Las ONG operantes en Italia critican a Europa por permitir la muerte de migrantes en el Mediterráneo

Cerca de 45 510 migrantes han llegado a Italia en lo que va de año; las cifras vuelven a ser las más altas desde 2017, en el mismo período de tiempo. La coalición de centro-derecha del país transalpino declaró el ‘estado de emergencia’, y reiteró su petición a la Unión Europea de más solidaridad, para hacer frente a los ‘flujos migratorios’.

La periodista de Euronews, Monica Pinna, nos lleva a la frontera más meridional de Italia, la isla de Lampedusa, para conocer cuál es la situación en la actual ‘crisis migratoria’.

El denominado ‘punto caliente’ de Lampedusa está, sistemáticamente, al borde del colapso. Se supone que los migrantes, deben permanecer allí unos días, para ser identificados y enviados a centros de acogida o repatriación. A menudo, acaban quedándose mucho más tiempo.

El centro está concebido para acoger a cuatrocientos migrantes, pero a veces, alberga incluso a más de tres mil personas. Según las oenegés, el ‘sistema de acogida’ italiano no está bien gestionado. Los menores son los más amenazados. "Desde 2018, las plazas han disminuido. Actualmente, el sistema de acogida de menores no cubre sus necesidades, y se ha quedado sin recursos", denuncia Lisa Bjelogrlich, una de las responsables superiores de la ONG ‘Save the Children’ en Italia.

La criminalización de las ONG

Algunos naufragios cambian las políticas. Este es el caso de la ‘tragedia de Cutro’, que se cobró la vida de más de 90 migrantes, el pasado mes de febrero, frente a las costas de Calabria. Desde entonces, el Gobierno ha aprobado medidas más duras contra los ‘traficantes de personas’, y al mismo tiempo, leyes más restrictivas en materia de ‘acogida y asilo’. "Cada vez está más claro que, para no dejarlos llegar, prefieren dejarlos morir", sostiene la exalcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini.

Desde la denominada ‘catástrofe de Cutro’, los naufragios son cada vez más frecuentes. "La retirada de los ‘actores europeos’, y la criminalización de las ONG comprometidas en misiones de búsqueda y rescate, han creado un enorme vacío en las operaciones de salvamento", afirma Tamino Böhm, miembro de la ONG Sea-Watch.

En enero, el Gobierno de Meloni promulgó nuevas medidas restrictivas para limitar las operaciones humanitarias. Las oenegés que no las cumplan se enfrentan a sanciones. Por ejemplo, solamente se permite llevar a cabo una operación de rescate, cada vez, antes de regresar al puerto asignado. Un barco dedicado a este tipo de operaciones, que está financiado por el 'artista urbano' Banksy, fue retenido durante 20 días, por rescatar a más de 180 personas, en cuatro operaciones de salvamento, diferentes.