La OSCE trata de superar el veto ruso a varias decisiones que ponen en riesgo su futuro

Skopje, 1 dic (EFE).- La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) cierra este viernes en Skopje su consejo ministerial, su principal reunión anual, pendiente de si Rusia desbloquea varias decisiones esenciales para el futuro funcionamiento de la organización, la más grande del planeta en el ámbito de la seguridad.

Todo ello, después de que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, tuviera que escuchar ayer en persona las críticas de muchos de los países a la invasión rusa de Ucrania el año pasado.

Los 57 países de América del Norte, Europa y Asia Central que forman la OSCE deben confirmar hoy que Malta asumirá la presidencia rotatoria del año que viene.

Esta propuesta, ya consensuada pero que debe ser ratificada, ha sido una solución de emergencia ante la negativa de Rusia a que Estonia, una ex república soviética y ahora miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, asuma ese papel.

Fuentes diplomáticas occidentales han indicado a EFE que ese tema ya está acordado bajo la fórmula de consenso que rige la decisiones en la OSCE, y que permite que un sólo Estado bloquee y retrase las decisiones.

Sin un acuerdo sobre la presidencia de turno, que convoca a los países, marca la agenda de la OSCE y nombra a representantes especiales, la organización no podría funcionar con normalidad.

Falta por cerrar también la renovación del contrato de la secretaria general de la OSCE, la alemana Helga Schmid, y de los responsables de Minorías, Derechos Humanos y Libertad de Prensa, que expiran este domingo.

Rusia se niega a prolongar esos mandatos en bloque, y propone que el de Schmid se prolongue por 12 meses y los otros por nueve, frente a los tres años para los que fueron elegidos en 2020.

Rusia se opone especialmente a la renovación de la portuguesa Teresa Ribeiro como representante de Libertad de los Medios de Comunicación de la OSCE; y del italiano Matteo Mecacci al frente de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos.

La UE y EEUU insisten en que la renovación sea en bloque, algo que apoyan la mayoría del resto de miembros, y las negociaciones, que se interrumpieron ayer por la noche, siguen hoy, según supo EFE de varias fuentes diplomáticas que participan en los contactos.

Esta reunión de la OSCE está marcada también por la crisis abierta por la invasión rusa de Ucrania.

Lavrov, cuya presencia en Skopje fue criticada por muchos de los otros 56 miembros del grupo, escuchó sin inmutarse como una delegación tras otra denunciaba la "brutalidad", la "ilegalidad" y la "injusticia" de la agresión rusa.

Al tomar el ministro ruso la palabra, los representantes de Moldavia y Ucrania abandonaron la sala, así como los de siete miembros de la UE y de la OTAN: Croacia, República Checa, Polonia, Rumanía, Estonia, Lituania y Letonia.

Con todo, Lavrov rompió en parte el aislamiento de Rusia al mantener reuniones o encuentros informales con los ministros de Exteriores de Hungría y Austria, países de la UE, y de Armenia y Kazajistán.

En su discurso, afirmó que la OSCE "se encuentra al borde del precipicio" y que, en su opinión, ha dejado de ser una plataforma de diálogo al caer bajo el monopolio de un Occidente que, denunció, "se ha adjudicado el derecho de decidir el destino de la humanidad".

(c) Agencia EFE