La odisea de estacionar en Buenos Aires: habilitarán espacios al lado de las ciclovías

Con una intervención en las ochavas de todos los barrios porteños, hace unos meses se ganaron 22.000 nuevas plazas para estacionar. Fue algo sencillo: simplemente se redujo la extensión de los cordones amarillos donde se prohibía dejar los vehículos. La medida sirvió para atenuar un problema de toda la ciudad: la falta de espacio en las calles, aunque parece no haber alcanzado ante la demanda de un parque automotor creciente.

Por esta razón, la Secretaría de Transporte y Tránsito porteña aplicará una prueba piloto con el objetivo de generar mayor cantidad de lugares para estacionar. ¿Dónde? Al lado de las ciclovías que se construyan en calles de un ancho superior a los 10 metros, de mano única y que no tengan circulación de colectivos. Sobre la arteria General César Díaz se habilitará la primera traza con estacionamiento paralelo.

La resolución se publicó ayer en el Boletín Oficial y permitió que comiencen a proyectarse las obras de acondicionamiento de la ciclovía en César Díaz, entre Chivilcoy y Artigas, un corredor que tendrá 1870 metros de extensión por los barrios de Floresta, Villa Santa Rita y Villa General Mitre. El tramo donde se podrá estacionar será de Chivilcoy a Nazca, en unos 1300 metros.

Buenos Aires representa un desafío para la movilidad urbana, sobre todo en aquellos barrios con alto flujo de circulación. Todos los días ingresan a la ciudad unos 700.000 vehículos, que se suman a una plaza estable de 900.000 autos particulares, 10.000 taxis y 37.000 colectivos.

Las plazas disponibles para estacionar eran 334.654, pero ahora superan las 356.000 gracias a la reconfiguración de las esquinas con cordón pintado de amarillo, que permitió reducir la zona prohibida para estacionar y ganar uno o dos espacios más por cruce. En total, fueron 22.000 nuevos lugares, lo que representaba un 7% del total actual.

Hasta ese momento, los cordones amarillos tenían varias medidas de acuerdo con la esquina, de los 11 metros a los 13,3 metros. Con un criterio único, los cruces semaforizados serán amarillos hasta un máximo de 7,5 metros y los de intersecciones sin semáforos, de hasta 10 metros.

En la odisea por encontrar espacio libre en las calles también intervendrá el nuevo sistema de estacionamiento medido, que podría aplicarse en los próximos meses, aunque después de las elecciones de octubre. Se prevé que el 78% de los lugares sigan siendo gratuitos y que el 26% sean pagos. Es decir, se contempla que 86.768 plazas sean monitoreados por al menos 2000 parquímetros. Hoy se debe pagar solo en 4000 de ellos.

En la nueva ciclovía sobre César Díaz se ganarán unos 60 lugares. La prueba piloto surgió a partir de reuniones y talleres con vecinos realizados en distintos barrios. En esos encuentros, una de las mayores demandas giraba en torno de la escasa cantidad de espacios para estacionar y hubo reclamos porque las ciclovías reducen la disponibilidad.

Estos talleres colaborativos de movilidad se realizan en los barrios que lo solicitan. Los encuentros se desarrollan en clubes barriales, bibliotecas, centros culturales u oficinas de gobierno.

Baja densidad

La ciclovía sobre la calle General César Díaz estará en una zona residencial de casas bajas, a pocas cuadras de la cancha de All Boys. La calzada tiene más de diez metros y puede soportar el tránsito de vehículos en cinco carriles. Teniendo en cuenta que se puede estacionar en ambos cordones, cuando se coloquen la bicisenda y el estacionamiento paralelo quedarán al menos dos carriles de circulación. Habrá nuevos carteles que indicarán la autorización de estacionamiento en paralelo.

Cerca de donde construirán la traza ya existen bicisendas en las calles Chivilcoy, Juan Agustín García, José Artigas, Andrés Lamas y Tres Arroyos. En total, la red se extiende por 236 kilómetros y ya alcanza 41 de los 46 barrios porteños, con presencia en todas las comunas. El objetivo es que a fines de año sume 250 kilómetros.

"El trabajo en conjunto con los vecinos se realizó con la intención de delinear soluciones de movilidad en conjunto y estudiar continuamente nuevas posibilidades de mejora. En esta oportunidad avanzamos con una propuesta que busca optimizar el espacio de estacionamiento en línea con la experiencia de otras ciudades del mundo", explicó Juan José Méndez, secretario de Transporte de la ciudad.

Algunos de los modelos estudiados son los de Copenhague (Dinamarca), Nueva York (Estados Unidos), Santiago (Chile) y Barcelona (España). En Buenos Aires, como se dijo, el sistema se empezará a implementar en calles con un ancho no inferior a 10,40 metros, por las que no transite el transporte público y con un único sentido de circulación.

Las zonas para estacionamiento en paralelo estarán separadas de la ciclovía por un espacio de un metro de ancho. Como si fuese una senda peatonal, este sector deberá ser utilizado para descender de los vehículos sin invadir la bicisenda. De esta forma se preservaría la seguridad vial de los peatones, los ciclistas y los automovilistas.

Desde la Ciudad aclararon que el permiso para estacionar junto a ciclovías no será aplicable a las ya existentes y solo se podrá contemplar a las trazas por construirse y en aquellas que se encuentren en calzadas que cumplan las características mencionadas.

En algunos barrios esto ya sucedía, pero sin estar habilitado oficialmente: ante la falta de lugar para estacionar, suelen encontrarse autos ubicados uno detrás de otro pegados a una bicisenda. Es una de las tantas modalidades del mal estacionamiento, la infracción más común de los últimos años.

El año pasado se registraron 4.239.457 infracciones en toda la ciudad y el estacionamiento indebido se ubicó al tope del listado, con el 32% del total (1.351.561); muy cerca de ese número quedaron las multas por exceso de velocidad, que sumaron 1.170.114 (27,6%) y se ubicaron en segundo lugar.