la permanencia en la UE, pero admite que "la mayoría de los neerlandeses no están a favor" de salir, y buscará "recuperar la soberanía sobre la inmigración y las emisiones de nitrógeno". También rechaza nuevas adhesiones a la UE porque eso convertiría a Países Bajos en "un contribuyente neto aún mayor".
Más proeuropeo para cooperar con la UE es el liberal VVD, que, por ejemplo, quiere que los nuevos Estados cumplan todas las condiciones asociadas con la membresía en la UE.
El partido democristiano NSC defiende una postura firme de Países Bajos en la UE, con más cooperación, pero menos transferencias de presupuestos y poder para evitar “erosionar la soberanía nacional”. Quiere que las decisiones sobre la adhesión se sometan a referéndum, y busca una posición excepcional para La Haya a la hora de lidiar con normas europeas que afectan, por ejemplo, a la inmigración o nuevas deudas conjuntas.
Si la ultraderecha fracasa en la negociación de gobierno, el bloque de izquierdas del exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans (25 escaños) puede intentar formar un gobierno de centro y proeuropeo con el progresista D66 (10 escaños), VVD y NSC, pero, admite Brink, serían “un matrimonio infeliz desde el primer día porque no están en la misma página, aunque sea la mejor opción”.
Imane Rachidi
(c) Agencia EFE