OPINIÓN: Crece la tensión en Estados Unidos rumbo a las elecciones de medio término

ARCHIVO - Un grupo de personas participan en un mitin en favor del aborto, el 2 de octubre de 2021, en Austin, Texas. (AP Foto/Stephen Spillman, archivo)
ARCHIVO - Un grupo de personas participan en un mitin en favor del aborto, el 2 de octubre de 2021, en Austin, Texas. (Stephen Spillman / Associated Press)

Por Gregorio A. Meraz

Especial para LA Times en Español

Estados Unidos está inmerso en una creciente y peligrosa tensión en víspera de las elecciones de medio término luego que la nueva mayoría ultraconservadora de la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la decisión Roe Vs. Wade, que legalizó el aborto durante 49 años y el caso Planned Parenthood Vs. Casey.

Esta medida, permite la inmediata implementación de leyes en contra del aborto en 13 de 28 entidades con gobernadores republicanos obligando a mujeres a continuar embarazos, aun cuando pongan en riesgo sus vidas, o que obligan a víctimas de incesto y violación, a procrear al producto del asalto sexual.

En respuesta a lo que consideran un ataque arbitrario contra su libertad individual, miles de mujeres se manifestaron ante la Suprema Corte de Justicia, el Capitolio y millones más tomaron las calles en todo el país para protestar por la medida promovida por el magistrado Samuel Alito, apoyada por Clarance Thomas, -cuya esposa es investigada por su participación en intentos ilegales de revertir el resultado de la elección-, así como Neil Gorsuch, Amy Coney Barret y Brett Kavanaugh, nominados por el expresidente Trump, quienes violaron su compromiso de respetar Roe Vs. Wade, ignorando advertencias de expertos en salud sobre las devastadoras consecuencias en salud pública.

Este primer ataque de la Suprema Corte, revirtiendo el aborto, podría ser el inicio de una mayor ofensiva contra derechos civiles, que -como propone el magistrado Clarance Thomas- incluya la revisión y eventual revocación del reconocimiento del matrimonio de personas del mismo sexo, los derechos y beneficios de homosexuales y minorías, lo que intensificaría la división y confrontación.

La eliminación del aborto, bien podría ser una provocación para desviar la atención de cada vez más escandalosas revelaciones y denuncias sobre la magnitud de los múltiples intentos de golpe de estado y conspiración del expresidente Trump para revertir el resultado de la elección de 2020 argumentando un “fraude” del que nunca presentó evidencia alguna.

Justo un día antes de la muerte al aborto, Jeffrey Rosen, sucesor de William Barr como procurador General de Justicia, el subprocurador Richard Donoghue y Steven Engel, alto funcionario del Departamento de Justicia, revelaron en la 5a. Audiencia sobre el Asalto al Capitolio, la presión, intimidación y amenazas de Trump.

El expresidente trató de forzarlos a violar su juramento de respetar y defender la Constitución, entregándole cartas sobre inexistentes “fallas” en la elección de 6 estados clave que perdió y a ordenar el inédito decomiso de las máquinas de votación, para justificar el nombramiento ilegal de delegados ilegítimos al Colegio Electoral, que aseguraran su permanencia en el poder a pesar de su derrota.

“No se puede cambiar el resultado de la votación con solo tronar los dedos,” le dijo Rosen.

Trump dijo que “entendía su postura” pero les insistió diciendo:

“Solo digan que la elección fue corrupta y déjenme el resto a mí y a los legisladores republicanos …”

Ante la negativa de Rosen, Trump quiso despedirlo y nombrar procurador a Jeffrey Clark, quien le presentó borradores de las cartas, lo que generó el rechazo de todos los funcionarios del Departamento de Justicia, que amenazaron con renunciar.

La casa de Clark, en Virginia, fue cateada por agentes del FBI, en busca de más evidencia.

Semanas antes, Trump había despedido a William Barr, porque tras una investigación que ordenó sobre las elecciones en Arizona, Georgia, Pensilvania, Michigan, Nuevo México y Wisconsin, llegó a la conclusión de que no hubo fraude y se negó también a “apoyarr” la gran mentira.

Rusty Bowers, republicano y líder de la mayoría de la Asamblea estatal de Arizona, también denunció presiones similares de Rudy Giuliani, tratando de persuadirlo de que revocara los resultados de la votación en ese estado.

Trump y sus cómplices Republicanos están preocupados por el avance del trabajo del Comité del Congreso, que inició tratando de conocer solo la influencia de Trump en el asalto al Capitolio y ahora tiene miles de testimonios, evidencia irrefutable, fotos y videos sobre la gigantesca conspiración de Trump, para retener el poder, bajo la invención de un fraude nunca probado, y las maniobras del abogado John Eastman, consciente de los actos ilegales que cometían.

En la audiencia, los exfuncionarios del Departamento de Justicia revelaron que legisladores como Matt Gaetz, Marjorie Taylor Green, Mo Brooks, Andy Gibbs, Louie Gohmert, Jim Jordan, Scott Perry, el abogado John Eastman y otros que apoyaron el complot ilegal e intentos de golpe de estado de Trump, solicitaron perdón presidencial, como confirmó Herschman, ex-abogado de la Casa Blanca.

Aun durante la audiencia, el Comité seguía recibiendo toneladas de denuncias y evidencias de las acciones de Trump, que son evaluadas y que apuntan a la posibilidad de que, con la más agresiva investigación del Departamento de Justicia, el expresidente sea consignado criminalmente.

Ante eso, Donald Trump tratará de apurar el anuncio de su nominación para la Presidencia, para argumentar “persecución política” como hizo en 2016.

La espontánea reacción de coraje por la revocación del aborto, la amenaza contra otros derechos civiles, la indignación y polarización por los crímenes de Trump, podrían generar un clima de violencia, que se sumaría a la frustración que generen maniobras sucias en las elecciones intermedias, que los conservadores podrían capitalizar.

La extensa conspiración de Trump para tomar el poder democráticamente o por asalto, en las elecciones de noviembre próximo, incluye presión y amenazas a funcionarios electorales locales, para ser sustituidos por “un ejército leal a Trump,” entrenado e interconectado, para revertir votos demócratas, desde las casillas.

Existe un plan republicano en 16 estados críticos, respaldado por una inversión multimillonaria, para reclutar e incrustar radicales como funcionarios de casilla y “observadores,” entrenados para desafiar votos en casillas de distritos de mayoría demócrata, con apoyo de páginas de internet, que conecte a esos funcionarios de casilla con una red de abogados, jueces y fiscales “amigos” que podrían intervenir de inmediato para bloquear el conteo de votos en casillas que vayan perdiendo.

Los expertos confían en que los votantes estadounidenses reflexionen sobre el retroceso histórico que buscan los republicanos y su impacto en el futuro de esta democracia, viendo pruebas, testimonios y evidencias sobre los actos criminales de Trump y analicen el impacto de su voto, en la preservación de esta, la democracia más grande del mundo.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.