La ONU dice que su Enviado para el Sáhara goza de "libertad de movimientos"

Naciones Unidas, 5 jul (EFE).- El Enviado de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, "no ha perdido libertad de movimientos" y "tiene control de adónde va, es decisión suya", dijo hoy el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric.

En su rueda de prensa diaria, Dujarric fue preguntado hasta en tres ocasiones sobre la razón de que De Mistura haya cancelado su viaje al territorio saharaui tras haberlo anunciado el viernes, pero no quiso dar una respuesta.

En todo caso, recordó el portavoz, "no ha perdido libertad de movimientos", insistió.

Ayer, el Frente Polisario acusó a Marruecos de "obstruccionismo a los esfuerzos del Enviado" y de impedirle realizar esa visita, que habría sido la primera desde su nombramiento el pasado noviembre.

De Mistura viajó el sábado a Marruecos, pero ha tardado tres días en ser recibido por el ministro de Exteriores, Naser Burita, en una reunión que Dujarric calificó de "útil", sin otros comentarios.

Desde Rabat, el ministerio de Exteriores ofreció más detalles, y dijo que Burita recordó a De Mistura que toda solución política al contencioso del Sáhara debe estar "basada exclusivamente en la iniciativa de Marruecos de autonomía, en el marco de la soberanía nacional y la integridad territorial (marroquí)".

Con respecto a la no visita en esta ocasión de Tinduf -sede del Frente Polisario- y de Argel, el portavoz quiso dejar claro que no se trataba de una gira y "habrá ocasión de visitar las otras partes".

Fuentes diplomáticas dijeron a Efe que el Polisario se había negado a recibir a De Mistura porque exige que sus viajes comiencen en el territorio saharaui y no en Rabat, para evitar que Marruecos le imponga su agenda una vez que llega al territorio saharaui.

Tampoco el portavoz quiso comentar este detalle y animó al Polisario a contactar con la oficina de De Mistura "sin necesidad de intermediarios" para hacerle partícipe de sus preocupaciones.

Varios observadores consideran que De Mistura no ha conseguido ganarse el apoyo de ninguna de las partes, como lo demuestra la dificultad de organizar una gira con parada en todas las etapas habituales de los precedentes enviados: Rabat, Tinduf, Argel y Nuakchot.

Está además la cuestión de las mesas redondas que De Mistura supuestamente quiere resucitar: mientras que Marruecos exige la presencia de Argelia en ellas como parte principal -con el argumento de que el Polisario actúa a sus órdenes-, Argel ha dicho que toda negociación debe ser únicamente entre las dos partes oficialmente reconocidas como tales por la ONU: Marruecos y el Polisario.

Para complicar las cosas, Argel y Rabat rompieron relaciones diplomáticas el pasado agosto, precisamente por la cuestión del Sáhara, y se ve difícil que puedan sentarse juntos en una misma mesa.

También, España terminó salpicada por esta enemistad, pues en el momento en que el Gobierno de Pedro Sánchez asumió la autonomía marroquí como la mejor solución para superar el conflicto, el pasado marzo, Argelia retiró a su embajador en Madrid y tres meses después puso en suspenso el Tratado de Amistad que ligaba a ambos países.

(c) Agencia EFE