Otoño en la Ciudad: guía de las principales especies de árboles

Cipreses calvos en el Lago de Regatas
Cipreses calvos en el Lago de Regatas

Con la llegada del otoño, la Ciudad de Buenos Aires comenzó a teñirse de varias tonalidades que dan la bienvenida a los meses más fríos. “En la Ciudad tenemos más de 430 mil árboles, e invitamos a los vecinos a contemplar la riqueza de nuestro bosque urbano”, destacó Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal del Gobierno porteño.

“Contamos con coloridas alineaciones y agrupaciones aisladas donde se pueden observar los fenómenos de cambio en el color de las hojas y copas”, agregó Domeniconi sobre la paleta otoñal en la Ciudad, que exhibe tonalidades que incluyen el marrón del plátano, los rojos y púrpuras del liquidámbar, el dorado de especies como el ginkgo o el cobre del ciprés calvo.

Los ginkgos del cementerio de la Recoleta cambian de color con la llegada del frío
Los ginkgos del cementerio de la Recoleta cambian de color con la llegada del frío

El fresno es el árbol de mayor presencia en la Ciudad, ocupando un 36% de su superficie, con 133.609 ejemplares censados en las veredas de las 15 comunas. “Al ser el de mayor número de individuos, no pasa desapercibido y representa uno de los amarillos más potentes de la paleta. Otras especies que también transforman su fisonomía con tonos similares son el tilo, que demora algo más en amarillear, y el paraíso”, destacaron.

Con su amarillo vibrante, los fresnos -como estos ejemplares de Plaza Ramírez- son los primeros en anunciar el otoño
Con su amarillo vibrante, los fresnos -como estos ejemplares de Plaza Ramírez- son los primeros en anunciar el otoño

El plátano

Por otro lado se encuentra el plátano, segundo en importancia en las veredas de Buenos Aires, que adopta por estas fechas un color pardo amarronado propio de la paleta otoñal. Además, en una tonalidad más intensa, entre rojos y púrpuras, el liquidámbar deslumbra no solo por sus tonalidades, sino por la atractiva forma estrellada de sus hojas. Aunque su presencia es más escasa, resulta inevitable pasar por alto esta singular variedad.

Ginkgos

En cuanto a los ginkgos, estas poblaciones de árboles se posicionan entre las grandes maravillas otoñales con su llamativo amarillo dorado, presente en puntuales enclaves del mapa urbano, como la alineación de la calle Junín junto al Cementerio de la Recoleta o Plaza Chile, donde fueron lantados en honor a víctimas de la dictadura chilena.

Cipreses

En tanto, en el Lago de Regatas, en los bosques de Palermo, una agrupación de cipreses calvos sorprende al público por su coloración morada cobriza frente al espejo de agua. “Es una de las pocas coníferas en nuestro medio que pierde totalmente su follaje durante el otoño adquiriendo previamente un llamativo e intenso color cobrizo”, precisaron.

Los tonos marrones de los plátanos en la Avenida de los Ombúes
Los tonos marrones de los plátanos en la Avenida de los Ombúes

“Apreciar los cambios en el follaje puede ser un ejercicio de observación y convivencia con el árbol y con el bosque urbano, de sensibilización ciudadana hacia los compañeros árboles”, resaltó Marcela Palermo Arce, de la Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado de la Ciudad. “Hay lugares donde podemos ver álamos piramidales, que se ponen plateados. Dentro de las especies jóvenes que se fueron incorporando en la última década, vemos nuevos colores en el paisaje, como el del acer plateado, que torna al anaranjado”, señaló la experta.

Asimismo, a estos tonos se suma el verde que conservan en los meses fríos el ficus y especies del norte como la tipas, el lapacho, el jacarandá y otras variedades icónicas de la ciudad, que mantienen sus hojas.

Censo del Arbolado Público

“La Ciudad de Buenos Aires dispone de un Censo del Arbolado Público para consulta en el portal Arbopedia, la ‘wikipedia de los árboles’ de Buenos Aires”, detallaron.

“El registro se compone de descripciones con la geolocalización de los ejemplares y sus características, información que, junto a las labores de control y mantenimiento de nuestros árboles, permite una adecuada administración y mantenimiento de nuestro bosque urbano”, concluyeron.