Los museos Tate recortarán en un 7% su plantilla por problemas financieros
La Tate, que gestiona cuatro conocidos museos en Inglaterra, va a reducir su plantilla en torno a un 7%, unos 40 empleados, para hacer frente a un persistente déficit financiero agravado por la pandemia de COVID-19. Los recortes, que se realizarán principalmente mediante bajas voluntarias y congelación de las contrataciones, se producen en un momento en que las instituciones culturales de todo el mundo se preparan para una prolongada recesión económica.
Un portavoz de la Tate confirmó la medida en un comunicado a 'The Financial Times', explicando que la decisión ayudaría a "eliminar el déficit que muchas instituciones como la Tate soportan desde la pandemia de coronavirus". Estos cambios "garantizan que la Tate pueda seguir ofreciendo programas innovadores, construyendo y compartiendo nuestra colección con el público más amplio posible, e inspirando a futuras generaciones de talentos creativos", señalaba el comunicado.
Una Galería Nacional de arte británico y arte moderno compuesta por cuatro prestigiosos museos
El grupo Tate está formado por cuatro museos: Tate Britain, Tate Modern, Tate Liverpool y Tate St. Ives. El anuncio de los recortes se produce mientras la institución trabaja en varios proyectos de alto perfil, y costosos, como la ampliación de la Tate Liverpool y la restauración del Palais de Danse de la Tate St. Ives, un edificio catalogado de Grado II que en su día sirvió de estudio a la famosa artista Barbara Hepworth. Alrededor del 30% de los ingresos de la Tate proceden de subvenciones públicas.
Maria Balshaw, directora de la Tate y presidenta del Consejo de Directores de Museos Nacionales, abordó la reducción de plantilla en su propia declaración al 'The Financial Times'. Así, destacó que la dirección de la Tate había "racionalizado cuidadosamente nuestra plantilla por medios voluntarios" y se había centrado en desarrollar nuevas fuentes de ingresos para mantener sus notables programas.
"La Tate tiene un ambicioso programa para aumentar su público en todo el país y más allá", explicó un portavoz a 'The Guardian'. "Para eliminar el déficit que nos ha dejado la pandemia, hemos reforzado nuevas fuentes de ingresos, priorizado estratégicamente nuestras actividades de mayor impacto y racionalizado cuidadosamente nuestra plantilla".
El sindicato Prospect se ha comprometido con la Tate en relación con los cambios propuestos, ofreciendo apoyo al personal afectado. Sharon Brown, secretaria nacional de Patrimonio del sindicato, subrayó el papel fundamental de los trabajadores de museos en el sostenimiento de las instituciones culturales. "Tenemos claro que los conocimientos y la experiencia de los trabajadores de museos y galerías, a menudo mal pagados e infravalorados, son los que dan vida a las colecciones y son fundamentales para el éxito del sector", señalaba en unas declaraciones citadas por 'The Guardian'.
Brown reclamó además una mayor inversión tanto en el personal artístico como en las propias instituciones, que son vitales para la economía de visitantes nacionales e internacionales del Reino Unido, así como para su prestigio cultural.
Protestas para tratar de preservar los puestos de trabajo
En 2020, los trabajadores de la rama comercial de la Tate (Tate Enterprises) se declararon en huelga para protestar contra los planes de recorte de 313 puestos de trabajo, exigiendo el uso de los fondos de rescate del Gobierno para salvar puestos de trabajo y pidiendo el fin de los despidos.
Los museos, y otros sectores culturales de Europa y otros continentes, se enfrentan a las consecuencias financieras de la pandemia, así como a los recortes de los presupuestos culturales gubernamentales. Los recortes adoptados el mes pasado, por ejemplo, supusieron la eliminación de 150 millones de euros de la financiación del Ministerio de Cultura de Francia, lo que dejó tambaleándose a museos, teatros y festivales. Los ayuntamientos también se vieron privados de 2.200 millones de euros en subvenciones estatales, lo que les obligó a recortar hasta un 70% su propia financiación de las artes.
Entre los retos a los que se enfrentan muchas instituciones se encuentra una reducción duradera de la asistencia de visitantes. Según datos publicados en febrero por el Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Reino Unido (DCMS), las visitas a los museos patrocinados por el DCMS fueron un 15% inferiores en el último trimestre de 2024 que en el periodo equivalente de 2019 (antes de la pandemia de COVID-19).
Combinado con los recortes en los presupuestos públicos de cultura, muchas instituciones se han visto obligadas a considerar medidas drásticas. El año pasado, por ejemplo, el antiguo director interino del Museo Británico, Mark Jones, sugirió que a los visitantes extranjeros de las instituciones culturales del Reino Unido se les cobrara una tarifa de entrada de 20 libras esterlinas para ayudar a impulsar las finanzas.