El opositor ruso Navalni describe la dura realidad de la prisión ártica "Lobo Polar"

Por Andrew Osborn y Olzhas Auyezov

MOSCÚ, 26 dic (Reuters) - El político opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni confirmó el martes su llegada a una prisión barrida por la nieve por encima del Círculo Polar Ártico y dijo que se encontraba de excelente ánimo a pesar del agotador viaje de 20 días para llegar allí.

Navalni publicó una actualización en X a través de sus abogados después de que sus aliados perdieran el contacto con él durante más de dos semanas mientras se encontraba en tránsito sin información sobre dónde estaba siendo llevado, lo que provocó expresiones de preocupación por parte de los políticos occidentales.

Su portavoz dijo el lunes que Navalni, de 47 años, había sido localizado en la colonia penal IK-3, al norte del Círculo Polar Ártico, situada en Kharp, en la región de Yamal-Nenets, a unos 1.900 kilómetros al noreste de Moscú.

"Soy vuestro nuevo Padre Escarcha", bromeó Navalni en su primer mensaje escrito desde su nueva prisión, en referencia a las duras condiciones climáticas del lugar.

"Bueno, ahora tengo un abrigo de piel de oveja, un gorro ushanka (gorro de piel con solapas que cubren las orejas) y pronto tendré valenki (calzado tradicional ruso de invierno)."

"Los 20 días del traslado fueron bastante agotadores, pero sigo de excelente humor, como debe ser el Padre Escarcha."

El nuevo hogar de Navalni, conocido como la colonia del "Lobo Polar", está considerado como una de las prisiones más duras de Rusia. La mayoría de los presos han sido condenados por delitos graves. Los inviernos son duros, y las temperaturas descenderán hasta los 28 grados centígrados bajo cero durante la próxima semana.

La prisión, situada a unos 60 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, se fundó en la década de 1960 como parte de lo que en su día fue el sistema GULAG de campos de trabajos forzados soviéticos, según el diario Moskovsky Komsomolets.

Navalni, que agradeció a sus partidarios y a todos los demás su preocupación por su bienestar durante su largo traslado, dijo que había visto guardias con ametralladoras y perros guardianes y que había ido a dar un paseo por la zona de ejercicios que, según dijo, estaba situada en una celda vecina, cuyo suelo, según dijo, estaba cubierto de nieve.

Por lo demás, dijo que solo había visto la valla perimetral por la ventana de una celda.

"De todos modos, no se preocupen por mí. Estoy bien. Estoy muy contento de haber llegado hasta aquí", dijo Navalni.

(Reporte de Andrew Osborn y Olzhas Auyezov; Edición de Angus MacSwan; editado en español por Tomás Cobos)