La ola azul que llegó del oeste de EE.UU. y abonó la derrota de Trump

Los Ángeles, 13 nov (EFE News).- No fue una "ola roja" como presagió Donald Trump sino una azul venida del oeste la que finalmente ha determinado el resultado final en la carrera presidencial, que se ha decantado en favor del ahora presidente electo, Joe Biden, quien triunfó en Arizona, otrora bastión republicano.

Con prácticamente todos los votos contados, el demócrata se alzó con los 11 delegados del Colegio Electoral que da Arizona, sumando 290 y afianzando su triunfo sobre el republicano, que tiene 217 delegados.

Es la primera vez que un candidato presidencial demócrata gana en Arizona desde que lo hiciera el hoy expresidente Bill Clinton en 1996, un cambio impulsado por los hispanos, los nuevos residentes y la influencia de estados vecinos como California, que lideró la oposición al Gobierno Trump en varias de sus políticas, advierten expertos.

CALIFORNIA EMPUJA LA OLA AZUL HACIA EL ESTE

“Definitivamente California ha tenido una fuerte influencia en este cambio de preferencias electorales en estados como Arizona”, dijo a Efe Miguel Tinker-Salas, profesor de Historia y Estudios Latinos en Pomona College.

Entre los factores está la ayuda que activistas del Estado Dorado prestaron a Arizona para catapultar la lucha contra la Ley SB 1070 en 2010, que penalizaba a los inmigrantes sin estatus legal, advierte el catedrático.

“California vivió este cambio de republicano a demócrata después de la Propuesta 187, que cargaba contra los indocumentados en los años noventa. Esa influencia y la ayuda directa influyó en que se buscara el apoyo de los votantes en estados como Arizona”, valoró Tinker-Salas.

Al respecto, Alejandra Gómez, directora de la organización LUCHA en Arizona, explicó a Efe que la victoria de Biden en ese estado se remonta una década al pasado.

“El logro de estas elecciones fue una labor de hace más de diez años, cuando empezamos a registrar votantes en nuestras comunidades. Tocamos puertas, hicimos marchas, dimos a conocer los derechos de los inmigrantes y los defendimos contra una ley racista”, expresó.

Gómez resalta que el crédito de este triunfo no corresponde a un partido, sino a la fuerza de las comunidades latinas en su búsqueda por un mejor futuro en Estados Unidos.

Un estudio de Latino Policy and Politics Initiative de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA LPPI) entre votantes de Arizona en los tres condados con mayor concentración de hispanos (Maricopa, Yuma y Pima) encontró que el voto de los latinos fue favorable a Biden en 75 %, 74 % y 81 % respectivamente.

A la labor de los activistas para alentar el voto, incluyendo cuadrillas de indocumentados, se sumaron voces que llegaron desde Los Ángeles, San Francisco (California), y los estados de Oregón y Washington.

También hay que contar que los californianos invirtieron millones de dólares tratando de inclinar las contiendas del Senado en todo el país, lo que convierte al estado en una de las principales fuentes de contribuciones de campaña. Para agosto las donaciones personales de los californianos para otros estados sumaban 38 millones de dólares.

UNA CALIFORNIANA FRENTE DE LA CAMPAÑA EN ARIZONA

La visión del Estado Dorado se ha vuelto tan importante que la campaña de Biden envió a Arizona en la recta final de las elecciones a Jessica Mejía, su jefa de campaña en California.

La inmigrante salvadoreña, que llegó al país siendo indocumentada cuando era apenas una niña, dijo a Efe este viernes que "el éxito de la campaña de Biden en el oeste se basa en los años de trabajo de los organizadores latinos que han luchado por un mejor acceso a la atención médica y escuelas de calidad, y contra las políticas de inmigración llenas de odio”.

“Esta victoria rotunda muestra cuán amplia y diversa es realmente nuestra coalición en todo el oeste”, recalcó.

EL EXODO CALIFORNIANO

La influencia en el cambio de pensamiento de estos estados generalmente rojos (republicanos) hacia posiciones más liberales también la están trayendo los nuevos residentes, que en su mayoría llegan de estados azules (demócratas) como California o Nueva York.

“No hay duda de que la inmigración de California ha tenido un efecto en Arizona”, señaló a Efe Ruy Teixeira, codirector del programa States of Change: Demographics and Democracy Project, del Center for American Progress.

En 2018, según datos de el censo, cerca de 691.145 californianos se fueron a otros estados. El primer destino fue Texas, que obtuvo 86.164 californianos. Arizona registró la llegada de 68.516 y Nevada recibió 50.707.

Teixeira resalta que los hispanos llegados desde California son más proclives a votar por los demócratas que sus pares de Arizona y particularmente Texas.

¿TEXAS CERCA DE VOLVERSE AZUL?

“Estos estados tienen mucho camino por recorrer, particularmente Texas, en términos de que los blancos se vuelven menos conservadores”, puntualiza Teixeira.

No obstante, el investigador anticipa que Texas está a uno o dos ciclos de volverse azul.

Las cifras de participación de votantes este año apoyan el augurio de Teixeira. Aunque Biden perdió Texas, ganó terreno respecto a la elección de 2016. Biden alcanzó 46,4 % de los votos (5.218.631), mientras la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton obtuvo aquel año 43,2 % (3.877.868)

Trump mantuvo el 52,2 % de los votos en ambas elecciones, aunque para 2020 el número de electores en su favor aumentó en más de un millón respecto a 2016, pasando de 4.685.047 a 5.865.913.

Según el Centro Pew, la proporción de votantes blancos ha disminuido en Texas desde 2000 de 62 % a 51 %.

El cambio es más notable en Arizona, que pasó de tener 75 % de sus electores blancos en 2000 a 63 % en 2018. Nevada pasó de 76 % a 58 % y Utah de 91 % a 84 %.

Sonja Díaz, directora fundadora de UCLA LPPI, explicó a Efe que esto se debe en gran medida a la llegada de minorías, en su mayoría latinos, que buscan trabajo en industrias crecientes en estos estados, y con ello también vienen cambios de preferencias electorales.

(c) Agencia EFE