OPINIÓN | Las criptomonedas buscan su Silicon Valley y las regulaciones podrían ser su GPS

Nota del editor: Silvina Moschini es una emprendedora especializada en la economía digital. Es productora ejecutiva de Unicorn Hunters y fundadora y presidenta de Unicoin, una criptomoneda de próxima generación. Las opiniones expresadas en este comentario pertenecen exclusivamente a la autora. Ver más artículos de opinión en CNNE.com/opinion.

(CNN Español) -- Ocurrió en 1971 pero pasó desapercibido durante varios años: un artículo de la Electronic News tomó nota de la revolución que estaba generando la fabricación de microchips en la Bahía de San Francisco y del efecto dominó de innovaciones que tendría. Surgió así la denominación Silicon Valley y aunque el silicio (la materia prima de los chips) pasaría luego a un segundo plano, el nombre quedó asociado para siempre con la vanguardia tecnológica.

Más de medio siglo después, las criptomonedas están en el centro de la escena de la innovación y muchos se preguntan si el futuro del dinero se escribirá en todas partes o si se repetirá un fenómeno similar al de Silicon Valley.

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En un mundo deslocalizado e interconectado, lo primero parecería ser lo más razonable. Sin embargo, las regulaciones más o menos amigables pueden hacer la diferencia. De hecho, un artículo reciente de CoinDesk recordaba que, frente a las actuaciones de las autoridades estadounidenses contra Coinbase, un jugador fuerte del ecosistema, que desde entonces ha pedido “reglas claras” y que alega que las regulaciones “hostiles” podrían llevar la innovación y los empleos generados por las criptomonedas fuera de Estados Unidos, un legislador de Hong Kong salió a tentar a la firma para que traslade allí la totalidad de sus operaciones.

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El sudeste asiático tiene además a Singapur que, junto a Hong Kong, concentra el 35% de los empleos globales del sector, de acuerdo con un reporte de la firma de inteligencia criptográfica K33. El país, sede de firmas como Binance y Crypto.com, ya registra buena parte del pulso cripto del planeta y tiene un alto porcentaje de fondos de capital de riesgo invirtiendo en compañías del ramo. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos emerge en el mapa cripto con dos datos que lo posicionan muy bien: la cuestión impositiva y la adopción. En el primer caso, se trata de una exención total (0%) y en el segundo, se destaca el hecho de que dos terceras partes de sus habitantes están interesados en las criptomonedas, de acuerdo con una encuesta de YouGov.

Más allá de las “mentes brillantes”

La pregunta por un posible Silicon Valley cripto, sin embargo, no es solo estrictamente geográfica. Que haya polos innovadores para que las nuevas formas del dinero prosperen y aceleren las transformaciones en otros ecosistemas dependerá, sin duda, de múltiples factores.

El historiador James Hardy recuerda, a propósito de Silicon Valley, que detrás del éxito de este rincón de California hay una larga combinación de relaciones entre “instituciones académicas, capitales de riesgo, infraestructura, gobiernos dispuestos y miles de mentes brillantes”.

En el caso del ecosistema cripto, que por definición es disperso, el asunto de las regulaciones podría convertirse en el GPS que “mueva” la industria hacia el mejor lugar posible. Esto podría sonar contradictorio para los entusiastas de la extrema descentralización, pero lo cierto es que desde hace unos años se avanza hacia las regulaciones, como las que tendrá Europa a partir de 2024.

Se trata de un momento clave para todo el sector y el espejo de Silicon Valley tiene un par de lecciones valiosas para mirar de cerca. La primera de ellas es que las “mentes brillantes” son imprescindibles, pero no suficientes. La segunda, y tal vez la más importantes, es que el advenimiento de las criptomonedas de nueva generación, menos volátiles y respaldadas en activos, demanda incentivos tan potentes como los que alguna vez propiciaron el surgimiento del rincón más innovador del planeta.