Oposición se enrumba en otra elección en Venezuela pese a temor a otra emboscada de Maduro

Pese a sostener por años que las elecciones en Venezuela son un puente a ninguna parte, la oposición venezolana se encuentra nuevamente montada sobre el camino electoral para tratar de salir del régimen de Nicolás Maduro, y sus 14 precandidatos se medirán en unas primarias previstas para octubre.

Curiosamente, la dirigente que acumula la mayor ventaja dentro del espectro electoral ha sido la que más ha insistido en que los comicios en Venezuela son una trampa: María Corina Machado. Su ascenso ha sido tan vertiginoso en el país que muchos temen que el régimen deberá buscar la manera de sacarla de la carrera antes de que se convierta en la candidata única de la oposición, dijeron analistas.

Los opositores inician sus campañas para la votación del 22 de octubre pese a las persistentes dudas sobre la posibilidad de que en Venezuela puedan sostenerse elecciones libres y transparentes que conduzcan a una verdadera transición democrática en el país. Es un camino recorrido ya muchas veces infructuosamente por las fuerzas que aspiran salir de la dictadura socialista creada originalmente por el fallecido presidente Hugo Chávez y continuada actualmente por Maduro.

Aún así, algunas de las voces que por años han denunciado que las elecciones en Venezuela sólo han servido para vestir con ropaje democrático a una feroz dictadura inmersa en operaciones de narcotráfico señalan que en el caso de las primarias sí vale la pena participar.

“Razones sobran para no creer” en las elecciones, dijo desde Miami el asesor político venezolano Esteban Gerbasi a través de las redes sociales. Las elecciones presidenciales que están siendo organizadas en Venezuela no van a conducir a la salida del narco régimen, pero sí van a servir para “escoger a un nuevo liderazgo de la oposición, si es que participamos”, dijo.

Un grupo de personas participa en la votación de las primarias de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el domingo 10 de septiembre del 2017, en Caracas, Venezuela. Miguel Gutiérrez/EFE
Un grupo de personas participa en la votación de las primarias de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el domingo 10 de septiembre del 2017, en Caracas, Venezuela. Miguel Gutiérrez/EFE

Ese nuevo liderazgo es necesario dado el desgaste de la oposición venezolana en los últimos años, en medio de las expectativas incumplidas en la gestión de la presidencia interina del opositor Juan Guaidó, cuyo movimiento no logró sacar a Maduro de la presidencia pese a haber conseguido el reconocimiento internacional como la verdadera autoridad democrática en el país sudamericano.

La propuesta de los partidos opositores de retomar la senda electoral llama a muchos la atención en vista de que por años denunciaron que en Venezuela no se pueden hacer elecciones libres mientras Maduro se mantenga en el poder, dado a que su férreo control sobre las autoridades electorales garantiza su victoria en las urnas independientemente del verdadero resultado de la votación.

Esa situación no ha cambiado para nada. De hecho ha empeorado, luego que el régimen decidiera cambiar a las máximas autoridades del Consejo Nacional Electoral en un proceso que muchos estiman incrementará su control sobre la institución.

Y sin embargo, la oposición venezolana sintió que no tenía más opción que retomar el muy transitado camino electoral en vista de que ese fue el mensaje que recibió de su principal aliado, Estados Unidos.

“La comunidad internacional, o más bien Estados Unidos, les dijo: ‘Resuelvan ustedes sus problemas, y la solución a la crisis política de ustedes es una elección presidencial. De otra manera, no hay solución para ustedes’”, comentó desde Washington Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la consultora Inter American Trends.

“A Maduro también se le dijo que para resolver el problema que tiene de ilegitimidad, debe entonces competir en nuevas elecciones, y que eso es esencial para que le puedan quitar las sanciones” impuestas en su contra por Estados Unidos, agregó.

Pese a su control sobre el consejo electoral, el planteamiento representa un gran reto para Maduro, quien acumula un rechazo dentro de Venezuela que supera el 85%.

Pero aún así, la oposición solo tendría posibilidad de salir airosa si compite unida, en una sola plataforma. La capacidad del régimen de hacer trampa, unida a un voto dividido, podría ser desastrosa para la oposición en una eventual elección, agregó De La Cruz.

Más de 600 niños residentes en la zona limítrofe venezolana son vistos hoy, lunes 7 de septiembre de 2015, en su escuela en Cúcuta (Colombia). Schneyder Mendoza / EFE
Más de 600 niños residentes en la zona limítrofe venezolana son vistos hoy, lunes 7 de septiembre de 2015, en su escuela en Cúcuta (Colombia). Schneyder Mendoza / EFE

Quienes defienden el concepto de acudir nuevamente a las urnas en Venezuela alegan que hay que hacerlo simplemente porque no hay más alternativa. “¿Cuál sería entonces la salida, militar?” preguntó desde Caracas el ex diputado venezolano Nelson Chitty La Roche. “¿Vamos a volver al cuento de que los Marines estadounidenses van a venir a ponerle orden a Venezuela? La opción electoral no va a ser fácil, pero no se vislumbra otra cosa en el horizonte”.

Aun cuando no está del todo claro si el régimen va a estar dispuesto a pasar por el proceso electoral el próximo año, los expertos dijeron que de hacerlo preferiría enfrentar a un adversario que no nazca de unas elecciones primarias.

“El régimen sabe que unas elecciones primarias unifica a los factores de oposición alrededor de una sola figura”, comentó desde Miami el analista político José Vicente Carrasquero. “Es por eso que ellos dedican gran parte de su podio televisivo para desacreditar el proceso y tratar de convencer a los venezolanos de que eso no va”.

De los 14 candidatos que alzaron sus manos para indicar que querían competir en las primarias, es Machado la que por el momento se encuentra cómodamente posicionada en la delantera, acumulando hasta más de veinte puntos porcentuales por encima de su más cercano contendor, el comediante Benjamín Rausseo, quien acaba de retirarse pero quien dijo que no descartaba la posibilidad de lanzar nuevamente su candidatura el próximo año para competir como tercera opción contra el régimen y contra la oposición.

Por el momento la atención recae completamente sobre Machado, quien por años se diferenció de los demás con su insistente mensaje de que no es posible competir electoralmente bajo una dictadura.

De La Cruz dijo que Machado no se engaña ante la naturaleza del régimen y las escasas posibilidades de que Maduro acepte entregar el poder de salir vencido en las urnas.

Pero salir airosa en unas elecciones terminaría por cimentar su puesto dentro de la oposición venezolana, para luego con el apoyo que piensa obtener de la comunidad internacional, pasar a presionar al régimen a salir a competir el año que viene bajo condiciones claras y transparentes, explicó.

El gran peligro que corre, sin embargo, es el riesgo de que ante su pronunciado repunte en popularidad, el régimen proceda a descalificar su candidatura antes de la votación de octubre.

“Esa es una decisión que puede tomar el régimen por la amenaza que ella representa”, dijo De La Cruz.