El país que busca profesionales altamente calificados y al que no es imposible migrar sin ciudadanía europea

Brussels, Belgium - May 12, 2022: Urban landscape of the city of Brussels. The Senne river canal crossing Brussels.
En Bélgica, los profesionales del rubro tecnológico son los más buscados - Créditos: @shutterstock

“Lo que más me gusta de Bélgica es la internacionalidad que tiene. Yo no hablo francés ni neerlandés, pero con el nivel de inglés que tengo y con el español me manejo muy bien, al menos en Bruselas. En esta ciudad, al tener una comunidad de tantas nacionalidades todos tratan de entenderte y ayudarte. Además, no tengo ciudadanía europea, llegué como estudiante y, por mi profesión, ya encontré empleo. Es más, ya tengo la residencia belga”, cuenta Sofía Ovejero, una argentina de 27 años que actualmente se desempeña como Business Operations Manager y Data Privacy Advisor en IT Healthcare, en la ciudad de Ghent.

Ella migró desde Bella Vista, provincia de Buenos Aires, hacia este país europeo en septiembre de 2021 para hacer un doctorado en política internacional y, mientras estaba estudiando, la contactaron reclutadores para hacerle diferentes ofertas laborales. “Siempre les dije la verdad, que estaba con una visa de estudiante y que si querían que trabajara su compañía debía sponsorearme la visa de trabajo. Así logré la residencia”, cuenta.

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El caso de Arturo Zambrano es totalmente diferente. Este argentino llegó a Bélgica con un permiso de trabajo que sacó antes de irse de la Argentina. “Me contrató una empresa belga y tramité la visa de trabajo para mí y una visa de reagrupamiento para mi familia. Llegamos los cinco en marzo pasado. Vinimos a vivir acá sin conocer el país. Lo primero que hice fue anotarme en la Comuna, pero reconozco que, aunque todo funciona es un poco burocrático. De todas maneras, una vez que encontrás trabajo todo es más fácil”, destaca.

Sofía Ovejero, de 27 años, estudia un doctorado en Bélgica y ya consiguió trabajo y la residencia
Sofía Ovejero, de 27 años, estudia un doctorado en Bélgica y ya consiguió trabajo y la residencia

Arturo es un profesional del sector tecnológico, realizó un máster y un doctorado. “Acá los talentos del sector IT son muy demandados”, sostiene.

Trámites antes de partir

Según explica la embajada de Bélgica en Buenos Aires, antes de solicitar una visa de larga estadía en ese país, en primer lugar, se debe obtener lo siguiente:

  • Un permiso de trabajo de Bélgica en la Región competente si va a trabajar en relación de dependencia

  • Una carta profesional de Bélgica en la Región competente si va a trabajar como independiente

  • Inscripción o admisión a la universidad si va a estudiar/intercambio/investigar

  • Estar dentro de alguna de las categorías para reagrupación familiar

De todas maneras, para más información de cómo tramitar estos permisos deben ingresar en http://argentina.diplomatie.belgium.be o en el sitio oficial de extranjería: www.dofi.fgov.be o www.dofi.ibz.be.

Sin embargo, aquellos argentinos que quieren conocer primero Bélgica, tienen tres meses para permanecer legalmente en el país mientras encuentran un trabajo. “Aquí buscan profesionales altamente calificados. No es raro que soliciten talentos que tengan maestrías realizadas o en curso. Dentro de los profesionales, los del rubro tecnológico son los más buscados. Hay muchas búsquedas de especialistas en Ciencias de Datos o Analistas de datos”, cuenta Ovejero.

Una vez que se llega a Bélgica, lo primero que deben hacer los interesados en solicitar la residencia es ir a inscribirse en la Comuna donde se va a vivir. “Cada una funciona de manera diferente y pueden pedir más o menos documentación. Luego, allí mismo, se comienza a tramitar la visa extendida. A mí me dieron la carta naranja y aunque con ella puedo circular, no puedo salir del país ni volver a la Argentina hasta que me salga la residencia, que suele durar seis meses”, cuenta Bárbara Pereyra, una argentina, de 39 años.

Bárbara Pereyra, de 39 años
Bárbara Pereyra, de 39 años

Ella está de novia con Pierre que es francés, ambos vivían en Palermo. Hace seis meses decidieron irse a vivir a Bélgica. Ella aplicó para la visa de cohabitación legal por estar en pareja con un ciudadano europeo.

Para Pereyra conseguir trabajo en Bélgica no ha sido sencillo. Por ahora continúa trabajando desde allá para una compañía argentina, pero desde hace seis meses que intenta encontrar trabajo en Bruselas. “Tengo casi 40 años y soy project manager. Creo que mi gran traba para conseguir empleo acá es el idioma, porque mi lengua nativa es el español y tengo un nivel intermedio de francés. De todas maneras acá hay mucha ayuda. Hay ONG y organismos que te capacitan y asesoran para que puedas conseguir trabajo”, asegura.

Precios y costo de vida

Quien haya estado por este país sabe que es uno de los más caros de Europa, pero también los sueldos están entre los más altos del Viejo Continente.

Para tener como referencia los argentinos que están allí nos informa que, en promedio, un departamento con una habitación en Bruselas puede costar cerca de 900 euros, con expensas incluidas. Internet cuesta unos 50 euros por mes, el teléfono celular 20 euros.

Aunque el transporte público lo suele pagar el empleador, su abono anual es de 500 euros para mayores de 25 años y de 12 euros para menores. Esto incluye todos los viajes en tren, tranvía y subte.

Etterbeek, Brussels Capital Region / Belgium - 09 20 2020:
El transporte público lo suele pagar el empleador - Créditos: @shutterstock

Luz, agua y electricidad, una pareja, suele costar, en promedio, 45 euros. “La boleta de luz es anual, llega en septiembre y pueden venir 100 o 1000 euros, dependiendo de cuánto se consumió. Lo que se hace es pagar por adelantado y luego, al terminar el año se descuenta lo que fuiste pagando”, cuenta Ovejero.

Cada persona gasta en comida cerca de 120 euros al mes. “Si estás trabajando tu empleador te da una tarjeta con el equivalente a 7 euros por día que se van acumulando y puede utilizarse en los supermercados. Por otro lado, acá comer carne roja es un lujo, está muy cara. Es mucho más barato comer salmón”, aclara, aún con cierto asombro.

Impuestos

Algo que todas las personas destacan de Bélgica son sus hermosas y limpias calles, su calidad educativa y, por contrapartida, sus altos impuestos. Los residentes deben pagar impuestos en función a lo que ganan a partir de año de residir acá. Los únicos que no presentan impuestos son los estudiantes, pero si el estudiante está trabajando y cobra más de 13.540 euros al año, sí tiene que pagar y hacer la presentación de impuestos. En este caso se paga 25% anual. Mientras que una persona que cobra entre 13.500 euros hasta 23.900, paga un 40% anual, y de 23.900 a 41.000, un 45%. Aquellos que ganan 41.000 euros o más pagan un 50% anual.

“Se pueden deducir muchos gastos y se supone que tu empleador te deduce de tu recibo de sueldo lo que estás pagando de impuestos. En junio se hace un balance general de todo lo que pagaste y de las deducciones. Hacés una presentación y el Gobierno analiza si debe devolverte dinero porque pagaste de más. Eso sí: tardan un año en reembolsarte ese monto”, resume Ovejero.

Ya sea por sus exquisitos chocolates, sus sabrosas cervezas, su comunidad cosmopolita y amigable o por sus hermosos paisajes, cada vez más personas eligen Bélgica como un destino para vivir. Claro que tener trabajo, según los entrevistados, es la principal condición. Una vez que conseguís empleo, todos concuerdan que, aunque los trámites puedan tardar un poco, eso bastará para obtener la residencia belga. Ese documento que les abrirá las puertas de esta pequeña pero hermosa nación.