El último Museo Lenin de Europa cambia de nombre en Finlandia

El Museo Lenin de Tampere, en Finlandia, en una imagen del 20 de enero de 2006 (Timo Jaakonaho)
El Museo Lenin de Tampere, en Finlandia, en una imagen del 20 de enero de 2006 (Timo Jaakonaho) (Timo Jaakonaho/Lehtikuva/AFP)

El último Museo Lenin de Europa, ubicado en Finlandia, cambiará de nombre y de temática, anunció el miércoles su director, atizando las teorías conspirativas en Rusia, donde nació el fundador de la extinta Unión Soviética.

El museo de Tampere, a unos 170 km al noroeste de Helsinki, fue fundado en 1946 y es el último del continente europeo que lleva el nombre, en realidad el seudónimo, con el cual se dio a conocer el dirigente bolchevique Vladimir Ilich Uliánov (1870-1924).

Ese edificio forma parte de la historia del comunismo, pues allí se produjo el primer encuentro, durante una reunión secreta en 1905 (doce años antes de la revolución rusa), entre Lenin y Stalin, su futuro sucesor al frente de la Unión Soviética.

Pero la institución cerrará el 3 de noviembre para obras de renovación y volverá a abrir en febrero de 2025, con otro nombre ("Nootti", o 'Nota', en español) y estará consagrado a la evolución de las relaciones entre Finlandia y Rusia en los siglos XX y XXI.

Los dos países comparten una frontera de 1.340 kilómetros y entre 1939 y 1940 se libraron una guerra de tres meses.

El nombre del museo "no reflejaba la historia que queremos transmitir", explicó a AFP el director de la institución, Kalle Kallio.

"Algunas personas creen que se trata de una especie de templo del mal, debido a su nombre", agregó.

El museo, que funciona con fondos estatales, ya había variado en 2016 su temática inicial, focalizándola en la historia de la Unión Soviética, disuelta en 1991.

Así y todo, su nombre se había "convertido en una carga", que se hizo más pesada aún después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, señaló Kallio.

"Tenemos muchos visitantes, pero no de escuelas, por ejemplo, porque los maestros no quieren preguntar a los padres si pueden traer a los niños aquí", dijo.

Según Kallio, el cambio de nombre provocó malentendidos y atizó las teorías conspirativas en Rusia.

"En Rusia se dijo que se trata de otro acto hostil de Finlandia, después de nuestra entrada en la OTAN, y que la decisión en realidad se tomó en Washington", contó.

El anuncio del cierre provocó pese a todo en los últimos días un récord de visitas de personas que querían echar un último vistazo a este exponente histórico del siglo XX.

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