El pódcast de Archipiélago, una metáfora para la defensa de los derechos y los territorios

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Un archipiélago es uno de esos territorios que se forman tras una erupción volcánica. Es un conjunto de islas e islotes interconectados entre sí, espacios fértiles y diversos que permiten y nutren la vida y que son resultado de una manifestación de fuerza que origina y transforma el territorio. Esa definición no se limita a archipiélagos que son materia sino que abarca, también, a los que son metáforas, como éste: un archipiélago de historias.

#Archipiélago es un pódcast narrativo de no ficción en el que cada historia es una isla y cada isla es una posible estrategia, un curso de acción para defender los derechos y territorios en el contexto de megaproyectos en México. En el prólogo explicamos la metáfora.

Este pódcast es una herramienta de la iniciativa #QueSepanQueSabemos en la Península de Yucatán, de la organización Cohesión Comunitaria e Innovación Social A.C (CCIS), la cual busca reducir asimetrías de información y poder para que quienes viven en los territorios decidan sobre ellos y sobre los megaproyectos que les pueden afectar o interesar.

Con #Archipiélago, CCIS busca reconocer, visibilizar e imaginar la acción para que quienes escuchamos esas voces que nos relatan su camino andado, sus luchas, les aprendamos cómo se asume la identidad, se resiste y re-existe, se construye la autonomía y se defiende la vida, y cómo se crean alternativas comunitarias basadas en la solidaridad, el bien común y la convivencia con la naturaleza.

La primera temporada de este pódcast es una serie de nueve historias con quince protagonistas, aunque sus historias también cuentan procesos colectivos. “Aquí estamos”, “Desnormalizar la vulneración”, “La voz de la naturaleza”, “Se necesitan ideas, no pantalones”, “Ese tren que cercena”, “Ensayos de autonomía”, “Tú llamas a las abejas”, “Hacer escuela” y “El niño guía” son las historias de Wilma, Rodrigo, Mayra, Olivia, Ezer, Pamela, Candelaria, Enrique y 6 personas más (cuya identidad nos reservamos), quienes nos comparten sus formas de relacionarse con sus territorios y los cambios que han tenido, sus prioridades y proyectos comunitarios, su interacción y respeto por la naturaleza, las luchas por el reconocimiento y protección de sus derechos y las exigencias ante las violaciones a los derechos humanos por el “#TrenMaya”, ese tren que nunca fue maya y ahora es militar, y por el hotel militar en la reserva de Calakmul.

En CCIS llevamos casi un quinquenio trabajando en Chiapas y la Península de Yucatán en la promoción del derecho que tienen quienes habitan y transitan ahí a decidir lo que se hace ahí y en la exigencia de que autoridades, empresas e instituciones financieras cumplan su responsabilidad de respetar los derechos humanos. En los últimos doce años, hemos identificado más de 2,300 megaproyectos en Chiapas y la Península de Yucatán.

Sabemos que la probabilidad de que una persona participe informadamente en la toma de decisiones que le interesan, afectan, atañen o conciernen depende de varios factores: saber que tiene derecho, notar la relación entre lo que se va a decidir y las consecuencias que podría tener e identificar las barreras que enfrentan ciertos grupos en condición de vulnerabilidad y discriminación y que se adopten medidas especiales desde un enfoque antidiscriminatorio para que se puedan involucrar en igualdad real de oportunidades.

Fuimos entendiendo que era central que las personas pudieran, pudiéramos, identificar los distintos tipos de megaproyectos que existen o se pretenden realizar -agroindustriales, energéticos, extractivos, de obras y servicios, inmobiliarios, turísticos, industriales, de residuos y de otros tipos- y los impactos positivos y negativos que podrían tener, no sólo desde un punto de vista técnico, desde la perspectiva social, cultural, económica y ambiental, sino también desde un punto de vista experiencial, sensorial y emotivo.

También entendimos lo necesario que es poner en el centro de la discusión, evaluación y gestión de los impactos las implicaciones que éstos tienen para la vida cotidiana de las personas, pueblos y comunidades, de la población en general y de ciertas sujetas, sujetos y sujetes titulares de derechos, en particular. Comprendimos que había que apelar a los sentidos y a las emociones porque es a través de  ellos que nos relacionamos con nuestros territorios y que notamos sus cambios y porque nuestros territorios tienen colores que nos llenan la vista, aromas que nos tranquilizan o animan, texturas que recorremos sin mapa, sonidos que nos acercan o alejan de otras personas. Es nuestra vivencia del territorio, nuestro día a día, lo que cambia durante la planeación, construcción, operación y cierre de los megaproyectos, es la vida cotidiana lo que está en juego porque los ruidos de los volqueteros, góndolas y tráilers erizan la piel, los olores de los tiraderos al aire libre revuelven el estómago mientras que la playa siendo borrada por desarrollos turísticos o inmobiliarios en la costa lo apachurran. Y es ahí donde entra Archipiélago y el mundo de lo sonoro, de la escucha.

Con este pódcast buscamos mostrar que es posible cambiar la realidad, que el hecho de que la violación a los derechos humanos sea tan común no significa que así tenga que seguir siendo y no puede seguir siendo así, que no hay una sola forma de defender los derechos y territorios y que todas, todos y todes podemos involucrarnos en ello.

Sabíamos que una forma de probar que se podía hacer algo, que tenía sentido hacerlo, era mostrar que ya había quienes lo estaban haciendo.

Estas historias reflejan, en sus protagonistas, la diversidad de sujetas, sujetos y sujetes titulares de derechos, particularmente, mujeres, personas jóvenes, integrantes de pueblos originarios y personas móviles. Son historias descentralizadas respecto de las ciudades y las localidades que suelen concentrar tanto los recursos y servicios como la cobertura y la discusión pública sobre la defensa de derechos y territorios.

#Archipiélago muestra la multiplicidad y pluralidad de proyectos que amenazan los territorios y sus impactos acumulativos y sinérgicos, y la complejidad de las disputas por los territorios y en las experiencias vitales y en la construcción de poderes. No queríamos historias lineales con heroínas y héroes caricaturizados.

Las historias de #Archipiélago son historias reales, individuales y colectivas, de quienes cada día, con sus acciones y decisiones, permiten y nutren la vida. Son manifestaciones de fuerza que se originan y transforman sus territorios. Para mí, como directora, como coordinadora, como grabadora, como narradora, el proceso de creación de #Archipiélago ha significado exploración, descubrimiento, acompañamiento, responsabilidad, reciprocidad y vulnerabilidad. Las personas confiaron en nosotras para conocer y compartir sus historias. En el proceso de producción entendimos que, citando a la guionista, había que conmoverse para conmover, había que ser espejo pero también había que mirarse y mirar con la mirada del otro, de un otro, de una otra. Hoy estamos convencidas de que hay que escuchar, comprender, honrar y sostener esas historias que nos implican, interpelan, cimbran y nos convocan a atrevernos.

Los aprendizajes durante la producción de este pódcast han sido una confirmación. La constatación de que necesitamos nuevas formas, canales, medios y formatos para seguir reconociendo, visibilizando e imaginando la acción. La reafirmación de que hay que atreverse a navegar aguas desconocidas, a explorar espacios fértiles y diversos. Hay que aprender de quienes saben hacer. Hay que salir de una misma al encuentro con el otro, le otre, la otra. Hay que hacer pero hacer con conciencia sobre quiénes somos y cómo nos posicionamos para relacionarnos y construir desde el respeto y el reconocimiento mutuos, celebrando las diferencias, reduciendo las desigualdades y aproximándonos e identificándonos desde nuestra dignidad humana en común.

* Suhayla Bazbaz Kuri (@SuhaylaCCIS) es directora general de Cohesión Comunitaria e Innovación Social A. C. La autoa agradece a Jocelyn Soto por la revisión y edición de este texto.

En este conversatorio entre equipos y protagonista pueden descubrir cómo fue ser parte de esta construcción colectiva. La creación de #Archipiélago. Dicho proceso tomó siete meses e involucró a ocho personas con las que hicimos un trabajo con ética, respeto, cariño y cuidado. Suhayla Bazbaz, directora general de CCIS, estuvo a cargo de la dirección de este pódcast. Con Katya Puga hizo la planeación e investigación. La producción y guiones son de Mitzi Pineda y Maggie Morett, quien también hizo el fact-checking. El diseño sonoro es de Vicente Romo Espinosa y la edición es de Fernanda Guzmán. Las ilustraciones son de Belén Quiros y la comunicación es de Jocelyn Soto. Gracias a toda la equipa por hacer posible esta andanza.