Netflix: en Douglas, Hannah Gadsby revisita Nanette e incomoda al patriarcado

Douglas (2020). Género: Especial de comedia. Filmado en: Los Ángeles. Escrito e interpretado por: Hannah Gadsby. Dirigido por: Madeleine Parry. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: muy bueno.

"Hay belleza en mi manera de pensar", dice Hannah Gadsby sobre el final de Douglas, su flamante especial de stand up para Netflix tras el demoledor Nanette. Su afirmación no nace desde un lugar soberbio, como tampoco de la necesidad de querer demostrar su talento dentro del mundo de la comedia, que por años fue monopolizado por los hombres. Por el contrario: Gadsby apela a su base de seguidores, a las minorías que vivieron creyendo que todo lo que pensaban, sentían o hacían era un error.

La comediante padeció en carne propia ser una outsider. Oriunda de Tasmania, gay pero sin poder decirlo, víctima de abuso, y con una vida apagada, Gadsby había aceptado que su destino era conformarse y no dar pelea. "Había tomado la decisión de que iba a ser feliz trabajando en la verdulería de mi hermano, y eso era algo con lo que iba a poder vivir. Honestamente, nunca pensé que a este programa le iba a ir tan bien. Sabía que iba a ser muy bueno para mí, pero no esperé esta recepción". Se refería a Nanette, el especial de comedia de 2018 ganador del Emmy que, curiosamente, es mucho más que un especial de comedia. En rigor de la verdad, podríamos asegurar que no pertenece a esa categoría ni a ninguna otra. La lógica detrás de su creación era la de dinamitar las reglas del stand up. Por lo tanto, si bien comenzaba presentándose a sí misma con hilarantes anécdotas, en un tramo de Nanette su creadora da un giro de timón necesario y apabullante. No había manera de no sentirse interpelado ante relatos sobre identidad sexual, bullying, y lo complejo que es moverse en un mundo en el que muy pocos pueden sostener su verdad.

"No es mi intención esparcir bronca porque la bronca, como la risa, puede conectar a una habitación llena de extraños como nada más. Pero no libera la tensión, porque la bronca es la tensión, es la tensión tóxica. Son las historias las que tienen la cura", decía la también actriz sobre el final de Nanette, como si hubiera estado escribiendo allí mismo el preámbulo a Douglas. En su reciente producción, breve y al hueso, Gadsby alude a las críticas a su aclamado trabajo con su mejor arma -grandes chistes, supremo poder de oratoria-, y revierte la dinámica. Así como Nanette era impredecible -lo cual incomodó a muchos, especialmente a la audiencia masculina que esperaba gags inocuos-, Douglas es lo opuesto. Gadsby comienza su monólogo desglosando todo aquello de lo que hablará desde ese momento en adelante. Es una ingeniosa manera de distanciarse de su aclamado especial previo, y al mismo tiempo es una excelente forma de reivindicarlo ¿Cómo lo hace? Corriéndose de la autorreferencialidad, pero atacando las mismas problemáticas.

Netflix: con un desgarrador relato, Hannah Gadsby demuele las reglas del stand up

Su principal foco, claro, es el patriarcado. Recordemos que la comediante es licenciada en Historia del Arte, y aquí se basa en material visual para demostrar cómo, desde lo pictórico, la mujer siempre quedaba relegada, sumisa, pasiva. El pintor, en cambio, era quien decidía dónde ubicarla en el cuadro. "Eso fue una decisión", remarca entre risas Gadsby, pero sabemos que no se está riendo. La crítica de cómo el hombre siempre estuvo habituado al privilegio se resume en esa fuerte palabra (como en Nanette, en Douglas cada palabra importa): decisión. Es fuerte porque implica que del otro lado hay alguien que vive con las consecuencias de las elecciones ajenas, y Gadsby no deja que eso se nos olvide.

Por otro lado, el equilibrio de los diferentes tonos vuelve a ser el fuerte de la australiana. Así como puede arrojar luz sobre lo que subyace en esos cuadros que muestra, también puede tomar a la famosa -y en apariencia inofensiva- saga de libros de ¿Dónde está Wally? como ejemplo de machismo. "Es un hombre que no hace nada y que espera que lo encuentren", sintetiza en uno de los pasajes más inspirados de un monólogo que vuelve a dialogar con Nanette en su épico final. Al igual que en el especial que lo precede, Douglas nos deja sin palabras con un mic drop (o algo similar, no revelaremos el punchline) para el que Gadsby nos había preparado, pero que nos termina sorprendiendo igual. Volver impredecible lo previsible. Para eso se requiere talento. Y Hannah lo tiene de sobra.

Dónde ver el especial. Douglas ya se encuentra disponible en Netflix.