Ni colapso ni ecocidio: La historia de la isla de Pascua no es cómo pensábamos
Un nuevo estudio cuestiona la teoría asentada durante décadas
La isla de Pascua posee todos los elementos para ser un lugar asombroso y lleno de misterios. En la actualidad pertenece a Chile pero se encuentra apartada y solitaria, en mitad del océano Pacífico, a unos 3700 kilómetros de tierra firme. Su cultura, sus habitantes, su organización, su escritura rongo rongo y, por supuesto, sus fascinantes esculturas monolíticas, conocidas como moais, han sido el germen de docenas de teorías sobre su construcción y significado. Pero sobre todo su abrupto final que, durante décadas, ha servido de ejemplo de cómo puede colapsar una población en un breve lapso de tiempo.
La idea está muy extendida y dice así: la población de Rapa Nui experimentó un rápido crecimiento que les llevó a una sobrepoblación entre los siglos XV y XVIII provocando graves conflictos armados entre las diferentes tribus. Los nativos se abalanzaron sobre los recursos disponibles y los llevaron a una sobreexplotación tan devastadora que desencadenó la completa deforestación de la isla.
Las teorías aceptadas hasta hoy apuntaban a que la isla llegó a sostener a decenas de miles de habitantes (necesarios también para el trabajo de tallar y transportar las enormes estatuas) y que una población tan amplia no era sostenible, llevando en última instancia a “una escasez de alimentos que provocó hambrunas, guerras e incluso canibalismo”.
Esta es la historia del final que la mayoría hemos conocido durante años y que dio lugar a incontables artículos que la usaban como parábola de autodestrucción, películas como Rapa Nui (1994) donde los habitantes talan hasta el último árbol de la isla, o en libros de divulgación científica, como “Colapso” el bestseller de Jared Diamond, en el que toma el caso de la isla de Pascua como ejemplo de sociedad que desaparece por una mala gestión de la naturaleza.
Sin embargo, esta idea del colapso social y de sobreexplotación de los recursos de la isla ha empezado a tambalearse tras la publicación de un reciente artículo en Science Advances donde se afirma que la historia que tradicionalmente conocemos sobre Pascua es errónea.
Esta hipótesis del colapso de Rapa Nui por sobrepoblación ha intrigado a un equipo de arqueólogos y antropólogos de la Universidad de Binghamton que, durante la última década, ha publicado diferentes estudios abordando una interesante cuestión: si realmente hubo tanta gente viviendo en la isla en algún momento antes de la llegada de los europeos, ¿Dónde está la evidencia?
Los científicos empezaron en 2020 por preguntarse si realmente hubo conflictos armados en la isla… En ese año publicaron un artículo señalando la ausencia de evidencias de guerra en la Isla de Pascua en comparación con otras islas de la Polinesia. No se conocen fortificaciones y las herramientas de obsidiana encontradas se utilizaron claramente para la agricultura. Tampoco hay mucha evidencia de violencia entre los restos óseos. Sus conclusiones fueron que el pueblo de Rapa Nui continuó prosperando mucho después de 1600, lo que justificaría un replanteamiento de la narrativa popular de que la isla era indigente cuando llegaron los europeos en 1722.
Ahora, el nuevo estudio profundiza en la cuestión de si es posible una población tan amplia sobre la base de los jardines de rocas que utilizaban para cultivar gran parte de sus alimentos. "A partir de la evaluación de los datos disponibles, la mejor estimación de los investigadores es que nunca hubo más de 3.000 a 4.000 personas , y vivían de manera sostenible en la isla".
Para ello utilizaron imágenes satelitales WorldView-3 de toda la isla tanto en luz visible de alta resolución como en infrarrojo de onda corta, un espectro muy útil para distinguir materiales y diferencias de humedad, un atributo esencial de los campos agrícolas productivos. Posteriormente utilizaron Inteligencia Artificial para distinguir las áreas de jardinería con mantillo de rocas de aquellas que no lo son, consiguiendo así estimaciones para la productividad de estas áreas. Los resultados del estudio muestran que el número máximo de personas que esta forma de cultivo puede sustentar es de aproximadamente 3000, una población bastante similar a las conclusiones a las que llegaron otras fuentes de información.
En definitiva, el trabajo realizado y los estudios más recientes apuntan a que En Rapa Nui “no experimentó un colapso poblacional antes de la llegada de los europeos, sino que logró mantener una población estable gracias a su ingenio. Sus habitantes encontraron formas inteligentes de adaptarse a la isla y practicaron una agricultura sostenible para mantenerse”.
Quién sabe si, al final, la historia de Rapa Nui no debería considerarse como una advertencia o un ejemplo de colapso, sino como una fuente de inspiración que podría resultar clave para el futuro de la humanidad.
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Referencias científicas y más información:
Davis, Dylan S., et al. «Island-Wide Characterization of Agricultural Production Challenges the Demographic Collapse Hypothesis for Rapa Nui (Easter Island)». Science Advances (2024) DOI:10.1126/sciadv.ado1459.
Jennifer Ouellette “We now have even more evidence against the “ecocide” theory of Easter Island” ArsTechnica (2024)
Carl Lipo “Rocks on Rapa Nui tell the story of a small, resilient population − countering the notion of a doomed overpopulated island” The Conversation (2024)