La necesidad de "confrontar" el negacionismo para cuidar la democracia

Buenos Aires, 22 mar (EFE).- La necesidad de "confrontar" el negacionismo existente en la política y en los medios de comunicación protagonizó la tercera jornada del III Foro Mundial de Derechos Humanos, que reunió este miércoles a cientos de activistas y expertos en Buenos Aires para debatir acerca de cómo desmontar estos discursos.

Este coloquio se desarrolló en el marco de la segunda edición de las Jornadas Internacionales "Desafíos en el Campo de los Derechos Humanos", un conjunto de encuentros organizados por la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina y que este año se desarrolla bajo el tópico "El negacionismo como amenaza al sistema democrático".

Estas jornadas, que se desarrollan este miércoles y jueves, permiten abordar aquellos fenómenos que "relativizan" o distorsionan los crímenes de lesa humanidad, mediante un conjunto de mesas de debate a las que asisten expertos en ciencias sociales, activistas y militantes por los derechos humanos.

En declaraciones a EFE, la socióloga argentina Natalia Crocco, coordinadora de una de las mesas de debate, subrayó la importancia de no ignorar este tipo de discursos, puesto que el único modo de evitar su asimilación por parte de la sociedad es mediante la "confrontación" activa de sus postulados.

"Una de las líneas que surgió hoy es que no hay que anular los discursos negacionistas, sino que hay que ponerlos en disputa y confrontar los argumentos que sostienen. Esa creo que es una de las principales batallas, que son culturales y simbólicas", aseguró Crocco.

EL RELATIVISMO NEGACIONISTA

Durante dos días, los asistentes a las jornadas dialogarán sobre el negacionismo y los "discursos del odio" en toda su extensión, no solo en los ámbitos de los derechos humanos y de los crímenes contra la humanidad, sino también en otras facetas de la vida en sociedad, como la Justicia, la educación o incluso la salud mental.

Las quince mesas de debate dispuestas para esta ocasión se concentran, especialmente, en la última dictadura cívico-militar de Argentina (1976-1983), así como en otras cuestiones globales, entre ellas el genocidio armenio de principios del siglo XX, la 'cuestión Palestina' o los discursos negacionistas en redes sociales.

De hecho, las redes sociales constituyen un escenario idóneo para la difusión de este tipo de planteamientos, que en América Latina se articulan, principalmente, por "sectores de la derecha", según Crocco.

"Además de apoyarse en partidos políticos, también se han articulado con sectores del campo académico y de los medios de comunicación, conformando un dispositivo por el que circulan estos discursos", señaló la experta.

Para la socióloga Malena Silveyra, el auge de los movimientos de derecha a nivel mundial está asociado con la difusión del negacionismo, un discurso que "está en movimiento" y que entronca con las "disputas" del presente.

"El crecimiento de la derecha viene con el negacionismo y la relativización de determinados procesos, no solo de los crímenes, sino también de las luchas populares", aseveró Silveyra, agregando que, ante ese 'boom' de la derecha, los sectores populares han reaccionado en algunas ocasiones de forma "muy lenta".

Ahora bien, ¿cómo empezar a desarticular esas tesis y reivindicar la "verdad" en tiempos de extremo escepticismo? Ambas expertas coincidieron en que esto solo será posible mediante el choque de ideas, nunca desde la pasividad o el conformismo.

"(Hay que) salir de la posición cerrada y empezar a problematizar qué quiere decir el negacionismo. Ese es el modo de encontrarle la vuelta y dejar de repetir siempre lo mismo, como si uno que gritara más fuerte fuese a convencer al otro", puntualizó Silveyra.

EL NEGACIONISMO EN ARGENTINA

La ubicación de estas jornadas no es casual, ya que se desarrollan en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), el mayor centro clandestino de tortura y detención de la dictadura, que hoy funciona como un espacio dedicado a la memoria, la verdad y la justicia.

Sin embargo, todavía hay voces en Argentina que discuten las cifras de desaparecidos durante la época del terrorismo de Estado (30.000, según los organismos de derechos humanos), en lo que supone uno de los mayores ejemplos de negacionismo del país suramericano.

Ante esta realidad, debe "valorarse" y "sostenerse" la labor de los sectores populares y de los organismos de derechos humanos, cuyo compromiso permitió juzgar a los máximos responables de la dictadura, según Silveyra.

"Nunca creí que los iba a ver encarcelados y con las esposas, y eso pasó. Las Madres de Plaza de Mayo nos enseñaron que la única lucha que se pierde es la que se abandona", recordó la experta.

Javier Castro Bugarín

(c) Agencia EFE