Obama rinde homenaje a Lyndon Johnson, 50 años después de los derechos civiles

La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama (C) y el congresista John Lewis, aplauden el discurso de Barack Obama sobre Lindon Johnson, a 50 años de la histórica ley de los derechos civiles, el 10 de abril de 2014 en Austin, Texas (AFP | Brendan Smialowski)

El presidente estadounidense, Barack Obama, saludó el jueves la "inmensa" herencia de Lindon Johnson, cuando se cumplen 50 años de la histórica ley de los derechos civiles, aunque el debate sobre el papel del gobierno para promover la igualdad continúa. Obama destacó que el debate sobre el papel del Estado a la hora de garantizar la igualdad de derechos entre los ciudadanos sigue siendo difícil en Estados Unidos. "El presidente Johnson entendió que la igualdad necesita algo más que la ausencia de opresión, también necesita oportunidades económicas", dijo Obama en la Biblioteca Presidencial Johnson, en Texas, estado del que era originario Lyndon Johnson (1908-1973). Esta intervención a la sombra del sucesor de John F. Kennedy después de su asesinato, tiene un significado particular para Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, cuyo balance de gestión es a veces comparado con el de Johnson. El presidente demócrata lucha actualmente por imponer sus políticas ante los republicanos, que obstaculizan en el Congreso reformas clave como la subida del salario mínimo o la reforma de la inmigración. Los cambios sociales propiciados por Johnson, que van desde los famosos derechos civiles (1964 y 1965) hasta la creación del seguro médico Medicare (1966) entraron en la historia de Estados Unidos, mientras que Obama, que también impulsó una reforma de la salud en 2010, ha visto una y otra vez sus ambiciones frustradas en el Congreso al cabo de dos años de segundo mandato. "El presidente Johnson amaba el poder. Amaba la sensación que procura", dijo su sucesor lejano el jueves. "Pero su sed de poder estaba controlada y compensada por una comprensión muy profunda de la condición humana, por la simpatía hacia los oprimidos, los proscritos, y esta simpatía se originaba en su propia experiencia". "Su objetivo era tener una economía en la cual el trabajo es recompensado y el éxito se comparte", añadió Obama. "Un trabajo correcto, un salario decente, un seguro de salud, todo eso eran derechos civiles por los cuales valía la pena luchar".