Nicolas Hamilton aborda la carrera que ha forjado lejos de la sombra de su hermano Lewis

Nicolas Hamilton está decidido a labrar su propio camino dentro  y fuera de la pista (Getty)
Nicolas Hamilton está decidido a labrar su propio camino dentro y fuera de la pista (Getty)

Nicolas Hamilton, medio hermano del siete veces campeón mundial de Fórmula 1 Lewis Hamilton, respira profundamente al reflexionar sobre el punto de inflexión de su vida: “Tenía 16 años, estaba en silla de ruedas y fui a un mostrador de check-in en un aeropuerto para ir a ver a Lewis a una carrera de F1”.

Después de una infancia afectada por parálisis cerebral, una afección que debilita el movimiento, llegó al punto en el que decidió levantarse y nunca volver a sentarse.

“La señora no me hizo ninguna pregunta”, recuerda. “Simplemente, le preguntó a mi mamá si yo necesitaba ayuda. Tenía todas las hormonas de un adolescente que quiere ser hombre. Me estaba dejando la barba. Quería hablar con mujeres e ir al pub”.

“Pero me había vuelto flojo y estaba en silla de ruedas porque era más fácil. Caminar involucraba bastante esfuerzo. Las personas sin discapacidad no me miraban de la manera que yo quería ser percibido. Fue entonces cuando me levanté de mi silla de ruedas. Y no la he tocado en 15 años”.

Hablamos en el Día Mundial de la Parálisis Cerebral (6 de octubre). Veinticuatro horas antes, el hombre de 31 años había pronunciado un discurso de motivación en Microsoft; un momento culminante en medio de un año de gran éxito. En abril, Lewis observó en secreto cómo Nicolas (abreviado como Nic) consiguió el mejor resultado al terminar en sexto lugar en una carrera del BTCC (Campeonato Británico de Turismos) en Donington Park.

Tuvo su debut en 2015 con un automóvil totalmente adaptado con posiciones de pedal personalizadas y un embrague manual y se convirtió en el primer atleta con discapacidad en competir en una serie ampliamente considerada como la cima del automovilismo británico. Sin embargo, contrario a lo que muchos creían y siguen creyendo, el apoyo familiar no equivale a apoyo financiero.

“Lewis nunca ha contribuido con dinero a mis carreras”, Nic le dice a The Independent. Tres veces, de hecho. “Hay gente que todavía no me cree cuando lo digo, pero literalmente así está la cosa”.

“Me han molestado mucho en línea porque todos dicen que estoy en BTCC solo por Lewis. Muchas de las críticas son injustas, no las merezco. Pero callar al fin a los críticos el 23 de abril fue lo mejor que pude desear. Fue un gran alivio y me quité un gran peso de encima”.

Nicolas Hamilton junto con su hermano y su padre el día que Lewis ganó el campeonato mundial de F1 en 2008 (Getty)
Nicolas Hamilton junto con su hermano y su padre el día que Lewis ganó el campeonato mundial de F1 en 2008 (Getty)

“Cuando llevas tanto tiempo esforzándote, sientes que no lo vas a lograr. Cada vez que haces algo negativo, sientes que le das la razón a la gente. Así que fue un día memorable”.

No obstante, la actitud que muestra a lo largo de una conversación de 40 minutos no es resentimiento, sino una determinación intransigente de forjar su propio camino hacia el éxito. Apenas unos meses después de su victoria, Nicolas decidió dejar su equipo, Team HARD, después de las vacaciones de verano. Insiste en que no lo estaban “valorando al nivel que me hubiera gustado”, pero no importa. No hay resentimientos. Se enfocará en el próximo desafío.

Esta mentalidad ha sido la piedra angular de la vida de Nicolas desde ese día en el aeropuerto en 2008. Antes de eso, y antes de que su hermano se convirtiera en un nombre conocido, su vida estuvo llena de dificultades. Los años en la escuela los pasó aislado, era el que no encajaba.

Desde que comencé a correr, ha sido difícil porque la gente me compara con Lewis y afirma que solo estoy ahí porque es multimillonario

“No tenía voz ni propósito en la escuela”, comparte. “Un niño con discapacidad y la única persona de color en mi escuela… los niños no querían ser mis amigos. Sentía que volvía a dependerme de la silla de ruedas y no podía valerme por mí mismo”.

“Internalizaba todo. Ahora ya superé mi condición. Algo de lo que estoy muy orgulloso es que acepto mi relación con mi discapacidad, ahora que tengo 31 años”.

Nic iba en silla de ruedas cuando Lewis corrió por primera vez en la F1, pero ahora ya no la usa (Getty)
Nic iba en silla de ruedas cuando Lewis corrió por primera vez en la F1, pero ahora ya no la usa (Getty)

Conforme fue superando el problema obvio de la falta de fuerza en las piernas que “se sentían como espagueti” y el dolor de caminar hasta el baño, correr se convirtió en un deseo muy arraigado. De manera paralela a su primer “trabajo propiamente dicho” en el equipo de desarrollo de un juego de simulación de carreras llamado Project CARS, encontró potencial en la cabina del piloto del mundo real. Después de conducir un BMW M3 por primera vez, participó en su primera carrera, la Copa Clio, a los 19 años.

Pero, insiste, no fue porque fuera hermano de Lewis Hamilton. “Desde que comencé a correr, ha sido difícil porque la gente me compara con Lewis y afirma que solo estoy ahí porque es multimillonario”.

“Él sigue siendo una gran razón por la que soy tan fuerte y por la que ya no estoy en silla de ruedas. Sigo siendo su fan número uno. Lewis y mi papá [Anthony], han sido el ancla para toda la familia”.

“Pero ha sido muy difícil estar relacionado con Lewis y tratar de labrarme mi propia carrera en el automovilismo”.

Nicolas insiste en que ha forjado su propio camino. Como todos los pilotos a nivel nacional, sin patrocinio y respaldo no hay carrera. Claro, el apellido ayuda. Pero estaba ansioso por desarrollar tantas habilidades como fuera posible y, en 2013, concedió una entrevista en el escenario. El director general de una agencia de oradores, impresionado por lo que vio como espectador, se puso en contacto con él para inscribirlo en su lista de talentos. Ahora trabaja para nueve agencias de oradores diferentes del Reino Unido.

“Siempre he tenido que encontrar algo que me haga diferente, mi propuesta de venta única”, expresa. “Todos los días aprendo algo nuevo sobre mi afección y luego hablo con la gente. Siempre he sido muy abierto sobre la salud mental”.

“Ahora me paro frente a miles de personas para contarles mi historia e inspirar a todo tipo de personas: personas con discapacidad, personas de color, padres de niños con discapacidad. Creció como una bola de nieve desde 2020. Independientemente de si soy un Hamilton o no, terminé creando una historia y una marca muy sólida con la que la gente de todo el mundo se puede identificar”.

El mundo no para y las oportunidades tampoco. A principios de este año, participó en una sesión de fotos para Vogue y el próximo mes representará a MGM como embajador en el Gran Premio de Las Vegas. Está desesperado por encontrar otra oportunidad para participar en el BTCC en 2024. Y, en abril, publica un libro: Now I Have Your Attention.

La silla de ruedas no ha salido del armario desde su adolescencia, pero la base de todo sigue siendo su discapacidad, y una forma de vida que solo las personas con discapacidad pueden transformar.

“Quiero seguir difundiendo mi opinión, no en torno a ser el hermano de Lewis Hamilton, sino en torno a la creación de un legado para ayudar a las personas con discapacidad y a las personas que lidian con pensamientos oscuros”, asevera. “He tenido pensamientos oscuros y quiero demostrar que eso está absolutamente bien. La sociedad te acepta si te aceptas a ti mismo”.

“Pero me pongo nervioso porque siempre siento que nada es suficiente. Soy una persona muy motivada. Por ejemplo, nunca se puede conseguir la vuelta perfecta”.

Una frase final que resulta demasiado familiar.

Traducción de Michelle Padilla