¿Ocasio-Cortez iba a pagar su vestido de la Met Gala?

La representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata por Nueva York), en el centro, en la gala benéfica del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, el 13 de septiembre de 2021. (Nina Westervelt/The New York Times)
La representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata por Nueva York), en el centro, en la gala benéfica del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, el 13 de septiembre de 2021. (Nina Westervelt/The New York Times)

Rep. Alexandria Ocasio-Cortez, D-N.Y., made international headlines when she wore a white gown scrawled with the words “Tax the Rich” to the star-studded Met Gala in New York in September 2021. But now, congressional investigators have found “substantial reason to believe” that she might have violated House ethics rules and perhaps federal law by accepting gifts associated with the event.

At issue are the payments for the rental of the dress, jewelry, shoes and bag she wore to the event, as well as the costs of her makeup, hair, transportation and about $5,000 for a share of rooms at the Carlyle Hotel, where she prepared for the gala.

Her campaign did eventually pay for all the costs from her personal accounts, as required by law. But it did so only after the House Ethics Committee began an inquiry into the issue in March 2022, an investigation by the Office of Congressional Ethics found.

“It appears several thousands of dollars’ worth of services may have remained unpaid” had it not been for the ethics office beginning its review, the office found.

La diputada Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata por Nueva York, llegó a los titulares internacionales cuando lució un vestido blanco con la leyenda “Que los ricos paguen impuestos” en la Gala del Met de Nueva York en septiembre de 2021. Pero ahora, los investigadores del Congreso han encontrado “razones de peso para creer” que quizá haya violado las normas éticas de la Cámara y tal vez la ley federal al aceptar regalos asociados con el evento.

En cuestión están los pagos por el alquiler del vestido, las joyas, los zapatos y el bolso que llevó al evento, así como los gastos de maquillaje, peluquería, transporte y unos 5000 dólares por una parte de las habitaciones del Hotel Carlyle, donde se preparó para la gala.

Su campaña acabó pagando todos los gastos con cargo a sus cuentas personales, como exige la ley. Pero solo lo hizo después de que el Comité de Ética de la Cámara iniciara una investigación sobre el asunto en marzo de 2022, según una investigación de la Oficina de Ética del Congreso.

“Parece que servicios por valor de varios miles de dólares podrían haber quedado sin pagar” si la Oficina de Ética no hubiera iniciado su revisión, según la investigación.

El Comité de Ética de la Cámara de Representantes reveló la semana pasada que decidió ampliar su revisión del asunto en diciembre. El 2 de marzo se hizo público un informe de dieciocho páginas, así como cerca de 300 páginas de transcripciones y otras pruebas.

Las normas éticas impiden a los miembros del Congreso aceptar regalos como “una gratificación, favor, descuento, entretenimiento, hospitalidad, préstamo, indulgencia u otro artículo que tenga valor monetario”.

Se les permite asistir a actos benéficos, pero solo si los invita la organización que organiza el evento. A Ocasio-Cortez y su pareja, Riley Roberts, la revista Vogue los invitó al evento de 35.000 dólares por entrada, y no el propio Museo Metropolitano de Arte, según la revisión. Pero como Vogue y su directora editorial, Anna Wintour, están profundamente implicadas en la organización del evento, los investigadores consideraron que la invitación era admisible.

“El Comité señala que el hecho de llevar a cabo una revisión adicional de una remisión, y cualquier divulgación obligatoria de dicha revisión adicional, no indica que se haya producido ninguna violación”, expresó la dirección bipartidista del Comité de Ética mediante un comunicado.

David Mitrani, abogado de Ocasio-Cortez, respondió que la Oficina de Ética del Congreso no había encontrado una violación de la ética, solo retrasos en el pago a los proveedores por los costos.

“La congresista considera que estos retrasos son inaceptables, y ha tomado varias medidas para asegurarse de que nada de esta naturaleza vuelva a suceder”, escribió en una carta al comité. “Pero, si bien es lamentable, este asunto definitivamente no alcanza el nivel de violación del Reglamento de la Cámara o de la ley federal”.

Y añadía: “No hay pruebas de que ella pretendiera nunca evitar estos gastos”.

Después de la gala de septiembre, varios proveedores, incluidos los que peinaron y maquillaron a Ocasio-Cortez, intentaron repetidamente hacer un seguimiento con su personal para el pago. Sin embargo, la congresista dijo en su declaración que no sabía nada de los retrasos y que siempre tuvo la intención de pagar.

Los empleados de Condé Nast ayudaron a la congresista a arreglarse el pelo con un estilista, lo que supuso una factura de 478 dólares, y una factura de maquillaje de 345 dólares, según los investigadores de ética del Congreso. El vestido a medida, los zapatos, el bolso y las joyas se alquilaron a la diseñadora Aurora James, y en un principio la factura ascendió a unos 2300 dólares, pero posteriormente se modificó, con un total de 990 dólares.

Aurora James, y su empresa, Brother Vellies, identificaron 5580 dólares en bienes y servicios adicionales no pagados una vez que fueron contactados por los investigadores del Congreso, que incluían el transporte hacia y desde la gala, la parte de la congresista de los gastos de habitación en el Carlyle, y alrededor de 400 dólares por zapatos y una corbata de moño para Roberts. Ocasio-Cortez pagó entonces esa factura.

“Realmente parece que hubo una bola que se dejó caer”, comentó a los investigadores. “Es una situación muy lamentable. Me siento fatal especialmente por las pequeñas empresas que se vieron afectadas”.

Cortez fue una sensación en internet por su decisión de llevar el vestido distintivo, y algunos pensadores progresistas se preguntaron si se estaba burlando de ellos al llevar un lema izquierdista a un evento de élite, y algunos conservadores señalaron el vestido como señal de hipocresía. Ella lo defendió como una manera de dar a conocer un mensaje en el que creía.

James, Brother Vellies y Janna Pea, publicista de Brother Vellies, se negaron a cooperar con los investigadores de la Cámara. La Oficina de Ética del Congreso ha recomendado que se les cite mientras prosigue la investigación.

c.2023 The New York Times Company