Tengo el número de Cuba. Tengo el número de la suerte. Lanzador busca volver a las Mayores con los Marlins

El camino de Vladimir Gutiérrez en las Mayores ha sido una lucha constante.

Entre momentos de aliento y peleas con lesiones, el cubano se ha mantenido contra viento y marea para llegar por estos días a vestir el uniforme de los Marlins, que le ofrecieron un contrato de Liga Menor y una invitación al campamento primaveral de Miami que comenzará a ser efectiva este viernes en Jupiter, Florida.

Gutiérrez peleará esta primavera por encontrar un espacio en el grupo de lanzadores que vestirá el uniforme de los peces para el Día Inaugural de la temporada 2024, que comenzará el 28 de marzo con un choque contra los Piratas de Pittsburgh.

La alta demanda de pitcheo abridor en este spring training podría jugar a favor de Gutiérrez, pero en los Marlins enfrentará competencia de un segmento de serpentineros establecidos y otros que tienen mucho talento y también desean formar parte del roster principal.

¿Cómo viviste este proceso de firmar con los Marlins?

“Fue un proceso bastante duro. Estaba trabajando fuerte para recuperarme, primero que todo. Después que me presenté en la demostración que le hice a los equipos, buscaba un contrato de Grandes Ligas. Se consiguió, pero luego pasó algo y pude firmar con los Marlins un contrato de Ligas Menores’’.

¿Con qué mentalidad llegas a esta primavera?

“Primero que todo darles gracias a los Marlins que me dieron la oportunidad de venir aquí a buscarme un puesto, después de dos años sin lanzar. La mentalidad mía es fajarme por ese puesto’’.

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Imagino que viviste momentos duros.

“Mi familia siempre me estuvo apoyando, sobre todo mentalmente, para que no bajara la guardia. Por esa parte estuve todo el tiempo positivo y trabajando todos los días fuerte para hacer la recuperación para que todo me saliera bien, como ha sucedido’’.

¿Te preocupó tu futuro?

“Estaba relajado porque a medida que iba tirando miraba la velocidad. Pero antes de verla sí estuve un poco preocupado porque ya eran dos operaciones: una Tommy John y una limpieza del codo, pero luego trabajé con Héctor Berrío, el profesor con el cual siempre he estado y al cambiar mi mecánica ya iba viendo la velocidad. Cuando toqué 97 millas me dije que ya era el mismo Vladimir de antes’’.

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En tu última salida en Miami enfrentaste a Sandy, ahora está a tu lado.

“Para mí significa mucho. Además de ser un gran lanzador es un tremendo chamaco, y más que estábamos en la rehabilitación juntos el año pasado. Ahí empezamos a conocernos más. Fuera de la pelota es tremendo muchacho, humilde, que es lo más importante’’.

¿Y ahora qué consejo le das a Alcántara?

“Hace un par de semanas atrás le dije que al principio, cuando comenzara a tirar, iba a sentir un poco de molestia, pero que no pensara en eso. Que siguiera tirando porque eso es algo normal. Cuando uno empieza a tirar a distancia se siente algo y es el tendón que se está estirando un poquito. Ya yo pasé por todo eso’’.

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Tienes el 92 en tu vestidor, con ese número fuiste Novato del Año en Cuba.

“Cuando yo llegué tenía el 61. Me dijeron que era el número de Liván Hernández, tremendo número. Pregunté si tenían el 53 que usaba en Cincinnati, pero me dijeron que no estaba disponible. Pregunté por el 92 y me dijeron que sí estaba. Ese era el número que traía desde Cuba’. Es el número de la suerte’’.

Si haces el equipo, ¿qué significaría lanzar en Miami?

“Miami es como decir Cuba. Hay muchos cubanos aquí y eso sería algo muy grande’’.