Tiene buenos números, pero no es suficiente. ¿Qué necesita el Misil Cubano para soñar con el Salón de la Fama?

El cubano Aroldis Chapman perdió su rol de cerrador en el 2022 en lo que fue su último año con los Yankees de Nueva York.

Desde entonces, su función ha sido como relevista del octavo episodio con Kansas City, Texas y Pittsburgh.

¿Podría regresar Chapman como cerrador?

Para lograrlo, su agente tendría que buscarle dicha función en algún elenco que lo necesite.

En realidad, a Chapman le conviene regresar a cerrar juegos. En especial para tratar de ubicarse entre los 10 primeros en juegos salvados en la historia de las Grandes Ligas, una estadística que le daría una ligera posibilidad a ser elegido al Salón de la Fama.

No, que nadie piense que estoy diciendo que el cubano sería seleccionado, solamente planteamos que tendría méritos para sumar votos.

En breve síntesis, analicemos sus estadísticas actuales y las posibilidades de mejorarlas comparándolas con los números que dejaron grabados lanzadores que tienen sus nombres en Cooperstown por la labor que realizaron como relevistas y cerradores.

En estos momentos, Chapman con 1,195 ponches en 726.1 episodios es el sexto relevista con más peloteros retirados por la vía de los strikes en Grandes Ligas y está a solo uno de igualar con el zurdo Billy Wagner que recetó 1,196 en 903 entradas.

Los cuatro restantes con más ponches por encima de Aroldis solamente en función de relevo son Hoyt Wilhelm (1,363), Rich Gossage (1,340), Craig Kimbrel (1,231) y Lee Smith (1,225).

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El antillano pasaría a Smith con otros 31 y a Kimbrel con 38, para entonces ser el tercer relevista con mayor número de bateadores retirados por los strikes.

Cuando miramos los juegos salvados vemos que Chapman suma 323 (sin ser cerrador desde el 2022), ocupando el lugar 21 de todos los tiempos.

Ahora bien, si el supersónico cubano retornara en la próxima temporada como cerrador y lo hiciera en buena forma al menos por las siguientes tres temporadas, entonces superaría a Huston Street (324), Roberto Hernández (326), Fernando Rodney (329), John Wetteland (330), Rollie Finger (341), Randy Myers (347), Troy Percival (358), Jeff Reardon (367), Jonathan Papelbon (368) y Joe Nathan (377), ubicándose entre los 10 primeros en juegos salvados.

Cuando chequeamos a los nueve que lideran en juegos salvados, cuatro de ellos pertenecen a Cooperstown (Mariano Rivera, Trevor Hoffman, Dennis Eckersley y Lee Smith).

Por otro lado, Billy Wagner (422) podría ser seleccionado en 2025.

Mientras que Kenley Jensen (435) y Craig Kimbrel (434) que se mantienen activos podrían ser premiados después del retiro, lo cual nos indica que de estos nueve primeros en salvados siete de ellos serían inmortales del béisbol.

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Si observamos los serpentineros con mejor promedio de ponches por entradas lanzadas, el primero teniendo más de 1,000 episodios de actuación es Blake Snell con 11.1.

Figuras como Trevor Hoffman (#2) acumuló 9.36 y el fenomenal Randy Johnson 10.6. Pero si la comparación la hacemos por los lanzadores con más de 700 entradas, entonces el cubano es el de mejor promedio de ponches por episodio en la historia de las Grandes Ligas con 14.8, al sumar 1,195 en 726.1 entradas.

Para ser honestos debemos decir que en estos momentos el holguinero no tendría posibilidad a ser elegido al Salón de la Fama.

Pero al tener 36 años y con su brazo aún con bastante fortaleza, si retorna como cerrador y mantiene buenas actuaciones al menos por tres temporadas aumentaría sus juegos salvados con oportunidad para ubicarse entre los 10 primeros, algo que lo llevaría luego de su retiro a sumar votos para Cooperstown.

Pocos llegan y apenas se mantienen, ¿es mediocre el pitcheo abridor cubano hoy en Grandes Ligas?

Soñar no cuesta nada. Y para tratar de convertir ese sueño en realidad, ahora es el momento de que el agente de Aroldis Chapman encuentre un equipo que pueda acomodar al “Misil Cubano’’ como cerrador.