La ofensiva desaparece en San Diego y los Marlins se enfrían en agosto, ¿cuánto peligra el viaje a octubre?

Los Marlins han escogido el momento más caliente para enfriarse. Después de una primera mitad llena de esperanzas, ha llegado un período de dudas justo en el verano y a muy poco de comenzar el tránsito otonal, donde pende en la balanza el pasaporte a octubre.

Una vez más la ofensiva de los peces despareció por completo y fueron blanqueados el miércoles en la tarde 3-0 para ceder la serie particular ante los Padres en San Diego, que vieron retroceder a un Sandy Alcántara que parecía haber recobrado su mejor forma.

En muy contadas ocasiones Miami colocó hombres en base y el batazo importante no llegó en parte alguna del encuentro para un equipo que por el momento se encuentra fuera de la pintura de la postemporada, aunque todavía con posibilidades reales de meterse.

No cabe duda de que los Marlins han perdido fuelle en los meses de estío, porque tras cerrar un julio de con balance de 9-15 en julio van completando un agosto con récord de 8-13, algo preocupante cuando más del 50 por ciento de los rivales que restan en el calendario juegan por encima de .500.

Si Jesús Luzardo se recuperó de un mal período con una sólida actuación el martes, había mucha expectativa por ver a un Alcántara que venía siendo el mejor lanzador de Miami en agosto, al punto de comenzar su actuación con la mejor efectividad para cualquier mes con 2.48.

No se puede decir que lo hizo del todo mal, pero el dominicano permitió cuatro carreras y siete imparables con tres ponches y tres bases por bolas que elevaron su cuenta de lanzamientos a 103 para el momento en que el manager Skip Schumaker decidió sacarlo del montículo.

Los Padres pisaron la goma en el primer inning con sencillo de Juan Soto, casi pusieron el juego a resguardo en el sexto con un cuadrangular de Xander Bogaerts que encontró un hombre en circulación y clavaron la puntilla en el séptimo con otro imparable de Fernando Tatis Jr.

Nada pudo ilustrar mejor la frustración de los Marlis y de Alcántara en particular que la llegada del dominicano al dugout cuando tiró su guante contra todo lo que halló en los bancos, creando una especie de caos para ventilar su molestia por no haber podido darle a su equipo un chance mejor de victoria.

Pero la mayor responsable de la derrota fue la ofensiva que no pudo hacer nada de nada, primero ante el abridor Seth Lugo -autor de seis entradas en blanco- y luego ante un cuarteto de relevistas que colgaron los ceros finales de la victoria de los Padres.

Los peces tuvieron una oportunidad dorada de empatar en la novena cuando llenaron las bases con un out ante Josh Hader, pero el taponero de San Diego ponchó a los dos últimos hombres que enfrentó para acabar con la última esperanza de los floridanos.

Miami ocupa el puesto 26 en carreras por partido esta temporada, pero eso debiera mejorar este viernes cuando visiten el loanDepot park los Nacionales de Washington, porque de lo contrario la visita a octubre se complicaría tanto que podría desaparecer.