Muere Noa Pothoven, la adolescente violada que solicitó la eutanasia tras años de sufrimiento

Noa Pothoven, de 17 años, ha fallecido en la ciudad de Arnhem, capital de la provincia de Güeldres, al este de los Países Bajos, después de años de sufrimiento. No pudo soportar el trauma que le causó el abuso sexual y solicitó la eutanasia, aunque no se ha aclarado si su muerte se ha producido mediante este procedimiento.

Este artículo ha sido corregido ya que inicialmente se afirmaba que se le había concedido y practicado la eutanasia, algo que no ha sido confirmado.

En Holanda, 6585 personas en el 2017 recurrieron a la eutanasia por alguna enfermedad física irreversible. Pero 83 decidieron someterse a este procedimiento por sufrimiento psiquiátrico. (Foto Getty Creative)
En Holanda, 6585 personas en el 2017 recurrieron a la eutanasia por alguna enfermedad física irreversible. Pero 83 decidieron someterse a este procedimiento por sufrimiento psiquiátrico. (Foto Getty Creative)

La adolescente holandesa dijo que el dolor con el que había estado lidiando durante años le era insoportable. Mejor era morir. Nadie la pudo convencer. Tampoco ningún tratamiento médico la pudo aliviar.

A pocos días de su muerte asistida, escribió en su red social de Instagram que aunque aún respiraba, ya había dejado de vivir hacía mucho tiempo.

En su autobiografía, que escribió y publicó como libro, titulado Ganar o aprender, Noa Pothoven narró detalladamente cómo batalló por muchos años contra el trastorno de estrés postraumático, la depresión y anorexia derivados del trauma por la violación sufrida cuando era infante.

Un trauma de por vida

Los primeros dos incidentes que sufrió Noa fueron abusos sexuales cuando asistía a fiestas infantiles de 11 y 12 años antes de ser violada por dos hombres cuando tenía 14 años en el barrio Elderveld de la ciudad.

El año pasado, Noa dijo que había denunciado los ataques a la policía y que esperaba que algún día los hombres fueran arrestados.

En su último mensaje, publicado hace cinco días, dijo que estuvo deliberando durante bastante tiempo si debía o no compartir su decisión, aunque al final decidió hacerlo. “Tal vez esto sea una sorpresa para algunos, dados mis publicaciones sobre hospitalización, pero mi plan ha estado allí durante mucho tiempo y no es impulsivo", aclaró.

“Llegaré directo al punto: en un plazo máximo de 10 días moriré. Después de años de luchar y pelear, estoy agotada. He dejado de comer y beber por un tiempo, y luego de muchas discusiones y evaluaciones, decidí dejarme ir porque mi sufrimiento es insoportable", escribió Noa Pothoven en su cuenta, que ahora es privada.

También dijo que estaba “bien atendida”, que sentía un fuerte alivio de su dolor en estos momentos finales, y que no estaba sola. “… estoy con mi familia todo el día (estoy en una cama de hospital en la sala de estar). Me despido de las personas más importantes de mi vida”.

En su nota pidió además a sus amigos y seguidores en Instagram que "no me convenzan de que esto no es bueno, esta es mi decisión y es definitiva", dijo concluyente Noa Pothoven. “El amor es dejar ir, en este caso ... ❤”.

Tras el mensaje, muchos lo aceptaron con respeto. Otros lamentaron la tamaña decisión de esta chica que decidió ponerle punto final a su vida y al dolor psíquico que ha padecido.

No es el primer caso de eutanasia tras abusos

Aunque Noa Pothoven no es la primera en solicitar una eutanasia por padecimientos psiquiátricos, sí es la más joven en dar este paso legal.

En los Países Bajos, la ley permite que niños mayores de 12 años puedan optar por la eutanasia, siempre y cuando un médico dictamine que el dolor del paciente es insoportable. Este procedimiento es legal en algunos estados de EEUU, Canadá y Bélgica.

No todas las víctimas de violación se recuperan de los traumas ocasionados. Terapias y medicamentos son algunos procedimientos para ayudarlos. (Foto Getty Creative)
No todas las víctimas de violación se recuperan de los traumas ocasionados. Terapias y medicamentos son algunos procedimientos para ayudarlos. (Foto Getty Creative)

El primer paciente psiquiátrico que eligió morir mediante una eutanasia fue una chica holandesa de 20 años en el 2015. De ella nunca se dijo su nombre. Al igual que Noa Pothoven, fue víctima de violación y abuso sexual desde pequeña hasta la adolescencia. No pudo recuperarse del trauma que le provocó depresión, anorexia, alucinaciones, obsesiones, tendencia al suicidio, compulsiones y autolesiones.

Tras su fallecimiento, las controversias sobre las muertes asistidas o eutanasia tomaron otro nivel. Por primera vez alguien acudía a esta opción legal sin padecer una enfermedad terminal.

En Holanda, 6.585 personas en 2017 recurrieron a la eutanasia por alguna enfermedad física irreversible. Pero 83 decidieron someterse a este procedimiento por sufrimiento psiquiátrico.

Una decisión controversial

Igual que Noa Pothoven y la chica holandesa, aunque no tenían una enfermedad terminal, sus padecimientos sí les ocasionaban un enorme sufrimiento y no tenían forma de superarlos.

Desde ese primer caso, las controversias en torno a la eutanasia para pacientes psiquiátricos no han cesado. La cuestión radica en que siempre pueden quedar dudas o temor a que no se hayan buscado las alternativas suficientes para sacar adelante a estos pacientes.

De acuerdo con los expertos, no todas las víctimas de violación se recuperan de los traumas ocasionados. Es un proceso de recuperación largo y doloroso. Varias han podido superarlos. Otras han aprendido a sobrellevarlos, y algunas nunca han salido adelante.

No existen curas absolutas para estos padecimientos, aunque sí varias terapias y medicamentos.

En la clínica del "fin de la vida" de La Haya, más de la mitad de los que van en busca de una eutanasia por razones psiquiátricas son rechazados porque no han probado todos los tratamientos disponibles para su enfermedad.

Sin embargo, cada año son más las personas que deciden morir por no superar un padecimiento psiquiátrico, y la pronta muerte asistida de Noa Pothoven nos los confirma. Una vez más estamos ante la disyuntiva de vivir con dolor o morir en paz. ¿Es la muerte la solución al dolor insuperable por los traumas de una violación sexual?