Netanyahu vuelve a exigir que las fuerzas de paz de la ONU en Líbano "abandonen la zona de combate"
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue exigiendo a la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Líbano, conocida como FPNUL, "que abandone temporalmente la zona de combate", insistiendo en que "la acusación de que Israel atacó deliberadamente" a su personal "es completamente falsa".
Las críticas internacionales crecen después de que las fuerzas israelíes hayan disparado repetidamente contra las fuerzas de paz de la ONU desde el inicio de la operación terrestre en Líbano.
Netanyahu afirma que Israel ha "pedido repetidamente" a las fuerzas de mantenimiento de la paz en el sur del Líbano que abandonen la zona donde operan los militares israelíes. La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL), compuesta por 10.000 efectivos, lleva casi 50 años patrullando la zona fronteriza entre Líbano e Israel.
Al menos cinco miembros de la FPNUL han resultado heridos desde que Israel inició su incursión terrestre en Líbano hace dos semanas, lo que ha provocado críticas a las operaciones israelíes. El jefe de la misión ha afirmado que las fuerzas de paz de la ONU permanecerán en la frontera sur de Líbano a pesar de la petición de Israel.
La ONU afirma que los ataques contra sus fuerzas de paz pueden constituir crímenes de guerra
Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró el lunes a la prensa que "los ataques contra las fuerzas de mantenimiento de la paz infringen el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, y pueden constituir crímenes de guerra". Guterres ha pedido a todas las partes, incluidas las fuerzas israelíes, que "se abstengan de cualquier acción que ponga en peligro al personal de mantenimiento de la paz".
El Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado su "gran preocupación" y ha reiterado su respaldo al papel de la misión de mantenimiento de la paz "en apoyo de la seguridad regional". Los 15 miembros del Consejo se mantienen firmes en su apoyo a la presencia de la FPNUL en el sur del Líbano, subrayando su decisión de que permanezca en todas sus posiciones.
Los miembros del Consejo también expresaron su "profunda preocupación" por las víctimas civiles, la destrucción de infraestructuras y el creciente número de desplazados. Además, hicieron un llamamiento a todas las partes para que respeten el derecho internacional humanitario, que exige la protección de los civiles.
El Consejo de Seguridad "también hizo hincapié en la necesidad de esfuerzos diplomáticos que pongan fin de forma duradera al conflicto y permitan a los civiles de ambos lados de la Línea Azul regresar a sus hogares en condiciones de seguridad."