Netanyahu arremete contra los medios de comunicación al testificar por primera vez en su juicio por corrupción
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, testificó por primera vez este martes en su largo juicio por corrupción, afirmando que estaba siendo acosado por sus políticas de seguridad de línea dura.
Netanyahu, de 75 años, es el primer primer ministro en funciones de Israel en ser acusado de un delito. Es el dirigente que más tiempo ha estado en el poder en el país, de forma casi consecutiva desde 2009.
La semana pasada, los jueces dictaminaron que Netanyahu, acusado en 2019, debe testificar tres veces por semana, obligando al veterano líder israelí a alternar entre la sala del tribunal y la sala de guerra del Ministerio de Defensa de Israel, a minutos del tribunal.
El líder del partido de derecha Likud arremetió contra los medios israelíes por lo que llamó su postura izquierdista y acusó a los periodistas de haberlo acosado durante años porque sus políticas no se alineaban con el impulso por un Estado palestino.
“Llevo ocho años esperando este momento para decir la verdad”, dijo Netanyahu a los tres jueces que instruyen el caso. “Pero también soy primer ministro (…) Estoy dirigiendo el país a través de una guerra de siete frentes. Y creo que ambas cosas pueden hacerse en paralelo”.
Los fiscales acusan a Netanyahu de conceder favores regulatorios por valor de unos 1.800 millones de shekels (cerca de US$ 500 millones) a Bezeq Telecom Israel a cambio de una cobertura positiva de su persona y de su esposa Sara en un sitio web de noticias controlado por el antiguo presidente de la empresa.
También se le acusa de negociar un acuerdo con el propietario del periódico israelí Yedioth Ahronoth para obtener una mejor cobertura a cambio de legislación para frenar el crecimiento de un periódico rival.
Netanyahu niega las acusaciones en su contra y se declaró inocente. Permaneció de pie en lugar de sentado en el estrado de los testigos durante todo su testimonio matutino.
“Si hubiera querido una buena cobertura, todo lo que tendría que haber hecho sería señalar hacia una solución de dos Estados… Si me hubiera movido dos pasos a la izquierda, habría sido aclamado”, dijo.
Juicio en una sala subterránea
Netanyahu sonrío confiado cuando llegó alrededor de las 10 a.m. (3 a.m. hora de Miami) al Tribunal de Distrito de Tel Aviv. El juicio se trasladó desde Jerusalén por razones de seguridad no reveladas y se celebró en una sala subterránea, a 15 minutos a pie de la sede de defensa de país.
Antes de que Netanyahu subiera al estrado, su abogado Amit Hadad expuso ante los jueces lo que la defensa sostiene que son fallos fundamentales en la investigación. Los fiscales, dijo Hadad, “no investigaban un delito, iban a por una persona”.
Unas pocas decenas de manifestantes se reunieron afuera, algunos de ellos partidarios y otros exigiendo que haga más para negociar la liberación de unos 100 rehenes que aún están retenidos por Hamas en Gaza.
Israel lleva más de un año librando una guerra en Gaza contra el grupo palestino, durante la cual Netanyahu había obtenido un aplazamiento para el inicio de sus comparecencias ante el tribunal. Pero el jueves pasado, los jueces dictaminaron que debe comenzar a testificar.
Acusado de soborno, fraude y abuso de confianza, Netanyahu testificará tres veces por semana, señaló el tribunal, a pesar de la guerra de Gaza y las posibles nuevas amenazas que plantea la agitación más amplia en Medio Oriente, incluida la vecina Siria.
En vísperas de su comparecencia ante el tribunal, Netanyahu retomó la retórica habitual de antes de la guerra contra las fuerzas del orden, describiendo las investigaciones en su contra como una cacería de brujas. Niega los cargos y se declaró inocente .
“La verdadera amenaza para la democracia en Israel no la plantean los representantes elegidos por el público, sino algunos entre las autoridades de la ley que se niegan a aceptar la elección de los votantes e intentan dar un golpe de Estado con investigaciones políticas rabiosas que son inaceptables en cualquier democracia”, declaró el jueves.
En una conferencia de prensa el lunes por la noche, Netanyahu afirmó que había esperado ocho años para poder contar su historia y expresó su indignación por el modo en que se había tratado a los testigos durante las investigaciones.
Divisiones entre la opinión pública israelí
Antes de la guerra, los problemas legales de Netanyahu dividieron amargamente a los israelíes y sacudieron la política israelí durante cinco rondas electorales. El intento de su gobierno el año pasado de limitar los poderes del Poder Judicial polarizó aún más a los israelíes.
El impactante ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la consiguiente guerra en Gaza eliminaron el juicio a Netanyahu de la agenda pública, mientras los israelíes se unían en el dolor y el trauma. Pero a medida que la guerra se prolongaba, la unidad política se desmoronaba.
En las últimas semanas, mientras los combates disminuyeron en un frente después de que Israel alcanzó un alto el fuego con Hezbollah, aliado libanés de Hamas, miembros del gabinete de Netanyahu, incluidos sus ministros de Justicia y Policía, se han enfrentado con el Poder Judicial.
Sus problemas legales internos se agravaron el mes pasado cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto en contra suya y de su exjefe de Defensa Yoav Gallant, junto con un líder de Hamas, por presuntos crímenes de guerra en el conflicto de Gaza.
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